sábado, 29 de abril de 2017

De Vinilos y Otras Glorias MDCCCXCI

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Greenslade (Time And Tide) 1975


La creación del teclista Dave Greenslade, ajeno a grupos varios y ya sellando con su nombre el universo creativo de la banda donde quería desarrollar su talento en primera persona, mantuvo interés como grupo durante los primeros momentos de su existencia, para irse diluyendo poco a poco en un indefinido modelo de Prog. que buscaba en otros estilos para llenarse.
Su cuarta obra ya se encontraba en el momento final de la creatividad antes mencionada, y aunque no se puede negar que "Time And Tide" tiene momentos efectivos del Prog. al uso sin guitarra y en formato de "todos los teclados del mundo crean la Música", no posee en su conjunto la fuerza que el prototipo de Sinfónico Prog. ajeno a lo intimista debería ofrecer, sobre todo porque este formato que tantos éxitos cosechó en momentos (incluido los primeros discos de la banda que nos visita) debe medirse muy mucho cuando prescindes del instrumento del Rock por antonomasia, sea el estilo que sea.
Es en los momentos de mayor pomposidad, cuando los ambientes se ensalzan como si se tratara de una ópera grandilocuente, cuando la efectividad de esta obra sí se acerca al mejor Greenslade, dominando todo el espacio con los teclados que acaparan el sonido y llevan a un viaje místico más allá de la propia creación. 
Sin embargo, los intentos de modificar esta sucesión de ambientes no son efectivos, y los cambios constantes hacia ritmos más enérgicos se quedan en fuegos de artificio donde no se puede hurgar porque es imposible encontrar una coherencia en la estructura.
Un disco que se adentra ya en el período tardío del Prog. y que intenta (no se le puede negar esto) encontrar otras fórmulas, pero a mi modo de ver sin mucho éxito, porque se sale de la línea que el grupo había trazado desde sus comienzos y el camino tomado parece no ser todo lo fluido que se hubiera pretendido.
Disco de momentos, instantes fugaces y deméritos a lo que el líder pretendía.
Dave Greenslade teclados a mogollón. Dave Lawson teclados y voz. Martin Briley bajo y voces. Andrew McCulloch batería y percusión.





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