domingo, 30 de julio de 2017

Debbie tras la prueba... de sonido


Miserias


Desde la estrechez extrema a una plaga de piojos, el significado de miseria se las trae. Pero como siempre, todo confluye en lo más bajo cuando se habla de la condición humana. Y es que somos así, los seres tocados por la gracia (divina o no realmente es indiferente) para poder repugnarnos a nosotros mismos.

¡¡Cuánta calidad en la forma del ser humano!! (o de ser humanos, o del ser, sea o no humano) y cuanto miserable, mediocre o estrecho, pero esta vez de mente, no por la estrechez extrema que se supone al que pasa miserias.

Es lo que hay, al final somos capaces de llegar a "Putón", pero de ahí a lo que se escucha cuando podemos escuchar y nos hacemos los sordos va un abismo, el equivalente a la distancia con el susodicho "Putón".

Ojalá la miseria de la música miserable que se empeñan en vendernos para poder aborregarnos cuando suena y se sigue no existiera, la otra, la del ser ese tocado por lo que sea, realmente me las trae.

Y Siguen sin verlo... ¡¡¡Cuánto ciego, vive el cielo!!!


Poster


De Vinilos y Otras Glorias MCML

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Eagles (Hotel California) 1976


Evidentemente se trata de un clásico. Y no por la burrada de millones de copias que vendió, que es algo a lo que nunca presto atención valorando la frase que llevo como icono "aunque cien millones de personas digan una estupidez, sigue siendo una estupidez", sino porque el quinto disco de Eagles casi convirtió al grupo en otra cosa y tiene en su repertorio de canciones algunos incunables eternos (si mencionamos el tema que le da título tenemos un incunable más allá de la galaxia)
Realmente dieron con la tecla, y eso que su carrera era de lo más impactante, pero este disco no fue algo más en la existencia del grupo, fue su álbum y el que definió un sonido que Eagles sabían hacer como pocos. Un tema exquisito (¡¡esa palabreja!!) y sublime que es parte de la historia del Rock, con ese punteo final inolvidable, un puñado de canciones buenísimas y la interpretación del grupo excepcional hacen de "Hotel California" un álbum que se disfruta desde la primera nota.
Llegada de Joe Walsh ya como miembro permanente de la banda, continuación superando barreras del talento compositivo de los componentes del grupo que hacen del álbum un trabajo coral por la participación de todos ellos, encajando de manera precisa y efectiva esos talentos para que las canciones parezcan un bloque sólido que se percibe claramente al escuchar el resultado final.
Dotados de un conjunto coral impagable, ya que todos son voces solistas, esas gargantas dan un plus a cada tema, y especialmente en algunos de ellos es lo que les hace diferente, cuando los cinco músicos componen melodías desde sus gargantas (en los conciertos en directo se permitían cantar a capella algunos de los clásicos) para dar paso a los instrumentos que envuelven todo el conjunto.
Decir más de un disco como este es redundar en lo ya comentado, por lo que sólo queda invitar a que se escuche (si es que no se ha hecho en miles de ocasiones) y disfrutar de la esencia de esa Música americana tan clásica como bella y efectiva que ha dado momentos eternos como éste al mundo del Rock.
Don Felder guitarra, steel, slide, voz. Glen Frey guitarra, piano, teclados, voz. Don Henley batería, percusión, clados y voz. Randy Meisner bajo, guitarrón y voz. Joe Walsh guitarra, piano, órgano, teclados y voz.


De Vinilos y Otras Glorias MCMXLIX

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


David Bromberg (How Late'll Ya Play'til? 1976


De este tipo que me gusta cuando se pone a desmenuzar los entresijos de la Música popular americana y de vez en cuando cuando se dedica a extravagancias varias al amparo de esa misma Música o por ella misma, nos llega el doble que dio lugar en su día a una controversia parida por todo esto que comento.
Un primer disco en estudio nos permite conocer a un músico que seguía buscando en lo más profundo del Blues y el Folk Rock americano, con una manera más que personal de transformar Música de ancestros en momentos intimistas y llenos de originalidad junto con otros (los que menos me gustan) donde derrama infinidad de instrumentación de vientos que acompañan al clasicismo del que siempre hizo gala.
El segundo disco nos enseña de nuevo al músico excepcional de momentos tan embriagadores como violentos, con una banda arraigada en las costumbres musicales del Blues, el Folk, el Rock y David Bromberg, que se permite junto al líder realizar temas que te hierven la sangre y que se convierten en emocionantes recuerdos al gran Robert Johnson con incunables como "Sweet Home Chicago" mientras Bromberg vuelve a sus orígenes de juglar solitario con su guitarra en versiones casi imposibles de reconocer de clásicos como "Bullfrog Blues" con 16'06'' de convivencia con el público y "Come On In My Kitchen" una preciosidad intimista.
De este modo este "How Late'll Ya Play'til?" se convierte en un disco que presenta a un artista de dos maneras bien diferentes y que puede llegar a hacer elegir por lo que da, pero que en su conjunto (dejando claro que me llega y me quedo con el disco en directo por encima del estudio) es un gran trabajo donde lo que sí queda claro es el dominio de David Bromberg de muchos de los estilos que han hecho de la Música americana lo que es, especialmente de esas raíces que son la base de todo lo demás.
Para disfrutar de la Música el disco es una gozada, para tratar de llegar al interior del alma americana, algo queda en lo que te llega, y para seguir disfrutando con el talento de un tipo que lleva más de lo que se piensa en esto de saber, hacer y dar Música, una muestra más del talento del señor Bromberg.

