sábado, 22 de febrero de 2014

De Vinilos y Otras Glorias CMXXXIII

Un poco de West Coast para movernos por esos caminos de flores y creencias de mundos sin conflictos rodeados por mucha Música, amor y lo que viniera.


The Serpent Power (The Serpent Power) 1967


Efectivamente nos encontramos ante una pequeña delicatessen de la West Coast, esos sonidos amables y magníficos que nos llevan a hacer el amor a través de la Música (aunque yo soy capaz de pensar en ello con muchos más estilos a pesar de parecer otra cosa) ritmos para estremecerse y melodías que sugieren belleza por donde las mires. 
Un disco que como no podía ser de otra manera sin ser de esa vertiente más dura y radical del género se basa en las portentosas voces y coros que realizan un trabajo absolutamente mágico apoyadas en letras sublimes, no en vano el vocalista y guitarrista David Meltzer era también escritor de poemas con algún que otro libro publicado, y que en los duetos entre David Meltzer y Tina Meltzer llegan a cotas de auténtica belleza sensorial.
El resto de la banda reproduce a la perfección el estilo clásico de una época particular y genuina, ritmos cálidos y melodías exquisitas en temas en la mayoría de los casos cortados entre los dos y los tres minutos, salvo esa exhibición de 13'13'' llamada "Endless Tunnel" donde todo es posible y todo ocurre, con guitarras a cargo del propio David y Denny Ellis que igual te entran en arpegios preciosos y sugerentes ("Flying Away" es algo para mecerte en el aire) como se mantienen en ritmos que nunca resultan estruendosos y siguen la línea de delicado mensaje que nos deja todo el disco.
Un punto de apoyo en los temas más elaborados es el órgano de John Payne, también sutil como un susurro o arañando el aire en esos momentos en los cuales el "Hammond" hace suyos los sonidos. La sección rítmica pausada, cálida y embriagadora para seguir, seguir, seguir... a cargo de David Stenson al bajo y Clark Coolidge en la batería.
Un disco que rezuma momentos de dulzura junto a otros emocionantes instantes de dejadez mental, un sonido que se sitúa en lo mejor de la Música de la West Coast, entre esos portentos que fueron Jefferson Airplane y el particular sonido hippie de Country Joe todo ello distinguido por un sonido personal y la manera particular y genial de componer de David Meltzer.
Déjate embaucar, embriagar y abducir por algo que fue lo que aún deseamos que sea, una manera de pensar y vivir a través de la Música, esencia de casi todo lo que rodeaba.

Side One:  Don't you listen to her;  Gently, gently;  Open House;  Flying Away;  Nobody blues;  Up and down
Side Two:  Sky Baby;  Forget;  Dope Again;  Endless Tunnel

2 comentarios:

  1. Si alguien me pregunta por este disco diría, que tiene el encanto de la música en todo su esplendor, y lo necesario para alejarte de todo lo que sea terrenal. Mismamente, una delicia.
    Beso.

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    1. Lo dicho, somos pocos pero bien avenidos y con las ideas claras...
      Besos

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