sábado, 15 de agosto de 2015

De Vinilos y Otras Glorias MDIII

Me voy a dar el gustazo de seguir a contra corriente y recordar donde he llegado en esta pasión que me llena, a través de los músicos que de una manera más que especial marcaron mi interés primero y mi amor poco después, por esta aventura a la que llamo magia.


Van Morrison (Into The Music) 1979


El "León de Belfast" ha tenido la capacidad de reinventarse muchas veces tras períodos de magia musical que solían abarcar media década y algún que otro suspiro. Tras un periplo por la gloria con la banda de sus primeras creaciones, a partir del año 77 y después de una crisis personal bastante aguda, comenzó la segunda etapa de su carrera musical, un momento donde su Música giró hacia otros descubrimientos pero sin perder ese halo de magnificencia que durante casi veinte años mantuvo.
"Into The Music" es un disco tan atípico como bello, un momento crucial en su devenir personal que queda reflejado en una forma de espiritualidad que conforman los temas principales del disco, una búsqueda de la salvación y el bienestar tanto físico como emocional a través de la Música. Con una banda excepcional que le acompañó durante otra media década y algún que otro suspiro, Morrison se lanza a tumba abierta con esa capacidad compositiva que le permite deslizarse por caminos infinitos, usando todo tipo de instrumentación para envolver sus canciones.
Un disco completo, enorme y de un calado especial en el cual hay una diferencia más que buscada entre la cara A y la B, con el ritmo, la apertura a las distintas melodías y el fogonazo de libertad mental que la primera parte plantea, en contraste con esa búsqueda de la "salvación" que los cuatro temas de la segunda parte nos deja, donde la voz sublime y casi ilimitada de Morrison hace lo que le da la gana para fomentar ese intento de llegar hasta lo imposible, jugando con su garganta en un ejercicio de pérdida de la noción de la realidad y viaje hacia todo lo que la mente pueda sugerir.
La entrada de esta segunda parte con "Angelou" calma todos los demonios y te prepara para ese momento de máxima excitación emocional conseguido con "And The Healing Has Begun" donde se nos dice que ya estamos en el camino. "It's All In The Game" continua la senda preparada para terminar con un suspiro.
Pero todo llega desde la energía emanada con los dos temas de entrada, "Bright Side Of The Road" y "Full Force Gale", que empujan a volar para que el aterrizaje sea como uno lo desee (con "You Make Me Feel So Free" resulta más fácil)
La banda, excepcional y unida al genio con un vínculo que asusta, da forma a este momento de delirio que cada uno desarrolla como quiere, sabiendo que tras él, la Música deja esa huella imborrable que la hace ser lo que nos lleva.
Van Morrison voz, guitarra y armónica. Toni Marcus violín, viola, stroviola y mandolina. Mark Jordan teclados. Herbie Armstrong guitarra y voz. David Hayes bajo. Peter Van Hooke batería. Pee Wee Ellis saxo. Mark Isham trompeta. Katie Kissoon voz.  



2 comentarios:

  1. Este es uno de esos discos que hay que escuchar dejándose llevar por los primeros acordes de "Bright side of the road" que te van abriendo un camino alegre y fácil de andar para llegar a una delicadeza como"Troubadours", preludio de una pieza con todo el sabor a terruño como es "Rolling hills". De ahí ya sólo disfrutar del auténtico Van Morrison en el resto de piezas que te llevan de la mano al final de un disco que se hace corto, muy corto.
    Maravilloso.
    Hasta el próximo.
    Ciao.

    ResponderEliminar