Disc 1:  Danger man II;  Get up and go/Fiddle tunes;  Summer wages;  Dallas rag/Maple leaf rag;  Whoopee Ti Yi Yo;  Young westley;  Dyin' crapshooter's blues;  Bluebird;  Idol with a golden head;  Chubby thighs;  Kaatskill serenade
Disc 2:  Sloppy drunk;  Bullfrog Blues;  Sweet Home Chicago;  Come On In My Kitchen;  Will not be your fool;  Such a night


De Vinilos y Otras Glorias MCMXLVIII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Joe Walsh (You Can't Argue With A Sick Mind) 1975


Un par de cositas antes de comenzar o para ir terminando, que en mi caso nunca se sabe.
El año del disco es, al tratarse de un álbum en directo, la de la grabación del mismo, que para ser todo lo exacto que se puede es el 26.11.1975, en el Santa Mónica Civic Auditorium, ya que su fecha de publicación es del 1976.
Para los popes que aún tienen ganas de perder el tiempo con este espacio que seguro no les resulta ningún paseo y menos por los sueños, el título va acorde a lo que deben pensar, porque yo de ellos pienso lo mismo, pero en Música no trato (cuando sé con quién) con iluminados, perdón, enfermos y castrados mentales, y disfruto de lo que viene.
Este "You Can't Argue With A Sick Mind" parece hecho a posta por el gran Joe Walsh, porque se diría que es su despedida como músico solista antes de enrolarse muy poquito después en la nave Eagles, y la verdad es que es una manera de decir "hasta pronto" a lo grande.
Sería muy fácil pensar que es un disco más de los directos paridos por ahí en la época, pero salvo la portada (una de las peores de la colección que me da vida desde hace 40 años) que sobra por todos los lados, es una demostración fidedigna de lo que este tipo hacía en directo, y hacía mucho.
Tremenda energía, tremendo intérprete y en la selección de temas tremendos momentos para un músico excepcional que se encontraba en un momento mágico, capaz de captar la energía del directo y traspasarla para que quien quisiera lo viviera. Es cierto que un disco nunca es la visión del artista subido a un escenario, pero también es cierto que muchos de esos directos, entre ellos creo que este disco al que le falta otro vinilo más, nos dan una idea acertada de lo que era el Rock cuando los grandes se encargaban de transformarlo en momentos impactantes que atraviesan los sentidos y llenan las entrañas de buena Música.
Una banda solvente, unos temas grandes y un guitarrista que se creía todo lo que hacía nos dan como resultado un disco que se escucha de seguido sin ningún problema, disfrutando del más puro Rock y haciendo que todo sea una gozada tras otra. Las versiones de inolvidables incunables como "Meadows", "Rocky Mountain Way", el apoteósico final de esa belleza llamada "Turn To Stone" y ese inmejorable comienzo con "Walk Away" provocan todo lo que el Rock y la buena Música hacen que sentirla sea parte de la vida.
Disfruta con Joe Walsh y su forma de entender todo lo que nos lleva a sentirnos maravillosamente bien.

Cara A:  Walk Away;  Meadows;  Rocky Mountain Way
Cara B:  Time Out;  Help Me Through The Night;  Turn To Stone 

sábado, 29 de julio de 2017

De Vinilos y Otras Glorias MCMXLVII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Joe Cocker (Mad Dogs & Englishmen) 1970


En el momento de mayor ebullición de uno de los grandes vocalistas del Rock, se realizó la gira que da título al disco doble que nos visita "Mad Dogs & Englishmen", en el comienzo de una década que seguía e incluso en ocasiones mejoraba todo lo creado en los sesenta.
Joe Cocker ha sido uno de los pocos privilegiados que sin ser un creador de categoría, aunque sí un intérprete magnífico, ha sido capaz de hacer suyas muchos de los temas clásicos del Pop Rock universal, e incluso conseguir que en algunas ocasiones se identifiquen con su persona creaciones ajenas que todo el mundo conoce.
El doble disco no tiene desperdicio, grabado en el mítico Fillmore East, en New York, la banda que acompañaba al músico no podía ser más espectacular, todos los implicados músicos de una categoría más que contrastada y que en escena provocaban una explosión de Música con todas las mayúsculas. Un poco de Blues, Soul y sobre todo mucho Rock pasado por los arreglos de estos tipos que hacían del show un verdadero ceremonial de Música de calidad y creaban absolutas barbaridades de lo que eran ya de por sí temazos históricos.
El doble directo es una joya, porque desprende esa esencia de la buena Música en vivo, porque es de una calidad impresionante por donde lo cojas, y porque no tiene desperdicio meterse de lleno en lo que era un concierto de ese calibre en una época mágica. La energía se respira en cada nota, el poder de seducción de la Música embaucando cuando la voz de Cocker arrastra hasta donde quiere al resto de los instrumentos, en temas que van desde las cabalgadas del Rock más impactante hasta delicatessen en forma de baladas que este tipo hace que te ericen la piel.
Para cualquier alma sensible que ame la Música, "Mad Dogs & Englishmen" es uno de esos trabajos a los que se vuelve de vez en cuando por el simple placer (que es una barbaridad) de sentir lo que es la magia y la mística de una época única e irrepetible.
Disfruta, a fin de cuentas nada será lo que uno quiera cuando termines de escucharlo, pero sí será lo que hayas sentido.
Joe Cocker voz. Leon Russell guitarra y piano. Chris Stainton piano y órgano. Don Preston guitarra. Carl Radle bajo. Jim Gordon batería. Jim Keltner batería. Chuck Black batería y percusión. Sandy Konikoff percusión. Bobby Torres congas. Jim Price trompeta. Bobby Keys saxo.




