sábado, 14 de marzo de 2015

De Vinilos y Otras Glorias MCCCXX

Como somos así de reincidentes, volvemos a esos momentos de extraños suspiros que duraron lo que demuestran las emociones de un vinilo.


After All (After All) 1969


Con una portada que puede ser muy sugerente o un disparo al entrecejo (hay gente para todo, por eso se puede elegir) comienza la aventura de escuchar "After All", disco homónimo del grupo que nos visita, única experiencia musical juntos de los miembros integrantes del mismo que tras la aventura tomaron caminos dispares dentro del mundo de los sonidos.
Diría sin dudar que se trata de un disco de Psycho más que evidente, pero esa misma evidencia me anima a plantearme que sea lo único que la obra ofrece, porque la amalgama de estilos dentro de la misma nos hace viajar por senderos del Rock, el Blues, Prog. de melodías nada ocultas e incluso un poco de jazzy en algunos de sus pasajes (especialmente cuando el piano suena de manera preferente)
El sonido limpio y elegante del disco se sustenta en los duetos perfectamente marcados entre el órgano de Alan Gold y la guitarra de Charles Short, unos momentos que divagan por el espacio de las notas y van turnándose en melodías inacabadas que parecen sustentarse en el aire, preciosos los ritmos y las melodías. El bajo de Bill Moon y la batería de Mark Ellerbee se encargan de llevar de la mano esa base rítmica en la que todos los temas se van desarrollando, con una calidad más que estimable a la hora de contemporizar y sostener la capacidad de los solistas para recorrer los instrumentos.
Las letras de los temas, firmadas por Linda Hargrove, llegan a través de la garganta de Ellerbee, que de manera suave y melancólica entona las estrofas como un orador desde la lejanía, meciéndote y dejando que todo llegue de manera natural (excepción hecha del espacio en el cual un tema como "Nothing Left To Do" se desmanda y parece que te va a arrancar el alma) un susurro, una suave brisa.
Disco de propuesta arriesgada que sale airoso por la calidad de las composiciones y la manera tan especial en la que son realizadas, una mezcla perfecta de estilos, de ideas y de momentos que se unen en un todo espectacular y sobre todo bello, muy bello.
Descubre "After All", una hermosa manera de aliviar la mediocridad que nos rodea, un disco para poder soñar y desplazarte sobre esos sueños sin miedo a caer.

SIDE 1:  Intangible She;  Blue Satin;  Nothing Left To Do
SIDE 2:  And I will follow;  Let It fly;  Now What Are You Looking For;  A Face That Doesn't Matter;  Waiting

2 comentarios:

  1. Se me hacía difícil adivinar que se escondería tras esa carátula tan peculiar y mira por donde me he encontrado con una verdadera delicia desde el primero al último tema, la diversidad de ritmos es fascinante y el piano en Nothing Left to Do es de otro planeta.
    Esos vuelos sin motor crean adicción.
    Felices sueños. Besos.

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    1. Hay adicciones que nunca vienen mal, por eso la Música nos tiene enganchados desde hace tanto tiempo.
      Besos

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