viernes, 26 de agosto de 2016

De Vinilos y Otras Glorias MDCCLV

Como somos unos inquietos, vamos a continuar por los senderos de esas piezas que son, por derecho propio y a los que representan, parte de la esencia de nuestra Música.


Faces (A Nod Is As Good As A Wink... To A Blind Horse) 1971


Si uno se para y desea disfrutar de lo que es el Rock And Roll entendido como un divertimento, con calidad, arte y ganas, quizás la trayectoria de los primeros discos de Faces sea un tratado mayor y mejor de lo que se piensa.
Su tercer disco, este trabajo de nombre inacabable y con mucha retranca, es otra pieza más para degustar y saborear eso que estamos diciendo, pero además realizado en un momento en el cual los músicos que componían el grupo estaban de un inspirado para alucinar, y juntos...
Tremendo trabajo para gustar, gustarse y hacer que uno se ponga las pilas en cada nota que llega, marcando sin querer (o queriéndolo porque los sentidos así te obligan a ello) el ritmo de unos temas que se escriben desde la inspiración rockera de todos sus creadores, traducidos con la magia y genialidad de los mismos y representados con una producción impecable que les hace aún más efectivos, maravillosamente viscerales.
A pesar de repartirse la voz solista entre Rod Stewart y Ronnie Lane (cinco a tres para el desmelenado rubio) ese timbre excepcional, carismático y emotivo del amigo Rod abre las puertas para que tras su garganta toda la Música fluya con una facilidad asombrosa (y no nos engañemos, Lane canta como los ángeles, pero algo tiene Rod...) y no es para menos teniendo a quien tiene la banda como componentes.
La época más descarnada de Ronnie Woood a la guitarra, tremendo con la slide, agarrando las cuerdas de acero y tirando como un poseso, gustándose en riff de puro Rock o acariciando suavemente junto a Lane la acústica en baladas que son parte de este estilo apasionante. Una sección rítmica todo terreno, con el propio Lane al bajo, voz, acústica... y la batería de Kenney Jones marcando ritmos de manual. Todo se completa con los teclados de otro grande (pero a veces injustamente olvidado) Ian McLagan, que crean los ambientes perfectos.
Disco de maravillosas sensaciones, un recorrido por lo mejor del Rock And Roll de la mano de un grupo mítico, un souvenir para llevarse a cualquier lugar, cerrar los ojos y disfrutar de los sonidos entrelazados hasta el infinito.
No olvidemos mucho de lo que fue, trabajos como éste son la inspiración que han dado paso a otras sensaciones más allá de lo puramente musical.

SIDE ONE:  Miss Judy's farm;  You're so rude;  Love lives here;  Last orders please;  Stay with me
SIDE TWO:  Debris;  Memphis;  Too bad;  That's all you need


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