domingo, 23 de julio de 2017

Paul


The Weight


Helpless


Poster


De Vinilos y Otras Glorias MCMXLVI

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Bob Dylan / The Band (Before The Flood) 1974


Desde luego, si se puede hablar de colaboraciones entre un grupo como The Band y alguien como Bob Dylan, al margen de ser durante una época la banda de acompañamiento del músico quedó más que clara su relación en la gira que realizaron juntos en el año 1974, de la cual salió este doble álbum en directo.
Un disco que musicalmente siempre me ha parecido mejorable, pero que como historia tiene ese punto emocional de comprobar la unión de los músicos implicados, lo que eran capaz de hacer y hasta donde podían llegar. Los temas de Dylan, mayoría en los veintiuno que componen el álbum, ya de por sí se sustentan solos, y de no ser porque el genio americano no se hallaba muy allá con la voz en ciertos tramos de la grabación, hubieran lucido como soles, porque musicalmente The Band hace un gran trabajo con arreglos bastante buenos a esos temas eternos.
Pero el tiempo es lo que es y en un momento de transición a muchas cosas Bob Dylan al menos se unió a gente que le entendía mejor que nadie y que transportaba su Música donde y como quería, porque Robertson, Hudson, Helm, Manuel y Danko sabían qué hacer con estos temas que en boca de cualquier músico enorme del Rock se convierten en gloria.
La verdad es que se trata de un disco que se escucha sin esfuerzo (dejando de lado lo que hemos comentado y dejando que el cariño pueda con lo que te llega en ocasiones) y como las canciones se pueden tararear de cualquier manera porque uno se las sabe del derecho y del revés, hacer la propia versión mientras las escucha tampoco requiere nada que no sea degustarlas y hacer que te lleguen... otra vez.
Lo dicho, si te encuentras con él y te sirve para volver a un puñado de clásicos de The Band y sobre todo a un puñado más grande aún de clásicos de toda la vida, merece la pena pararse a saborearlo, de lo contrario, te haces con los discos que estos tipos han hecho y que son parte de la leyenda y ya está.
Bob Dylan guitarra, armónica, piano y voz. Robbie Robertson guitarra y voz. Garth Hudson órgano, piano, clavinete. Levon Helm batería y voz. Richard Manuel piano, batería, órgano y voz. Rick Danko bajo y voz.




De Vinilos y Otras Glorias MCMXLV

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Bob Dylan (Desire) 1976


A veces lo prohibido tiene mucho sentido cuando la Música se empeña en ello, y a pesar de los pesares puede enfrentarse a esas barreras y cadenas que se empeñan en decirnos que no existen pero que son tan diáfanas como las puerta de la cárcel que se cierra con mil cerrojos.
Porque a través de la Música y lo que dice la garganta del músico que escupe al viento se puede provocar ira si es un negro que ejerce de boxeador el que acaba entre rejas, o se eleva a los altares a un violento asesino en un tema de once minutos. Todo es relativo, y lo prohibido tiene mucho sentido en la relatividad del Rock ejercido por uno de los más grandes compositores de canciones de la historia, cuando la acústica se convierte en eléctrica y el violín aúlla de manera desgarradora para atravesarnos las entrañas, y esas estrofas que hieren a los que no quieren saber se escapan para que el piano las recoja y te las lance de nuevo.
Es cierto, quizás perdemos la perspectiva de lo que somos y de lo que pasa, por eso la Música de vez en cuando requiere nuestra atención para muchas cosas que se van difuminando en el aire, y quizás por eso y porque musicalmente me atrae mucho me encanta este "Desire" del que creo que no fue lo que fue (hasta número 1 en las listas ¡¡vive el cielo!!) por la polémica, sino porque se lo merecía como disco.
Bob Dylan hace un ejercicio de contorsionista y se revuelve sobre sí mismo para crear un álbum donde todos los colaboradores se sienten cuando ponen su grano de arena (los coros maravillosos de Emmylou Harris, el violín doloroso de Scarlet Rivera, la escritura de Jacques Levy...) y a partir de aquí se saca de la manga la magia de su genio y crea un álbum diferente, distinto, pero para el que suscribe soberbio. 
Es lo que tiene, gusta o no gusta, se hace de uno o se deja olvidado porque no era el "Dylan de siempre", pero si te atreves con él, puedes disfrutar de la Música con algún que otro doloroso margen para la redención.

