jueves, 23 de abril de 2015

De Vinilos y Otras Glorias MCCCLXXIII

Como una fiesta nos tomamos la buena Música, porque lo es hacer disfrutar en un mundo que se desmorona y que no da mucho más de sí.


Forest (Forest) 1969


No sé si el nombre del grupo representará a conciencia lo que buscaban, no sé si la sugestión de lo que indican con su presentación es lo que pretendían, pero Forest es en sí mismo un paseo por esos lugares donde la mística y lo desconocido se unen para llevarnos de la mano hacia una aventura que se pierde en el confín de nuestros pensamientos.
Espectacular Folk, mágico y de calidad se da cita en este primer trabajo del grupo que nos deleita con una obra inmensa de sensaciones, sentimientos y emociones, vaciando sobre los surcos doce trallazos de pura seda que se impregnan en la piel de una manera absoluta para hacerse parte de uno.
En formato de trío, excepcional el conjunto coral que riega los temas, momentos de preciosos recitados e inmensos juegos corales con tres gargantas que van sobradas para ofrecer un susurro tras otro entre melodías que se pierden en la noche de los tiempos, ajenas al momento de la creación y buceando entre historias de siglos que fueron parte de esa búsqueda por traer hacia nosotros lo que se hacía en momentos en los cuales la Música incendiaba desde lo más profundo la vida de quienes la vivían.
Acústicas de suaves arpegios, melodías dulces y sensuales mezcladas con sabiduría y mucha clase con esas voces ya comentadas, armónicas, mandolinas, teclados que a través del órgano nos ofrecen ambientes atemporales, cuerdas y percusiones para realzar la belleza de lo que se ofrece, un conjunto de canciones creadas pensando en el infinito, porque es allí donde te transportan, a un lugar en el cual todo se convierte en los sonidos que nos envuelven emanados de cada surco.
Para que la Música impregne el alma y no deje lugar a dudas en lo que ofrece, trabajos como "Forest" se llenan de calidad, melancolía y sabiduría, un disco que riega la piel y llena los silencios, una obra realizada desde lo más profundo y que llega hasta donde pocas cosas se hacen espacio.
Martin Welham guitarra, órgano, piano, percusión, pipes y voz. Derek Allenby mandolina, armónica, percusión, pipes y voz. Hadrian Welham guitarra, armónica, pipes, chelo, harpsichord, percusión, órgano, mandolina y voz.

SIDE ONE:  Bad Penny;  A glade somewhere;  Lovemakers' ways;  While you're gone;  Sylvie;  A fantasy you
SIDE TWO:  Fading light;  Do you want some smoke?;  Don't want to go;  Nothing else will matter;  Mirror of life;  Rain Is on my Balcony



2 comentarios:

  1. No hay duda que ha sido una fiesta donde los elfos, hadas y brujas han bailado alrededor jugando entre las sombras de los árboles y creando un espacio de auténtica fantasía.
    Hasta el próximo.
    Ciao.

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    1. Si quieres un mundo imaginario, este álbum te lleva donde los sueños viven.
      Ciao

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