miércoles, 26 de marzo de 2014

Surcos del Siglo XXI - 203

Maravilloso es sentir la Música cuando te golpea las entrañas, por eso me apasiona sentir lo que un grupo como el que nos acompaña me ofrece.


Siena Root (Different Realities) 2009


Cuando los grupos que se deslizan por el nuevo siglo, mirando a un infinito que no parece tener límites se lanzan descaradamente a rememorar lo mejor de lo que se hizo en ese período glorioso setentero algo habrá que habrá por algo. Y es que mamar de las raíces y trasladar las emociones a lo que cada uno vive tiene en sí mismo tanta dificultad como valentía, dando ese toque personal que los músicos con talento pueden hacer.
Esto es lo que nos ofrece Siena Root, el grupo sueco que ya es un conocido de este espacio de Surcos eternos sean los siglos que sean y que me llena de emoción y satisfacción cada vez que lo escucho porque me parece simplemente genial que puedan patearme el culo hasta decir basta.
“Different Realities” es el rizo rizado hasta la extenuación de este grupo que cree en la Música de los grandes del Hard Psycho de los setenta y que no sólo no reniegan de sus influencias sino que intentan plasmarla en cada una de sus obras, porque esta maravilla que nos acompaña en nuestro “Paseo Por Los Sueños” es una demostración de talento en clave de jams inmensas y sin límites, un canto a la grandeza de la Música como creación y desarrollo hasta… que la mente lo desee.
Dos temas conforman el disco, una estructura en forma de historia que a pesar de parecer un conjunto de pequeñas historias en cada una a mi entender son dos trallazos llenos de Música y sentimientos que forman la obra conceptual por antonomasia, la quintaesencia del concepto de libre creación y desarrollo instrumental.
Por supuesto el disco en sus dos temas rezuma añejos sonidos Hard de grandes de siempre pasados por el talento de ese genio a la guitarra llamado KG West que se da un festín con las seis cuerdas en momentos de atronadora dureza y una exhibición menor en el tiempo (una pena) pero de exquisitez con el sitar y los teclados apoyando ese sonido crudo y desgarrador que nos ofrecen. Sam Riffer parece querer vengarse de las cuerdas de su bajo arrancándolas en cada envite, cada solo que se marca por su cuenta al margen del resto y junto a la batería de Love forman ese brutal y compacto muro por donde nada pasa y nada se escapa.
Las voces de Janet Jones Simmonds y Anna Sandberg no hacen sino añadir belleza a esta Música que destila grandeza y poder en cada golpe que llega a los sentidos.
Un disco para rememorar en el presente lo que fue y siempre será una Música excelsa, un grupo excepcional y mágico que nos lleva a los rincones más poderosos del alma y eso queridos es un placer que no se puede dejar pasar.

A:  We
B:  The Road To Agartha

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