sábado, 17 de mayo de 2014

De Vinilos y Otras Glorias MXXXIX

Lo dicho, la Música no tiene límites y por si acaso se dudaba (que de todo hay como en botica) esta joya de lo más profundo de los recuerdos para romper tópicos.


The Matadors (Get Down From The Tree!) 1966-1968


Si nos atrevemos a creer en los sonidos, su magia y la esencia de todo lo que llevan es evidente que creeremos en cualquier cosa que con calidad, clase y poderío llene el silencio con las notas de la Música. El lugar, los instantes, épocas o momentos donde se desarrolle el talento importan por el placer de apreciar lo que se podía hacer sin casi nada, no por lo que se hacía si tenía calidad.
The Matador es un grupo que nació, creció y realizó toda su producción discográfica (que por cierto se presenta íntegra en este "Get Down From The Free!") en lo que se llamaba en esos años Checoeslovaquia, y creerse esto con la época convulsa de Centro Europa, el telón de acero aplastando conciencias y libertades y el final de la primavera de Praga acabando con el sueño de mucha gente es como mínimo para alucinar.
Si además el doble vinilo nos presenta 24 trallazos de calidad más que notable de un grupo que se lo debió currar de una manera poco ortodoxa ya es para acariciar el vinilo y besarlo antes de que el diamante le haga estremecer.
Un grupo sin nada que perder y con unas ganas brutales de hacerlo bien, lanzándose a hacer Música de mucha calidad sin un estilo definido, tocando desde el Psycho más clásico, Blues, Soul, R'N'B y lo que pillaran por delante, cantado en inglés y con un sentido de la composición realmente tremendo.
Es fascinante escucharles y saber qué estaba pasando alrededor suyo, Música salida de las entrañas, guitarras eléctricas a galope tendido que sobre todo en los riff lo bordan, una sección rítmica que soporta el peso de los temas sin esfuerzo y la voz de croner clásico que sin esfuerzo llega hasta donde quiere, liderando las melodías y recreándose en las estrofas de manera muy sugerente.
Un disco para disfrutar en el más amplio sentido de la palabra de una Música global, al margen de influencias (que las tiene y muchas) de clases y modos, el placer por lo bien hecho transformado en sonidos en una época donde tipos como estos demostraban que era posible, no importa el por qué, la Música surge del alma y eso no se puede encorsetar.
Para paladares libres como las mentes que se niegan a refugiarse en ningún lugar cuando la Música suena, porque eso es... el infinito.


No hay comentarios:

Publicar un comentario