sábado, 22 de febrero de 2014

De Vinilos y Otras Glorias CMXXXI

Una pequeña obra de arte nos visita ¿otra? realmente sí, y que sigan porque esas tres palabras no están limitadas a dos o tres creaciones que pululen por ahí.


Apple (An Apple A Day...) 1969


Cuando muchas veces (entre otras cosas porque es una Música que considero lo más de lo más si se trata en los niveles en los que nos movemos) hablo de Psycho siempre me pregunto, ya que no me pregunta ni Cristo por esto que hago, en lo que es, de lo que hablo... porque sigo pautas de comentarios y enseñanzas hechas por gente que sabe y que me han introducido en este mundo y los estilos.
Pues bien, si queremos hablar de Psycho y poner un ejemplo para las escuelas, donde me consta que la educación musical es excelsa y amplia en todos sus ramos, éste "An Apple A Day" sería un ejemplo tan claro como evidente, porque nos encontramos ante una joya del mejor Psycho, pero Psycho puro y duro, sin aditivos ni conservantes.
Las doce composiciones del álbum destilan un aire tan festivo como emocional, guitarras que percuten contra tus sentidos para meterse en ellos con esos efectos y agudas sensaciones. Lo de las voces para dar de comer aparte, la garganta de Dennis Regan nos lleva entre estrofas y calma, no hay atisbo de esfuerzo en unos temas que lo requieren, realmente prodigioso y cuando los coros entran para arropar esa voz todo se eleva a las estrellas.
Un piano maravillosamente bien metido a cargo de Charlie Barber, tan clásico como excesivo en ocasiones dando réplica a seis cuerdas demoledoras que te arañan la piel con un gusto exquisito, porque Robbo Ingram además de tocar la guitarra habla con ella y nos transmite lo que dice.
La sección rítmica hace su papel de manera solvente y segura, Jeff Harrod en el bajo y Dave Brassington en la batería forman un perfecto complemento a los instrumentos que ejercen de solistas (incluida la voz, por supuesto) 
Aún así lo mejor de todo es la sensación compacta que da todo el conjunto, un bloque sin resquicio en el cual los temas van pasando sin esfuerzo, se asumen porque son buenísimos y de una calidad incuestionable, con esos toques de maravillosa locura mezclados con las melodías que de manera constante van entrando en tus sentidos.
Un disco fantástico, perfectamente estructurado con unas creaciones en el papel geniales, trasladadas a los surcos del negro vinilo con clase, estilo y mucha alma.
Para disfrutar del Psycho más abrasador y genuino, ese que pone la piel de gallina cuando entra en los sentidos.

SIDE ONE:  Let's take a trip down the rhine;  Doctor rock;  The otherside;  Mr. Jones;  The mayville line;  Queen of hearts blues
SIDE TWO:  Rock me baby;  Buffalo Billycan;  Photograph;  Psycho Daisies;  Sporting Life;  Pretty girl I love you



2 comentarios:

  1. Como buena Eva le he hincado el diete a esta tentadora manzana sin que me importe lo más mínimo que me expulsen de algún paraíso, porque si no arriesgo no aprendo y a esta alturas no estoy dispuesta a dejar perder ningún “bocao”.
    Un disco por el que vale la pena condenarse.
    Felices sueños.
    Besos.

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