jueves, 13 de abril de 2017

De Vinilos y Otras Glorias MDCCCLXXVI

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


The Moody Blues (On The Threshold Of A Dream) 1969


En la línea habitual de calidad de sus comienzos, que durante más de media década dejó obras de innegable valor dentro del estilo Prog. que ofrecían, nos encontramos con su tercer trabajo, este "On The Threshold Of A Dream", un álbum no por esperado igualmente sorprendente.
Mucha menos orquestación que sus dos primeros trabajos, aunque de algún modo esa falta se cubre con el mellotrón, que en pasajes demasiado evidentes no sólo suple a la orquesta sino que la imita.
La mística y el exotismo dan paso a un ambiente cósmico espacial, dentro de un concepto de álbum que no esconde en ningún instante la ambición fantástica y científica, como si de un cómic o novela de viajes infinitos se tratase. De hecho, los momentos en los cuales la voz del narrador nos va acercando a lo que quieren darnos a entender dentro de ese viaje, recuerda vagamente a la voz poderosa y enigmática del ente que maneja nuestros destinos en el icono "Odisea 2001".
De todos modos, aún teniendo en cuenta que el álbum es una pieza de la mejor época del grupo, la excesiva melodía de las canciones las hace un poco ingénuas, con un Pop que rezuma ganas de saltar todos los esquemas y llegar a cotas más complejas, que se consiguen en algunos de los momentos más intensos del disco y se sugieren sin llegar a ello en otros donde los ritmos no caben en una Música como la de The Moody Blues, de muchas más miras e intensidad en sus creaciones.
De lo que no cabe duda es de ser un buen disco de ese Prog. incipiente y más sinfónico que comenzaba a desgranar partes de una creatividad que antes era origen de otras formas de Música, y que este maravilloso estilo giró hasta la belleza.
Para quienes no conozcan la obra completa de la banda y se queden en los momentos de inspiración que dieron lugar a una parte más histórica que artística del grupo, este es otro de esos discos para degustar y disfrutar de un momento único en los albores del Prog. más clásico, que no por ello de menos calidad.
Ray Thomas voz, armónica y flauta. Mike Pinder teclados y voz. Justin Hayward guitarra y voz. John Lodge bajo y voz. Graeme Edge batería.

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