De Vinilos y Otras Glorias MCX

Una vuelta de tuerca a estos artistas llegados desde el lejano oriente con una voz que sumerge en los sueños por su belleza y arte.

Yoshiko Sai (Mikkô) 1976

El segundo álbum de la artista japonesa Yoshiko Sai nos trae un gran disco de Acid Folk Psycho con todos los ingredientes por los que el estilo se mueve añadiendo el toque de belleza innato en la Música japonesa.

Instrumentalmente el disco es de un nivel tremendo porque Yoshiko Sai tiene la habilidad de rodearse de músicos inmensos que consiguen en ese sentido una obra redonda, tremenda, pero lo que no se puede negar ni eludir porque es así y de esa forma está concebido por razones obvias es que todo gira alrededor de la sensual y emotiva voz de Yoshiko, una maravilla que te roza la piel y excita al meterse en tus entrañas.

Las guitarras acústicas susurran entre pianos cálidos y ritmos de cadencias que hipnotizan con el acero apareciendo de vez en cuando para dejar ese momento intenso. Por encima de todo la garganta privilegiada de la cantante que hace que el japonés se convierta en parte de lo que tu mente busca al escucharla. 

Temas que son un paseo por ese Folk Psycho delicado incluso en los momentos en los que el atrevimiento les hace llegar a transformar un Blues en un íntimo instante con tus propios sueños ("Spring" te hace caer en ese letargo de una Música eterna) en otros instantes la Música tradicional toma su espacio tratada por los músicos de una manera tan especial que la transforman para que llegue fresca y actual sin desmerecer un ápice en lo que ofrece, el sitar, la flauta, el dulcimer y sobre todo las acústicas acariciadas con mimo lo consiguen, como la belleza superlativa de "Silk Road" una delicatessen sin final aparente.

"Mikkô" se convierte en una pieza de belleza sensorial que nos envuelve y transporta hacia donde todo es posible, una preciosa forma de ascender con los sentidos llevados por los sonidos que surgen del talento de Yoshiko Sai, creadora de la Música, las letras así como de la preciosa y original portada que dota al disco del último toque de exquisitez que por otra parte nunca pierde.

A veces encontrar la seda no es tan difícil como nos quieren hacer ver, pero es cierto que los ojos pueden estar cegados y la Música es un buen antídoto para que la luz vuelva a regarlos.