sábado, 1 de noviembre de 2014

De Vinilos y Otras Glorias MCCVII

Seguimos disfrutando con el talento de grupos que pasaron fugaces por nuestra vida dejando una estela de belleza sensorial.


Mountain Bus (Sundance) 1971


Inmenso trabajo, y único por cierto, de una banda bastante menospreciada si nos atenemos al talento que tenían. Sonido más parecido al de la Costa Oeste que del área de Chicago por donde se movían, Rock maravilloso y sutil con grandes momentos instrumentales para recorridos sin final que llenan los sentidos.
Los solos de guitarra recorren libres y sin ningún tipo de trabas los altavoces para llegar hasta la mente en esos espacios en los cuales las seis cuerdas son reinas absolutas de la función. Bill Kees y Ed Mooney se despachan a gusto turnándose en interminables solos para gusto y placer de los que amamos esas sensaciones de eternas melodías. Acompañados por una banda que ofrece Música de calidad, un Rock fresco y brillante en el cual destaca sobremanera el trabajo en la voz de Tom Jurkens (que al que suscribe le recuerda muchas cosas y todas buenas) 
La sección rítmica juega a lo mismo que las guitarras a su manera, con dos baterías que te hacen sentir constantemente los ritmos y contra ritmos que llevan las canciones, especialmente en las jams inacabables, a cargo de Steve Krater y Lee Sims, y para completar la calidad de lo que llega el bajo manejado de manera sobria y elegante por Craig Takehara.
Evidentemente los mejores momentos del disco (y son muchos, por suerte) los ofrecen esas canciones de largo recorrido que te envuelven con un halo de sonidos embaucadores, maravillosos; "Sundance" se convierte en una cabalgada estremecedora que viaja por la parte más abrupta de la Música que el grupo ofrece, seca, dura, intensa... genial. Momentos de calma entre el Country Rock como "I Don't Worry About Tomorrow" o la delicadeza sensual de "Apache  Canyon" que sirven de engarce con esas jams demoledoras y sugerentes; tremendo tema "I Know You Rider" y sus 10'14'' para gustarse y hacer gustar.
Disco de contrastes por el origen del grupo y lo que nos ofrece, un recorrido por el Rock americano más auténtico, memorable en lo instrumental y fantástico sonando como una pieza de improvisación pasada por el trabajo en la creación de los temas.
Para espíritus libres y mentes que se niegan a aterrizar mientras una buena guitarra esté atravesando el silencio, porque eso nunca tendrá precio.

side one:  Sing a new song;  Rosalie;  I Don't Worry About Tomorrow;  Sundance
side two:  I Know You Rider;  Apache Canyon;  Hexahedron

2 comentarios:

  1. La música tratada maravillosamente para que las melodías parezcan volverse eternas y ser escuchadas infinitamente, precioso y una delicia para dejarse ir.
    Besos.

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