domingo, 28 de diciembre de 2014

De Vinilos y Otras Glorias MCCXLVII

Guitarrista excepcional, músico complejo y personaje auto destructivo, todo en uno lo poco que dio de sí.


Tommy Bolin (Private Eyes) 1976


Un guitarrista pretendido por muchos y que muchos quisieron echar de su lado, soberbio cuando daba lecciones de guitarra con su corta edad gracias a un talento descomunal que nunca fue más allá de lo que las bandas donde estuvo le permitieron.
Lo poco de Tommy Bolin en solitario intentando hacerse una carrera en el mundo de la Música llegó tras la separación y finiquito de Deep Purple, con un gran álbum debut llamado "Teaser" y esta segunda entrega que nos visita, su póstuma entrada en el mundo de los sonidos titulada "Private Eyes".
Me gusta el estilo de Bolin, me agrada su forma de hacer sonar la guitarra y cómo llevaba el Rock en las venas. Evidentemente sólo él dio por concluida su efímera carrera como músico pero creo que los dos discos que realizó son interesantes para saber por dónde iba cuando tomó las riendas (de aquella manera, según se ha visto) de su trayectoria musical.
Rodeado de una banda con clase y que sabían lo que había que hacer, el talento a la guitarra de Bolin y su voz aterciopelada, que fue una sorpresa cuando se encargó del micro, hacían el resto. Intuitivo, genial, con recursos, en este segundo trabajo intenta continuar la labor de su primer disco y quizás ese es el error, aunque en los momentos en los cuales da rienda suelta a las seis cuerdas todo se eleva, como en ese tremendo trallazo en el cual se convierte el tema "Post Toastee", donde las influencias de la Música que le gusta se ven bien a las claras. 
Si con 25 años revientas, poco puedes dar de ti en un mundo en el cual el talento se desborda (los que lo tienen y se empeñan en enseñarlo) sin embargo Tommy Bolin había marcado más de una señal de calidad en este espacio y este "Private Eyes" que no es en absoluto un mal disco pero para mí adolece de cierta calidad a la hora de componer cuando la guitarra debe estar a otra cosa.
Aún así es un trabajo de Hard Rock bien hecho, con ganas y momentos que llegan, un disco que no sobra porque dice algo dentro de ese estilo apasionante, y además escuchar esas seis cuerdas cuando realmente se ponen es una gozada que hay que aprovechar.

1:  Bustin out for Rosey;  Sweet Burgundy;  Post Toastee
2:  Shake the devil;  Gypsy soul;  Someday will bring our love home;  Hello, again;  You told me that you loved me


2 comentarios:

  1. Se percibe una magia especial en la guitarra de Bolin, suena como si el alma se le hubiera agrandado en aquellos momentos para crear sonidos con los que ahora, se hace fácil poder soñar.
    Mucho sentimiento. Precioso.
    Besos.

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    1. Sólo le faltó ponerlo en su cabeza. Un gran guitarrista.
      Besos

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