domingo, 27 de abril de 2014

A Veces


A veces la luz ciega mis ojos y esas luces brillantes me dicen lo que no debo hacer, pero el reflejo de tu estela guía mis pasos. Sé que soy un vagabundo buscando entre los oscuros momentos de mi vida, pero esos sonidos que me llegan desde las astillas de las maderas rotas siguen pudiendo con la maldad del universo.

Puedo creer en lo que me dices, puedo pensar que todo es más fácil, puedo incluso pensar que no hay nada más allá de la sombra en la que te conviertes cuando llegas a mí cualquier noche y ocupas ese lugar que mi lecho tiene vacío, pero no puedo sentir nada si la soledad me cubre cuando el silencio inunda mi vida.

No puedo ver, ni sentir, ni dejar que la suave voz llene mi piel de caricias, no puedo si no tengo un motivo para levantarme cada mañana y mirar al nuevo día esperando que el camino que recorres te traiga de nuevo a través de los sueños que imaginamos juntos. Quizás encuentre la senda para buscarte, ¡es tan difícil llegar!

A Veces...

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