SIDE ONE:  Hurricane;  Isis;  Mozambique;  One more cup of coffee;  Oh, Sister
SIDE TWO:  Joey;  Romance in Durango;  Black diamond bay;  Sara


De Vinilos y Otras Glorias MCMXLIV

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Eric Clapton (No Reason To Cry) 1976


Como ya saben los que siguen "Paseando Por Los Sueños" (¡¡casi nada yendo de lo que vamos!!) el E.C. que me pone las pilas hasta llegar a las estrellas se encuentra unos cuantos años antes de esta época, pero lo que no voy a hacer es caer en la tentación de defenestrar su época en solitario de los setenta porque algunos álbumes siguen siendo de traca, y sin comparativas, muy buenos.
Este "No Reason To Cry" es de esos discos que se pueden poner en cualquier momento y te dejan el regusto de saber que están hechos por quienes saben de esto y llevan la Música en vena, a pesar de los pesares y de todos los popes del mundo mundial.
El guitarrista que creó una forma de interpretar las seis cuerdas y que suena como dios cuando quiere hacerlo se agarró a lo seguro rodeándose de músicos que en nivel eran como él, entendían todo lo entendible como él y además se lo pasaban como los indios cuando tocaban con él. La verdad es que en la foto no caben más, porque están los que son y son los que están si no pillaron a algunos haciendo algo ajeno a lo que debía en ese momento.
Junto a los colaboradores habituales de la época que eran la base de la banda con la que giraba y volvía a los escenarios, se encuentran iconos del Rock universal como Dylan, Ronnie Wood, todos los miembros de The Band, el utillero y los que pasaban por allí. Lo mejor de todo es que el resultado es fantástico, y de ser un disco que podría pensarse "de transición", este "No Reason To Cry" es una obra que divierte por lo que rezuma, por todo lo que ofrece y porque los temas, mezclas de E.C., Dylan, Dick Simms, The Band... son puro Rock del de siempre, Blues del bueno, con una mezcla descarada a esos sonidos de terruño y a vibraciones de lo más profundo de las raíces de la Música.
¡¡Qué le vamos a hacer!! incluso me emociono con E.C. después de muerto, y lo de los popes me lo paso por ahí, de modo que a quien interese, este es un disco hecho por musicazos, con temas solventes y que da una imagen más que brillante de lo que un tipo sin estar en la cumbre era capaz de entregar porque ha sido uno de los más grandes (sin deidades de por medio)

Side One:  Beautiful Thing;  Carnival;  Sign language;  County jail blues;  All our past times
Side Two:  Hello old friend;  Double Trouble;  Innocent times;  Hungry;  Black summer rain


De Vinilos y Otras Glorias MXMXLIII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


The Band (Music From Big Pink) 1968


Evidentemente, el nombre del grupo es en sí mismo el nombre de unos músicos que se consideraron siempre, en la primera década en la cual actuaron y por decisión propia dejaron de serlo (lo de las reunioncitas y demás ya es otra cosa) como tal una banda.
El combo canadiense puede presumir de haber sido la banda de acompañamiento de varios grandes de la Música americana y mundial y a la vez ser grandes ellos mismos con su carrera en solitario, y eso no es muy fácil de hacer.
Nos visita su primer trabajo, "Music From Big Pink", que es una clara demostración del estilo de The Band y una muestra más que significativa de ese Rock de raíces que realizaban de manera exquisita y que les daba un sello de identidad propio.
Cinco músicos de categoría, curtidos en las carreteras y las cunetas, los garitos y las giras para buscarse algo que les llevara al siguiente escenario, y que junto a su colega y colaborador habitual Bob Dylan (del cual fueron la banda de acompañamiento durante un tiempo) lograron crear un puñado de canciones que son parte del ideario del Rock más auténtico de américa.
Esa forma pausada de componer, casi al tran tran, con ritmos que parecen mantenerse en el aire, cuando no baladas que emocionan y elevan la piel, les hace ser un grupo inolvidable que en este su debut ya dejan claro lo que vendría durante una década de enorme calidad.
Aunque Robbie Robertson se cuenta como el compositor más prolífico del grupo, lo mejor de ellos es que todos podían (y lo hacían según el caso) crear sin perder la seña de su Música, al margen de los tres vocales solistas (Danko, Helm y Robertson) que dan una variedad y unas posibilidades vocales enormes y preciosas a los temas.
Para que se aprecie la buena Música, muchas veces hay que saber de dónde y por qué existe, y en este caso, el origen de The Band es la senda para descubrir unos sonidos que regaron de magia mucho de lo que más adelante fue.
Jaime Robbie Robertson. Rick Danko. Richard Manuel. Gart Hudson. Levon Helm

SIDE ONE:  Tears of rage;  To kingdom come;  In a station;  Caledonia Mission;  The Weight

SIDE TWO:  We can talk;  Long black veil;  Chest Fever;  Lonesome Suzie;  This wheels on fire;  I shall be released


sábado, 22 de julio de 2017

Van


Música



Conocemos las miserias y solemos cerrar los ojos para que no nos molesten. Sabemos de la podredumbre humana y los auriculares con el volumen a tope sirven para que todo se difumine en la nada.

La Música me hace creer que es posible, pero siendo como es la soga que me salvó de esas miserias y de mi propia podredumbre, siempre que la escucho puedo percibir lo que tras ella sigue siendo mediocridad, porque en eso, los sentimientos que me llegan a su través no pueden viciarse.

