sábado, 5 de abril de 2014

Discos Melocotón... Para Siempre (No Hay Un Por Qué ¿O Sí?)


Es curioso, pero ha sido saber que Discos Melocotón cierra y gente que hacía como quince años que no hablaba conmigo me llama para preguntarme qué pienso, lo que va a pasar con mi vida, si terminaré aprendiendo la técnica de los samurais para hacerme el hara kiri y dejar este mundo que me deja solo y abandonado (algunos deben conocer lo de mi afición por el Rock Japonés y sus sucedáneos) quizás usar el veneno en vena para que sea más rápido...
Pienso que son gente que no me conocen y por supuesto no conocen el legado de Discos Melocotón, porque de ser así sabrían que gracias a las enseñanzas, las cientos de horas de charlas y amor por la Música, de los momentos en la tienda con Pablo y Eduardo // Eduardo y Pablo (hoy he cambiado el orden por aquello de tanto monta) y sus conversaciones ajenas a lo que es ese espacio pero que ocupa la vida estoy en disposición de seguir viviendo y aspirando esa esencia que me da la vida y que se llama Música.

Evidentemente que no me conozcan no me sorprende, nunca se acaba de conocer a nadie, es un hecho, como esa entrevista brutal que le hicieron a las dos chicas (podría decir músicas, intérpretes o creadoras pero me lo guardo para quien lo merezca) del grupo español Dover, ese paradigma del Rock en estado puro (o puto, porque visto lo visto) en la cual se permitían la delicatessen de soltar que si ser moderno era comprar vinilos en Discos Melocotón y luego se corrían de gusto (esto es una apreciación mía pero si alguien suelta lo que soltaron debe ser en un estado de orgasmo absoluto ajeno a la conciencia y la lógica sea mujer, hombre o sucedáneo de ambas cosas, que el sexo tiene esas cosas) diciendo que uno de sus héroes era Miguel Bosé porque se reinventaba a sí mismo cada vez que quería y Marta Sánchez por saber reponerse de sus altibajos ¿? 
Que sí, moninas, que sí, que reinventarse es levantarse cada mañana sin un puto duro ni jodidas expectativas para sacar adelante un día más la vida que se te cae encima y no lo que hace ese mamarracho y las mamarrachas (ejemplo claro y evidente queda dicho) que le siguen.

No nos conocemos porque no queremos, pero a veces nos arriesgamos, como el chaval que al verme salir de Discos Melocotón con mi paquete de sueños en forma de vinilos me soltó "Hola, veo que te gusta la Música de calidad porque sales de la tienda con discos, me gustaría que esta noche fueses a vernos al grupo donde actuamos..." y me dio una entrada para un bolo en una discoteca a la que no puede ir; no sé quién era ni si son buenos, pero al menos cierta parte de su mente está donde debe. Yo no sé tocar una puta maraca y creo que distingo entre Miguel Bosé, Marta Sánchez, Dover y la madre que los parió.

Cierra Discos Melocotón y pienso en el suicidio... ¡¡no me jodas!! si con lo que Eduardo y Pablo // Pablo y Eduardo me han enseñado y en el camino en el cual me han puesto puedo vivir hasta la Eternidad y un día, porque el día de más se lo debo a quienes llevan matándome hace 36 años ¡¡qué jooooooooé!! y a su vez joderles con lo que hemos sacado juntos por el camino estos dos genios y el que suscribe que no dejan de ser melodías que me llenan el alma para reírme del universo, las galaxias y de quien siente que me está jodiendo de por vida. 

Lo que la gente no sabe es que el legado de la Música pervive para siempre, da igual los impresentables que quieran acabar con él o los zafios que en su desnudez mental sigan creyendo que las puertas cerradas significan la mente chapada. Años, décadas y la vida de cada uno de los que hemos sentido lo que Discos Melocotón nos daba seguirá viviendo de lo que allí se ha realizado, eso lo quieran o no las de Dover (genial el giro pijo de chicas bien a su imagen) el chico ese que se pone una falda o dice algo en italiano porque no vende nada de lo que vende de palabra a pesar del apellido mancillado y los que escriben crónicas por teléfono, telepatía o mirando la Wikipedia a ver qué dicen... ¡¡y cobran a final de mes los jodidos!!

Pablo y Eduardo // Eduardo y Pablo nos han dado Música (con mayúsculas, que esto de ponerlo así no es un vicio, es una costumbre muy sana) nos han enseñado a amarla, a saber por qué, y sobre todo a discernir entre el chaval que esperaba en la puerta de la tienda buscando gente para verles en su concierto y los que nacieron con el pan debajo del brazo o las que usaban ropa interior sin marca y ahora las marcas les pagan para usarla.

Discos Melocotón... Para Siempre ¡¡Y la Fiesta Continúa!! ¡¡nos ha jodido!!




No hay comentarios:

Publicar un comentario