sábado, 29 de abril de 2017

De Vinilos y Otras Glorias MDCCCXCII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Magma (Mekanïk Destruktïw Kommandöh) 1973


Hablar de Magma es hacerlo de algo diferente. A partir de aquí, el universo creado por este grupo tan especial, quizás el único no inglés que se acercó mucho al esplendor del Prog. de las Islas en calidad, se debe tomar como lo que es, algo único.
El disco que nos visita, su tercera obra, comienza un periodo de excelencia (sin desmerecer lo realizado hasta entonces) donde la creatividad se eleva de manera notable y deja claro que Magma eran ellos y nada más que ellos, a pesar de los pesares.
La mente de Chritian Vander, un iluminado que quiso crear no sólo un universo musical propio, sino una forma de comunicación más allá de lo establecido, llevan hasta el extremo las palabras originalidad e innovación, a través de una serie de obras donde lo prohibido comienza a tener sentido más que nunca o lo mejor es pasar página para siempre.
"Mekanïk Destruktïv Kommandöh" es el tercer peldaño del mundo imaginario, real, anacrónico, imposible... del grupo francés, un conjunto de temas que en sí mismo no son nada si no es con la comprensión de que todo forma parte de ese mundo propio, que a la vez se une a lo que había sido creado en los primeros álbumes y pretende dejar los cimientos para lo que vendría después.
Absoluto frikismo y maravillosa locura emocional, el Prog. más allá de cualquier parámetro en estado puro, éxtasis de coros femeninos que parecen llevarte hasta el paraíso fuera de este mundo, gargantas que se empeñan en romper los ritmos y contra ritmos de cada nota, cambios constantes y la excepcional manera de conseguir que el caos te envuelva para ser parte de él.
Para los que pensamos que los límites los ponen los necios, escuchar discos como éste sólo pueden llevarnos al delirio más absoluto, intentando comprender (que nunca he sabido si he podido conseguirlo) lo que nos llega para trasladarlo a nuestras mentes y disfrutar de la Música, otra manera más de abrir lo que nos quieren cerrar.
Como todas las obras de este calibre, un disco al que se llega o se deja, y si ocurre lo primero, simplemente dejarse embaucar y llenarse, el resto...
Christian Vander batería y percusión. Jannik Top bajo. Klaus Blasquiz voz y percusión. Jean-Luc Manderlier piano y órgano. René Garber clarinete y voz. Claude Olmos guitarra. Stella Vander coros. Muriel Streisfeld, Evelyne Razymovski, Michèle Saulnier, Doris Reihnardt coros.

FACE A:  Hortz fur dëhn Stekëhn west;  Ima süri dondaï;  Kobaïa is de Hündin
FACE B:  Da zeulh wortz mekanïk;  Nebëhr Gügahtt;  Mekanïk Kommandöh;  Kreühn Köhrmahn Iss de Hündin

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