miércoles, 6 de abril de 2016

De Vinilos y Otras Glorias MDCXLIV

Un músico que en lo que fue, cuando sus palabras escupían al viento, dejó esa huella en el adolescente que espera demasiado de donde no hay.


Steve Forbert (Jackrabbit Slim) 1979


El segundo álbum del rockero americano deja un regusto que continúa con la línea trazada en su primer trabajo y que seguiría durante un par de ellos más en los que puso muy alto el listón que más adelante no pudo saltar.
Y es que este "Jackrabbit Slim", encuadrado en una gloriosa época que abarcó media década y un poco más, es otro de esos discos que se degustan cuando el Rock llegado de las calles, de lo que se ve y se palpa cada día, se mete en vena sin remisión.
Porque el disco reúne un puñado de canciones de las que parecen de toda la vida, de las que se pueden cantar en un tugurio lleno de humo y con las botellas en la mesa haciendo hueco a la siguiente, tarareándolas sin problemas al son de la acústica y la voz, o en un local donde las cuerdas de acero de las eléctricas te llenan de Rock y te cuentan lo que sabes que te vas a encontrar cada mañana al levantarte. La voz desgarrada y casi rota de Forbert, recitando las estrofas que cuenta casi más que canta, es la primera señal para saber dónde te encuentras, con su acústica adornándola a la espera de que el resto de la banda (según qué temas) arranquen con la melodía que sólo este tipo de Música puede ofrecer.
Un puñado de canciones que se van adentrando en tu cerebro mientras sueñas despierto con lo que te dicen, creas las ilusiones alrededor de los ritmos que caen unos tras otro con el artista indicándote que no hay un hasta donde para soñar, porque la Música es capaz de alargar eternamente lo que un gran tema te ofrece, especialmente, como es el caso, si están muy bien escritos y mejor interpretados.
Si te gusta el Rock que se respira en la calle, el de las aceras cubiertas de vida y los callejones solitarios para entrar y no volver nunca, "Jackrabbit Slim" es uno de esos discos que siempre se pueden escuchar, saborear y disfrutar con cada nota que huele a todo eso y más. Si buscas cualquier otra cosa, lo de pasar página siempre es una opción, tan válida como lo que se escucha.

SIDE ONE:  Romeo's tune;  The sweet love that you give (sure goes a long, long way);  I'm in love with you;  Say goodbye to little Jo;  Wait
SIDE TWO:  Make It all so real;  Baby;  Complications;  Sadly sorta like a soap opera;  January 23-30, 1978


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