jueves, 26 de junio de 2014

De Vinilos y Otras Glorias MLXXVII

Nada como un poco de poder sónico para que los sentidos se desparramen por el infinito, algo que me encanta para degustar las mieles que me deja la Música.


Orion's Beethoven (Superangel) 1973


Uno de los grandes discos argentinos de los sesenta y setenta y hoy en día obra de culto por el significado musical del mismo. Un artefacto que no engaña en lo que da, un Prog. descarnado y salvaje en el cual se mezclan más de un estilo y donde sus componentes, un Power Trío tan demoledor como melódico según el caso se plantan para grabar esta obra que es el desarrollo de una idea que aglutina el todo en un sólo momento desgranado en cuatro piezas perfectamente unidas entre sí.
"Superangel" es el tema estrella, la idea, el por qué y la razón, una canción que ocupa la cara A del disco y que a modo de epopeya musical se divide en tres partes diferenciadas por el grupo entre las cuales se disputan el ritmo, la cadencia, la manera de expresión de lo que será todo el disco, porque a partir de aquí el camino se va recorriendo sin pausa y de una manera continuada, pero dentro de este "Superangel" este trío argentino de imponente poder nos da a elegir entre el Hard Prog. más lacerante en un primer envite titulado "a) El camino de los superhombres" donde se despachan a gusto con una demoledora entrada a galope tendido y la voz viniendo desde el más allá, un giro radical titulado "b) Soy el Sol" con acústicas preciosa y melodías de susurros contenidos en el más puro cambio de registro del Prog. melódico; no contentos con ello la tercera parte de esta suite eje llamada "c) Nirmanakaya" se desliza por perfiles de Psycho Prog., ritmos funky y alegorías sesenteras, saxo metido para abrasar y momentos de orgías mentales en pleno intento de comprender el nuevo giro de los acontecimientos, oscuro, lejano, emocional.
Una obra que marca al resto, los tres temas de la cara B, "Retrato de Alguien", "Hijo del Relámpago" y "Sinfonía Nº 8 en Si Menor" son un ejercicio de buen Prog. tomando lo que saben de aquí y de allá, especialmente el último tema, pura escenificación de la mezcla entre Música clásica y Prog. sinfónico basado en F. Schubert.
Un disco distinto, original, una idea intensa plasmada de la mejor manera posible en el vinilo (la producción adolece de un sonido mejor y la voz quiere estar pero se va, se aleja, se escapa...) los medios y lo que no había, pero en el resto me parece una obra para escuchar por lo que sugiere e intenta y por supuesto porque la magia está en cualquier parte y eso es pura ilusión.
Ronán Bar bajo, órgano y voz solista. Adrián Bar guitarras y voz. José Luis González batería.

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