sábado, 26 de marzo de 2016

De Vinilos y Otras Glorias MDCXXXIV

Grupo sanguíneo demostrado, casi con la obligación de ser lo que ha sido y aún es, aunque ahora la corriente lo lleve porque no se puede hacer otra cosa (creo)


Johnny Van Zant (Brickyard Road) 1990


Se podría decir aquello de que "De casta le viene al galgo..." pero en este caso la casta la tuvo quien la tuvo y punto, porque Ronnie sólo hubo uno.
Antes de volver a renacer tras varios actos de magia negra y de contratos varios (sobre todo) el mito Lynyrd Skynyrd, Johnny Van Zant tenía su banda, a la cual daba su nombre y ofrecía su voz. Porque en la familia otra cosa no, pero vocalistas sobraban, e imagen, que se las daban que ni pintados, aunque insisto, sólo hay un cuadro donde deba salir la foto.
En su intermitente e irregular carrera con su banda, este "Brickyard Road" destaca por varios motivos que le hacen reseñable. En primer lugar porque el vocalista está mejor que nunca, usando sus cuerdas vocales como un instrumento que por fin rompe el silencio y te arrastra con ella. Después porque es capaz de crear varios temas en la mejor tradición de la épica sureña, en línea con los himnos que cualquier grupo de la zona que se precie debe escribir alguna vez (lástima que sean tres y no los diez del álbum, pero claro, de ser así estaríamos hablando de una joya de dimensiones superlativas) y porque se cree lo que está haciendo, al margen del apellido que lleva y lo que pueda suponer.
En lo demás, el disco es un buen puñado de canciones del Rock de los noventa, con ese sonido demasiado metálico, algún que otro teclado que sobra y las guitarras dominando todos los tiempos, aunque en mi opinión es más Rock que Sureño, algo que no debe importar, ya que cada uno hace lo que le da la gana, no por venir de una misma casa tiene que estar metido en un estilo.
A partir de aquí, se puede considerar como el final de una aventura (después se metió en otra y a él le salió redonda) que se puede disfrutar entre canciones que tienen algo que enseñar cuando las guitarras braman y se ensañan con el vinilo y la voz llega hasta esos momentos en los que quiere arrancar el micro y deja la impronta de quien tiene mimbres para salirse.

SIDE ONE:  Hearts are gonna roll;  Brickyard road;  Bad 4 U;  Love Is not enough;  Three wishes
SIDE TWO:  Party in the parking lot;  Young girls;  Love can be so cruel;  Take every beat of my heart;  Just a little bit of love

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