sábado, 28 de febrero de 2015

De Vinilos y Otras Glorias MCCCIII

Un genio de la guitarra (acústica en especial, eléctrica cuando se pone) vuelve a nuestro espacio para que podamos saborear su arte.


Bruce Cockburn (Dancing In The Dragon's Jaws) 1979


Me apasiona Bruce Cockburn, es más, creo que hay una especie de hilo invisible al que puedo llamar amor cuando hablo de su Música, y eso me pasa de vez en cuando, a pesar de ser un apasionado de esta maravillosa locura.
Tras una primera época de acústicas sensaciones que dejaron un puñado de obras magnas y fabulosas, después del impresionante doble en directo del año 77 dio un pequeño giro en su carrera y sin dejar (no podría, porque es él mismo) el intimismo del que impregna a sus creaciones, comenzó a extenderse por los senderos de las guitarras eléctricas y los temas con más instrumentación, aunque poco a poco iba entregando parte de esto mismo en sus anteriores trabajos.
"Dancing In The Dragon's Jaws" es otra de esas obras que nadie llamaría maestra porque a Cockburn no se le considera lo suficiente, pero en mi caso me lanzo al barro de la incomprensión y me atrevo a decir que se trata de una creación que raya lo eterno.
La voz única, inigualable, subyugante y emocional del artista canadiense se te mete por la piel, busca en tus entrañas y se instala en el alma para no salir jamás. Esta voz que en este disco particularmente, donde no hay temas instrumentales, se compromete a llevarte a través de los sentidos, abre la puerta a la guitarra de Bruce, tanto en los momentos eléctricos como acústicos, provocando ese anhelo por lo bello que poco a poco va llegando sin esfuerzo. 
Perfectamente apoyado por una banda de viejos amigos que se ocupan de lo que él no hace, Robert Boucher al bajo, Bob DiSalle en la batería y Pat Godfrey con el piano y la marimba, que mantienen el ritmo íntimo y personal de los temas, el disco se desarrolla en la línea de la perfección que Cockburn siempre busca y que tantas veces ha alcanzado.
Temas que son parte de su historia en directo como esa oda que te levanta del asiento llamada "Wondering Where The Lions Are"; una maravillosa recreación del susurro titulada "Badlands Flashback" o la parte de su historia recitada "Hills Of Morning".
No falta el francés acompañando a su lengua mater, y poco a poco los 37' de Música te van poseyendo hasta creer que te encuentras en un sueño, una sensación que con Bruce Cockburn es fácil de conseguir.
Disfruta de un genio cuando la Música se convierte en magia.

Face One:  Creation Dreams;  Hills Of Morning;  Badlands Flashback;  Northern Lights
Face Two:  After the rain;  Wondering Where The Lions Are;  Incandescent Blue;  No Footprints


4 comentarios:

  1. Creo que a los que te seguimos no nos hacen falta muchas presentaciones. Eso sí, que nos recuerdes de vez en cuando que tenemos ésta y otras joyitas más escondidas en nuestros archivos no está nada mal. La verdad es que hacía tiempo que no me deleitaba con este disco.
    Gracias por estar ahí para sacarnos de nuestro día a día y hacernos disfrutar.
    Hasta el próximo.
    Ciao.

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    1. Gracias a los que sois tan "extravagantes" como para apreciar estas maravillas que la gente "normal" no conoce.
      Ciao

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  2. La Música de Cockburn es una llamada a las sensaciones, su voz un refugio para los sentimientos, crea una atmósfera única donde todo lo mágico confluye, no es posible traducirlo a palabras hay que disfrutarlo como es.
    Besos.

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    1. Eso es cierto, las palabras ya las dice él y la Música habla por sí sola.
      Besos

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