Poster


De Vinilos y Otras Glorias MCMXLII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Richard Last Group (Get Ready) 1972


Extraño y suculento artefacto el que nos visita a este nuestro espacio que es el de todos los que deseen, "Paseando Por Los Sueños", una formación que llegó, vio, realizó el trabajo que nos ocupa y desapareció con la misma facilidad.
Considerado como un disco de la época del Prog. italiano, lo primero que llama la atención del mismo es que está cantado en inglés, y aunque no es la única demostración de que la lengua de Shakespeare inundaba incluso un estilo tan propio y particular en la zona mediterránea, sí que era bastante atípico, sobre todo porque los grupos italianos amaban ser ellos mismos y su lengua en ese sentido era un sello indeleble para demostrarlo.
A partir de aquí lo que llega, Música Prog. Rock en el sentido más puro del término, clásico y reconocible en lo instrumental, es un intento con luces y sombras de acercarse a lo que se destilaba por las Islas y que además podía abarcar un sin fin de intentos tocando otros estilos dentro del mismo (los toques jazzy son evidentes, las baladas con cierto regusto al Blues y por supuesto el Rock que se maneja entre el clasicismo y el Hard que se abría camino)
Este "Get Ready", que vaya por delante no es la joya de la corona ni en su propio país del Prog., sí que nos deja pinceladas de magia traducidas desde una interpretación lujosa en lo instrumental, con momentos de alto nivel como la versión tremenda (y no es nada fácil siendo el tema que es) de "Sad And Deep As You" con la que abren el álbum, pinceladas de intimisno como "I Have A Dream" y una preciosidad versioneada que te eriza la piel llamada "Lalena". 
Tras lo que dejamos y entre lo que queda por hacer, que es escuchar el disco si apetece, sólo decir que arriesgarse con obras como estas no sólo no defrauda sino que además abre la mente a lo que jamás (¡¡vaya usted a saber por qué!!) nos van a contar, y eso es un lujo tal y como está lo que nos rodea.

Side One:  Sad and deep as you;  Eye to eye;  I have a dream;  Dharma for one;  He has gone away;  Confusion
Side Two:  Fire and rain;  Break down;  Lalena;  Thank you;  Colour my world;  Naple In rock

De Vinilos y Otras Glorias MCMXLI

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Status Quo (Dog Of Two Head) 1971


Tras su gloriosa época Psycho que casi nadie recuerda ni reconoce (de hecho muchos ni saben de su existencia cuando a veces comento el tema) y que en mi opinión fue mucho más de lo que parecía, Status Quo comenzó su andadura por el Rock puro y duro con este "Dog Of Two Head", donde demuestran que querían y deseaban hacer otras cosas más que bien.
Al margen de lo que les saliera treinta años después de comenzar, en este inicio de su nueva andadura las ideas, las ganas y el resultado no podían ser más esperanzadores, porque el disco es una gran muestra de Rock'N'Roll con temas concebidos desde la sabiduría de quienes lo han mamado en un lugar que ha enseñado al mundo lo que es la Música, y lo que era un reto tras su anterior etapa, el traslado a la interpretación es una demostración de sonidos emanados de las ganas hasta decir basta.
Con la base ya establecida de lo que sería el grupo más conocido, cuyos cuatro nombres se decían de carrerilla, este "experimento" les salió bastante bien, desde los temas más pegadizos y que sus acólitos de décadas atrás se saben de memoria, hasta las aventuras instrumentales en temas de larga duración donde salen bastante bien parados.
Base guitarrera con dos solistas que se turnaban en los riff y los solos, Ritchie Parfitt (que además era la voz solista) y Mike Rossi, y una base rítmica que como buen sonido rockero se supeditaba a los solistas dándoles la protección necesaria para explayarse (a cargo de Alan Lancaster en el bajo y John Coughlan a la batería) hacen de este primer disco del estilo Status Quo una diversión continua, sin que la calidad falte en ningún momento y el Rock'N'Roll se disfrute con cada nota que te llega.
Si una buena dosis de Rock'N'Roll no te despierta y te hace saltar, míratelo porque estás muy para allá, y si lo que quieres es demostrarte (a modo de tests de esos que están tan de moda) que estás más para acá, escucha "Dog Of Two Head" y déjate llevar por la magia de este estilo que es... pues eso.

Side One:  Unleitung;  NaNaNa;  Something's going on;  In my head;  Mean girl;  NaNaNa
Side Two:  Gerdundula;  Railroad;  Someone's learning;  NaNaNa 

De Vinilos y Otras Glorias MCMXL

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


The Eric Burdon Band (Stop) 1974


La verdad es que el título sería una alegoría de alguna cosa que el gran Eric Burdon tuviera en su cabeza (al margen de la canción que cierra el disco) porque lo que es parar, este tipo que es historia de la Música por donde se le mire y además de varios estilos sin que se tenga que mirar mucho más de lo que se escucha, no paraba ni de broma, y este disco es otra demostración.
Pasada la época Animals y esos primeros encuentros con el ácido y lo que suponía a nivel personal y musical, la carrera de este enorme músico se centraba en bandas que llevaban su arte hasta donde quería, y este "Stop" es una muestra más de lo que decimos.
Brutal con la garganta, algo que no ha perdido en más de medio siglo de historia en la Música, en este trabajo vuelve a tocar todos los palos y haciéndolo como los ángeles; un poco de Soul, con la enorme calidad que atesora y que nos hace viajar a muchos años atrás para escuchar a viejos mitos (él lo es también) del estilo. Toques descarados de Blues cuando se pone a bramar agotando al micro que toma en sus manos y lo transforma en la continuación de una voz privilegiada, y ¡¡cómo no!! el Rock que lleva en vena destilado de una manera tan personal que abruma.
Rodeado de músicos que ya vienen de vuelta, excelentes intérpretes y fieles a las directrices de uno de los genios con mayúsculas de la Música desde la segunda mitad del siglo XX, los temas son una sucesión de impactos emocionales que hacen que los sentidos se disparen cuando les llega. Un iluminado llamado John Sterling en la producción, a las guitarras y como compositor, es la primera emoción que hace que todo funcione en lo musical, junto a otro enorme músico llamado Kim Kesterson, encargado del bajo y de crear muchos de los temas junto a Eric Burdon y Sterling. Las barbaridades que unen lo real con lo espiritual hacen de "Stop" un disco para disfrutarlo en cualquier situación, cuando el silencio no debe existir y lo que te sugiere el mundo es escuchar un puñado de Música de muchísimo nivel.
Eric Burdon voz (¡¡y no veas qué voz!!) John sterling guitarra. Alvin Taylor batería y percusión. George Suranovich batería. Kim Kesterson bajo. Randy Rice bajo. Terry Ryan teclados. Moses Wheelock percusión.

