domingo, 16 de abril de 2017

De Vinilos y Otras Glorias MDCCCLXXIX

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Dragonwyck (Dragonwyck) 1970


Nacido en Cleveland, en esos USA que se despacharon a gusto durante más de una década ofreciendo calidad a raudales en la Música, el caso del grupo Dragonwyck es otro de tantos en los que el talento asoma para derramarse a borbotones y sin embargo las posibilidades del grupo en cuanto a impacto de ventas y popularidad fueron prácticamente nulas.
De hecho, este primer trabajo nunca dejó de ser un inencontrable disco del cual apenas vieron la luz unas decenas de copias, y como en tantas ocasiones, dada la calidad de lo que tenemos entre manos me resulta sorprendente esta falta de aceptación.
Entre voces y coros propias de la Psycho más auténtica del período, nos encontramos con las guitarras que nos van meciendo, metiendo y después atravesando con más de una pieza de distorsiones maravillosas, enaltecidas para llegar donde el órgano no abarca, en las mismas estrellas que se estremecen con seis cuerdas de acero de puro fuego.
Los conjuntos corales se permiten abrir el fuego de todo lo que acontece en los temas, para dejar (especialmente en los que se desarrollan sin límites de tiempo) que los espacios instrumentales permitan el lucimiento de los solistas y el conjunto cuando las composiciones se pliegan de nuevo y comienza otro paseo por instantes de consenso emocional desde las gargantas.
Un álbum de la Psycho más clásica, perfectamente elaborado, creado y destilado, con la sensación del trabajo medido desde el momento de la creación de las canciones y que durante todo el recorrido hasta llegarnos a los sentidos define una manera maravillosa de entender la Música y todo lo que conlleva.
Discos como "Dragonwyck" son la demostración de esa capacidad sin límites que el talento se empeña en hacernos ver, por encima de ventas, estrellatos o nombres propios detrás de las obras. Un disco de bellísima factura que merece la pena saborear al menos una vez para encontrarnos con lo que nunca es pero que debería haber sido.
Bill Pettijohn voz. Tom Brehm guitarra. Kenneth Staab teclados y voz. Mike Gerchak bajo y voz. Jack Boessneck batería.

SIDE ONE:  My future waits;  Ideas Within You;  Fire climbs
SIDE TWO:  Run to the devil;  God's dream;  Ancient child;  The vision



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