sábado, 19 de julio de 2014

De Vinilos y Otras Glorias MCXI

Una delicatesen de esas que se perciben a lo lejos y se acercan y se acercan hasta hacerse parte de ti nos acompaña en estos instantes de ruptura con todo lo "anormal".


Pink Floyd (The Piper At The Gates Of Dawn) 1967


Creada en su gran mayoría por la mente de un genio, la obra de presentación del icono llamado Pink Floyd y que con el tiempo se convirtió en santo y seña del Prog. para amantes de muchas cosas trascendentales es una joya de la Psycho más pura y excelsa, una obra de arte de tantos quilates que abrumaría a quien quisiera medirla como tal.
Cuando aún se encontraba en estado de exquisitez creativa Syd Barrett junto a sus compañeros que compartían con él escenarios de luces psicotrónicas, desvaríos emocionales y demás placeres ocultos en la mente parió y entregó esta barbaridad que es por sí misma vértice y guía de muchas de las maravillosas y emocionantes diabluras que se han hecho posteriormente.
Embutido en su mente y al margen del universo la creatividad de Barrett se lanzó hasta el confín del universo para que todo lo que pudiera medirse más allá de la propia lógica tomara forma y se plasmara en este "The Piper At The Gates Of Dawn" demostrando que era posible y que esa década prodigiosa podía aún inventar lo que ya estaba de mil maneras y colores (especialmente colores)
Guitarras embravecidas pasadas por un sin fin de efectos, teclados desgarrando el silencio que se te meten en la mente hasta decir basta, unas percusiones que no tienen mesura a la hora de golpearte y patearte de manera salvaje y ese bajo que tiende a soltar las cuatro cuerdas para poder enrollarse en el pescuezo y apretar son suficientes y a la vez demasiado poco cuando la obra te hace suyo y te sumerges en ese mundo onírico en el cual todo es posible, absolutamente todo.
A partir de aquí lo único que se puede hacer es disfrutar de un disco tan maravilloso como enigmático, excelso y brillante, una emoción en clave de genialidad salida de un genio e interpretada por cuatro que no deja nada al azar llevándonos de paseo por esos sueños que cada uno tenemos más allá de toda lógica, razón o normas establecidas, cuando somos libres y absolutamente capaces de discernir lo que nos llega.
Syd Barrett guitarra y voz. Roger Waters bajo y voz. Rick wright teclados. Nicky Mason batería.

SIDE ONE:  Astronomy dominé;  Lucifer Sam;  Matilda mother;  Flaming;  Pow R. Toc H.;  Take up thy stethoscope and walk
SIDE TWO:  Interstellar overdrive;  The gnome;  Chapter 24;  The scarecrow;  Bike

2 comentarios:

  1. Antes de nada, prometo volver a él en otra ocasión.
    La verdad es que los últimos diez minutos del disco son muy asequibles pero me queda mucho trecho por recorrer en esta aventura de la música antes de poder disfrutar de una obra como esta.
    Ahí seguimos.
    Hasta el próximo.
    Ciao.

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