SIDE ONE:  City Boy;  Gotta get It on;  The man;  I'm lookin' up;  Rainbow;  All I do
SIDE TWO:  Funky fever;  Be mine;  The way It should be;  Stop




A Eduardo, que sabe de qué hablo

domingo, 16 de julio de 2017

Bruce



El pope de turno dirá que no, pero sí, es Bruce.

Call It Democracy




Ojo, que con un par y muchas agallas, seguimos llamándola democracia. ¡¡¡Ya nos vale!!!

¿Popes? No Gracias



Con toda la retranca de la que soy capaz (según quien me mire) a quienes creemos que las emociones y lo que nos provoca la Música de calidad no está escrito en ningún lugar, ni depende de ese primer tema encontrado en el primer surco del primer vinilo de alguien apasionado.

A todos los que somos capaces de estremecernos porque la Música nos hace vibrar, que nos dejen esta carita de guasa y ponernos el mundo por montera.

Poster


De Vinilos y Otras Glorias MCMXXXIX

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Spirit (Spirit) 1968


Hay otros discos de Spirit que me llegan más, y especialmente que me parecen más completos, pero he de reconocer que su álbum debut, este homónimo "Spirit" tiene muchos momentos que me apasionan, y realmente como álbum en sí mismo es una pedazo de obra.
La portada ya dice mucho de la idea del grupo como tal, ese collage con un rostro compuesto por una parte de cada miembro del grupo me parece maravillosa, muy comunal y realmente impregnada del espíritu de la época, aunque en esta primera entrega fuese Jay Ferguson quien se llevara la mayor parte de los créditos en las composiciones.
Un álbum difícil de definir en un estilo, porque aunque es cierto que la Psycho se siente en la mayoría de las partes del disco, presente y con ganas de llenarnos, a mi entender se trata también de un disco experimental donde se da cita un cierto aire Prog. que se extiende sobre todo en las suites más alargadas en lo temporal, donde los instrumentos se permiten llevarnos por un paisaje de intrincados rincones, con idas y venidas constantes que no se adhieren a una melodía al uso (el tema con el que se despide el álbum, "Elijah" es una brutal exhibición de manejo de la composición, el tempo, el espacio y la ortodoxia menos ortodoxa)
Al tiempo que se identifica este "Spirit" con el nacimiento de un gran grupo del período, también se detecta (en positivo para el que suscribe) esa frescura de la primera obra, ese camino que se traza y que se piensa va a irse haciendo a medida que el tiempo disponga, como realmente fue así con el grupo.
Para los seguidores de Spirit, uno de sus discos significativos, para los que amamos los sonidos y ese Rock que nunca pasa, un buen disco de Psycho con toques de muchas más cosas, todas ellas interesantes, y para quienes creen que aún es posible, una muesca más en esa época maravillosa donde se creía en lo que se hacía a pie juntillas.

SIDE 1:  Fresh-Garbage;  Uncle Jack;  Mechanical world;  Taurus;  Girl in your eye;  Straight arrow
SIDE 2:  Topanga windows;  Gramophone man;  Water woman;  The Great Canyon fire in general;  Elijah

De Vinilos y Otras Glorias MCMXXXVIII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


The Youngbloods (Elephant Mountain) 1969


Tercer trabajo de la banda americana de Rock, Country Rock, y alguna que otra cosa más, primero sin uno de sus miembros fundadores Jerry Corbitt.
Con esta marcha, Jesse Colin Young toma el mando de las operaciones, aunque hay que decir que en las doce canciones del álbum participan los tres miembros acreditados, algunos con mayor presencia que otros (caso de Young) y por lo tanto el álbum en cuanto a la composición se convierte en un trabajo coral en el cual las distintas influencias de los músicos quedan patentes.
El Rock americano de toda la vida se da cita en la base rítmica de la obra, mezclado sabiamente con momentos de baladas y melodías típicas del estilo y la zona oeste donde se desarrollaba su Música (canciones como "On Sir Francis Drake" comienzan con una melodía de sueños imposibles para ir tomando ritmo y acabar con influencias del Folk Rock más auténtico) sin desdeñar el Folk que aparece en momentos puntuales del álbum con las acústicas acariciando los sentidos, algún que otro instante jazzy (especialmente trabajado por la sección rítmica y los teclados) y las influencias de la costa oeste.
La suave y melodiosa voz de Jesse Colin Young  mece como una canción de intimista belleza, suave, embaucadora, especialmente en temas que requieren ese sentido de lo que uno se guarda para las emociones ("Sunlight" es una delicia) y a partir de ella, salvo cuando los temas se alargan y los instrumentos llenan el silencio, todo estalla desde las guitarra de Rock clásico y los intervalos llevados de la mano por una sección rítmica tan simple como efectiva.
Quizás en eso radica el éxito de un disco como "Elephant Mountain", la sencillez de las creaciones (no lo simplistas porque no tiene nada que ver) que llegan de una manera directa y sin complicaciones, se hacen de uno de manera fácil y a partir de aquí... todo fluye.
El Rock americano de siempre al servicio de la belleza haciendo Música, y en eso si te gusta el estilo este disco no te puede defraudar.
Jesse Colin Young voz, bajo, guitarra acústica. Lowell Levinger guitarra, piano, voces. Joe Bauer batería.

