sábado, 26 de julio de 2014

De Vinilos y Otras Glorias MCXXII

Algo insólito por lo que supuso y sobre todo por el artista implicado en el hecho, de cualquier forma una belleza para degustar.


Robbie Robertson (Music For The Native Americans) 1994


Se podría decir que Robbie Robertson, el líder y alma de The Band durante más de una década tenía una deuda pendiente con una Música ajena a su estilo de toda la vida y que al ofrecerle realizar la banda sonora para la serie de The Native Americans la pudiera por fin pagar.
El disco se convierte en una elegía para los pueblos (o naciones que dicen ellos) indios americanos, un homenaje en clave de sonidos espectrales y delicados que viajan por los siglos y se van posando poco a poco en la actualidad, un presente que los recibe a ritmo de sinfonía de una belleza enorme.
Voces y coros de los propios integrantes de esas naciones van llenando el espacio en los temas de marcado carácter minimalista mientras que la voz de Robertson, más ajustada y delicada que en otras ocasiones, se guarda para los ritmos y melodías más cercanas a la demostración de fuerza que se quiere dar a entender en otros pasajes de la obra.
El resultado es un disco de una factura impecable donde los teclados, los arreglos orquestales y los efectos se hacen con todo el ambiente que se pretende recrear, un mundo de enigmáticos sonidos para una forma de vida que no se ha perdido pero que se quiere revitalizar por lo que fue; la belleza de todo lo que nos llega se ve agrandada por la guitarra de Robertson, delicada, casi sensual que se ve envuelta en esos trances que el resto de los instrumentos consiguen. 
Una obra para un homenaje, un suspiro en el viento que pretende ser un grito desgarrado desde el silencio más profundo llegando hasta las entrañas cuando te va tomando poco a poco con la delicada textura que la seda que ofrece te viste, un disco de emociones contenidas al principio y que estallan de manera brutal conforme van pasando los 54'30'' de orgías sensoriales y sentimientos encontrados.
Disfrutar de la belleza aún es posible, Robbie Robertson nos acerca a ella para que la tomemos entre nuestras manos en este disco que es en sí mismo una oda a lo que gusta y enamora sólo con el roce de los sonidos.

Songs:  Coyote dance;  Mahk Jchi;  Ghost dance;  The vanishing breed;  It Is a good day to die;  Golden feather;  Akua tuta;  Words of fire, deeds of blood;  Cherokee morning song;  Skinwalker;  Ancestor song;  Twisted hair

2 comentarios:

  1. Un disco de increíble belleza.Exclusivo para sensibilidades extremas.
    Maravillosa máquina del tiempo la Música sólo ella consigue hacernos viajar donde y cuando quiere en un abrir y cerrar de ojos.
    Efectivamente la belleza aparece cuando menos te la esperas y sorprendentemente me acabo de dar de bruces con ella.

    Felices sueños
    Besos

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    1. Si además esa belleza está vestida de sonidos todo puede ir hacia el lugar donde es posible.
      Besos

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