domingo, 25 de mayo de 2014

Surcos del Siglo XXI - 219

Lejanos en el espacio, Música como tantas otras que rompen las fronteras cuando el lugar no significa nada.


Blackhead (Full Flavor) 1997


Un viejo amigo, entusiasta guitarrero, rockero hasta la médula (tirando por la zona Hard) y enamorado de los sonidos poderosos (su máxima ilusión era quedarse sordo a golpes de seis cuerdas) me introdujo en una Música desconocida para mí porque las posibilidades de acceder a ella eran bastantes escasas, me refiero al Rock asiático y todo lo que alrededor suyo se cuece desde hace tanto tiempo que ni se acuerdan.
En plena carrera para llegar al siglo XXI de nuevo surgió una corriente de grupos ajenos al gran mercado japonés que intentaban llevar esos sonidos más allá de su propia zona y entre ellos y con un poco más de éxito que otros muchos se encontraban Blackhead. 
"Full Flavor" fue una sorpresa para mí y me alegró el regalo por parte de mi amigo de este grupo llegado desde Thailandia y que se dedica a romper los cerebros de quienes nos atrevemos a escucharlos. No esconden nada, es un Rock tan pesado como duro y en ocasiones rozando esas nuevas tendencias que se llamaban de mil maneras y nunca entiendo, el Trash, Stoner... pero de lo que no cabe duda es que tienen muy claras sus influencias y lo que dan, otra cosa con ellos no va y así lo hacen ver en cada tema de los 12 que componen el disco.
Es cierto que se permiten alguna balada suave y con ganas de hacer bailar juntitos al personal, pero esas dos excepciones (que podían sobrar perfectamente) no es lo suyo, en lo que están mejor y se les escucha de manera agradable es en los temas en los cuales arrasan con ganas de quemarlo todo. Cantado en su lengua natal salvo alguna excepción en inglés, la voz te pone en guardia con sus salvajes acometidas, un bestia de mucho cuidado y a partir de aquí las claves del Rock más salvaje salen a relucir.
Guitarras asesinas desgarrándote la piel, escasos solos pero efectivos con pedales y efectos para abundar más en la dureza que lleva impresa la Música, riff secos, abrasadores en la tradición del Rock que destripa y tras las seis cuerdas una batería que ha debido hacer la promesa de patearte el culo porque pone un empeño en ello bastante serio. El bajo cumple al lado de los timbales y juntos suenan de manera compacta, un sonido cuidado y elaborado (aquí se ve que la producción se ha esmerado) quizás los temas que tiran un poco más de elementos tradicionales de su país son los más flojos, o yo no los entiendo tanto, pero cuando cogen carrera se les nota de dónde vienen sus gustos.
Un disco para escuchar otras tendencias, lugares, formas... al final Música y para saber que en cualquier lugar los sonidos son tan universales como lo que llega.

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