SIDE 1:  Darkness, darkness;  Smug;  On Sir Francis Drake;  Sunlight;  Double sunlight;  Beautiful;  Turn It Over
SIDE 2:  Rain song;  Trillium;  Quicksand;  Black mountain breakdown;  Sham;  Ride the wind


sábado, 15 de julio de 2017

De Vinilos y Otras Glorias MCMXXXVII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Small Faces (Small Faces) 1967


Parece increíble lo que se hacía en la segunda mitad de la década de los sesenta en lo relativo a la Música, y no sólo por la calidad, que era una auténtica barbaridad, de hecho los pilares de todo lo creado hasta cuatro décadas después, sino también por la cantidad, porque los grupos y solistas que se unían a la creación de enormidades eran tremendos.
Es obvio (creo) que esta introducción perfectamente evitable me sirve para anunciar a uno de esos grupos que seguían la senda de la clase y la gloria en esta inspiradísima década, porque Small Faces fue en sus comienzos uno de los grupos que mejor representaban esa nueva forma de entender los sonidos y que más adelante fue... pues eso.
Su tercer trabajo no deja lugar a dudas, porque tras dos entregas brutales de Música no se bajaron del tren de la calidad y con este "Small Faces" nos dejan un puñado de canciones que para sí quisieran muchos de los iluminados que soñaron con ser músicos.
Con el binomio Steve Marriott (pero qué pedazo de músico) y Ronnie Lane (de leyendas nos vienen dados) en la composición, salvo tres de los catorce temas donde se les une otro músico, la base ya está asegurada, y a partir de aquí todo es más fácil. Pop Rock de calidad, con unos toques Psycho que no se esconden y parte de la esencia de esas Islas que cuando se ponían la liaban. 
Un disco maravilloso, donde todo está en el lugar que corresponde (de acuerdo, para los popes que saben más que dios todopoderoso y piensan que lo mejor es la primera canción de la cara A del primer single... no va este comentario) conjuntos corales preciosos, cuando no una voz solista que se sale por parte de Ian McLagan, Steve Marriott y Ronnie Lane, tremendos ritmos y una interpretación de los temas a la altura, dejándose la piel con la intensidad que Small Faces solía hacer, y era mucha (vale popes, el primer tema de su primer single) porque estos tipos eran una bomba cuando de trasladar la energía a lo que te llega se trataba.
De esa era gloriosa, uno de los que te hacían disfrutar a tope, con momentos de seda que acaricia la piel y otros de inusitada furia para sentirse vivo y con ganas de patear cualquier trasero.
Vive la Música de Small Faces y sé parte de lo que no es un nombre en una acera escrito.
Kenney Jones batería y percusión. Ian McLagan voz, teclados, guitarra, bajo, armonías. Steve Marriott voz, guitarras, piano y armonías. Ronnie Lane voz, guitarras, bajo y armonías.

Side One:  Have you ever seen me;  Something I want to tell you;  Feeling lonely;  Happy boys happy;  Things are going to get better;  My way of giving;  Green circles.
Side Two:  Become like you;  Get yourself together;  All our yesterdays;  Talk to you;  Show me the way;  Up the wooden hills to bedfordshire;  Eddie's dreaming


De Vinilos y Otras Glorias MCMXXXVI

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


The Human Instinct (Kiwi Psych Heads - Singles 1966-1971) 1966-1971


Al iluminado que se le ocurrió la idea realmente lo bordó, porque esta colección de temas sacados en singles del grupo de Nueva Zelanda es una verdadera delicia.
Como se intuye en el título de la recopilación, su era más Psycho, antes de lidiar (muy bien también, por cierto) con ese Rock más duro e impactante de años posteriores, pero igualmente brillante. Y es que Human Instinct siempre tuvieron las mejores referencias para su Música con las influencias venidas de los U.S.A. y las Islas y ese toque personal e intransferible que provoca estar en las antípodas de todos los lugares.
Doce temas que recogen una época primeriza del grupo (cuando ya eran conocidos, porque lo que es como banda se remontaban a bastantes años antes) con una frescura tremenda, una manera de componer e interpretar realmente brillantes, dando prioridad a los conjuntos vocales que comienzan y en muchos casos terminan los temas, arropados instrumentalmente por arreglos preciosos que no dejan lugar a nada que no sean unas composiciones perfectamente elaboradas.
Una primera cara con temas del año 66 y 67, donde todo rezuma Psycho iniciática, dejándose caer con momentos de melodías suaves, incluso melancólicas; preciosos momentos de intimismo y un regusto a lo que empieza que realmente agrada.
La cara B se la llevan los temas creados desde el 68 al 71, con un poco más de Psycho impactante y dura, incluso momentos de Hard y Música con toques raciales de su tierra, ritmos más duros y cabalgadas en las versiones de temas eternos ("You Really Got Me" y "Highway")
En conjunto, un disco para saborear la buena Música del estilo y conocer los comienzos de un grupo señero no sólo en su tierra sino más allá de las fronteras. La Psycho pura y dura a través de los ojos de músicos que supieron sacar la esencia de lo que eran y además unirla a lo que les venía, que era todo lo que hizo gloria de los sonidos.
Bill Ward guitarra. Dave Hartstone guitarra. Frank Hay bajo. Maurice Greer batería.

SIDE A:  Can't stop around;  Rich man;  Want to be loved by you my friend;  Death at the seaside;  Go-Go,  A day in my mind's mind
SIDE B:  Renaissance fair;  Pink dawn;  You Really Got Me;  Black Sally;  Midnight sun;  Highway


Javier


Poster


De Vinilos y Otras Glorias MCMXXXV

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Centipede (Septober Energy) 1971


Hay proyectos que suponen una idea de tal magnitud que en muchos casos no llegan ni tan siquiera a acercarse a lo que pretendían.
En mi opinión, esto es lo que sucedió con "Septober Energy", un proyecto que se quedó en menos porque lo que se buscaba era en cierta medida rizar el rizo de una Música tan especial como compleja.
La escuela de Canterbury en estado puro, con mil millones de músicos afines a ella (un poco menos quizás) metidos en sacar adelante una aventura que en sí misma parece, y creo que lo es, fascinante, pero que se quedó ahí.
El Prog. especial y enigmático, complejo y rallando el jazzy (en los momentos en los que no se zambulle de cabeza en él) de estos músicos, fluye de manera libre y salvaje en un doble disco que buscaba una obra conceptual sobre esa Música que traspasó durante una época todo lo que se conocía, especialmente gracias a genios y creadores que hacían de la libertad de creación su santo y seña. 
"Septober Energy" es Música sin tapujos, sin trabas, sin ataduras, una suite concebida en cuatro partes por motivo de las caras del vinilo, sin descanso porque es un todo que convierte los 85 minutos largos de Música en una continuación de sonidos que brotan de la propia concepción que los músicos tienen sobre ellos.
Con los cincuenta y seis músicos acreditados dejándose llevar durante todo el espacio que dura la obra, la profusión de vientos parece envolver en una cúpula todo lo que suena, dejando esos resquicios que las cuerdas se encargan de arrebatarles, en una intensa experiencia de Prog. experimental, libre y de mucha calidad instrumental por quienes se ven implicados.
A partir de aquí, se trata de buscar lo que nunca te explican ni se escribe si la Música te llena de una manera que puede llevarte al infinito, o como suele ocurrir, pasar página hasta ese trabajo que sí se acerque más a lo que necesitamos.

SIDE A:  Septober Energy Part 1
SIDE B:  Septober Energy Part 2
SIDE C:  Septober Energy Part 3
SIDE D:  Septober Energy Part 4

De Vinilos y Otras Glorias MCMXXXIV

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Ya Ho Wha 13 (To The Principles For The Children) 1974


Lo del año de edición parece constatado en este álbum, algo que no se puede decir de todo lo que nos ha llegado de Ya Ho Wha 13 según qué épocas, especialmente cuando eran parte de la comunidad en vida de Father Yod.
Tras identificar la creación de esta obra, decir que nos encontramos ante otra de esas piezas que hacen que la mayoría de las locuras trascendentales que algunos iluminados creen extremas se queden en simples amagos de la contracultura. Y es que "To The Principles For The Children" es uno de los mejores ejemplos de la Psycho extrema elaborada a través del ideario de uno de los muchos iluminados bajados a la Tierra para "enriquecerla" con su pensamiento, pero eligiendo como vehículo de comunicación (amén de la vida en comuna que llevaban) la Música y lo que ello significa.
Psycho extrema, con un concepto sin dimensiones ni límites, alcanzando el cenit de esos momentos que se otorgaban en cierta época donde todo era posible y más allá de eso daba igual cualquier cosa. La banda creada al amparo del gurú Father Yod, que parece ser es la voz que durante toda la parte vocal del disco nos riega con sus plegarias, pláticas y mensajes sobre el infinito (aunque lo de la voz sí es una suposición porque en los créditos no aparece) se dedica a destruir lo habitual con una sección rítmica que asoma a la boca del infierno y una guitarra desmesurada en las distorsiones, los acordes chirriantes, las notas apocalípticas y esos ritmos que entran a degüello para cortarte la yugular.
Disco de momentos indescriptibles y que hay que tomar como vengan, no se puede buscar esta Música y esperar que llegue, tienes que sentirte parte del universo que recrea y a la vez crearte el tuyo mientras te atraviesa, porque lo incomprensible se puede convertir en belleza, pero al mismo tiempo derrumbar cualquier posibilidad de razonar sobre lo mismo.
Para quienes son capaces de tener esos instantes donde todo es posible, Ya Ho Wha 13 puede ser un antídoto a la basura que nos rodea, pero si no se es capaz de escapar de muchas cosas, lo mejor es no intentarlo y dejar que "To The Principles For The Children" descanse en paz.
Octavius batería. Sunflower bajo. Djin guitarra.

A:  To The Principles For The Children
B:  To The Principles For The Children