sábado, 18 de enero de 2014

Surcos del Siglo XXI - 194

Una dama de la escena nos visita para dejarnos su clase, su estilo y sobre todo unas gotas de sensibilidad sobre la piel.


Loreena McKennitt (The Wind That Shakes The Barley) 2010


Cuando a finales del siglo XX Loreena McKennitt dejó la actividad musical por una serie de circunstancias personales parecía que esta dama de la Música llamada de la nueva era y tradicional cuando quiere hacerlo así había dado por terminada su carrera.
Una década después metidos de lleno en el nuevo siglo volvía con un disco que fue una prueba para saber si aún podía estar en ese lugar de privilegio en el cual se encontraba cuando lo dejó y poco a poco y como es habitual en ella sin una producción constante se ha ido manteniendo con trabajos que siempre aportan algo.
Este "The Wind That Shakes The Barley" es su tercer trabajo desde su retorno y en sí mismo es una vuelta a los orígenes de la Música de la cual se enamoró y por la cual se hizo músico. Nueve canciones que son clásicos de la Música tradicional arregladas por Loreena con ese toque especial y personal que les hace distintos sin dejar de ser bellos. Una Música tan intemporal como magnética, sonidos que enganchan y hacen que los sentidos se transformen en melodías miles de veces entonadas a través de los tiempos.
Que haya sido una necesidad de la artista para ofrecer un homenaje a todo aquello que la ha hecho es una opción, que a estas alturas quisiera jugar sobre seguro en un nuevo trayecto de su vida profesional es otra posibilidad, pero la verdad es que aún con temas ajenos hay que tener talento para no desvirtuar ni un ápice lo que es leyenda a través de las décadas y los siglos y en eso Loreena demuestra todo lo que atesora porque consigue un disco de enigmática belleza con sones que son parte de la historia no sólo de un estilo sino de la Música en general.
No engaña ni busca la dificultad de lo desconocido, cada pieza es santo y seña de la Música universal y la sensibilidad de Loreena McKennitt hace el resto porque te sumerge en un ambiente de misteriosa belleza con el sonido de su arpa y en especial su voz, ese timbre absolutamente magistral que parece (o que es) una suave brisa sobre la piel dormida.
No se puede pedir nada más de lo que es y es mucho, un disco de versiones de temas tradicionales arreglados con una clase y una delicadeza extrema. ¿Que es algo hecho miles de veces? definitivamente sí, pero la belleza por repetida no aburre todo lo contrario y si además se puede disfrutar como lo que es, la obra de una mujer especial y grande en lo que hace mejor que mejor.
Para paladares que no saben de estilos, nuevas modas o dibujos ajenos al paraíso, chicas y chicos, esas y esos que aún podéis palpitar de deseo con la Música, Loreena McKennitt...

SIDE A:  As I roved out;  On a bright may morning;  Brian Boru's March;  Down by the Sally Gardens;  The star of the county down
SIDE B:  The wind that shakes the barley;  The dead of queen Jane;  The emigration tunes;  The parting glass

4 comentarios:

  1. "Una forma de emocionar con sutileza, la belleza que nos trae Loreena Mckenitt en su tema “The two trees”.
    Esas fueron las palabras con las que un Amigo me la presentó por primera vez y tras escuchar esa canción, ya no hubo marcha atrás, sencillamente me enamoró.
    Quién me conoce bien, sabe la debilidad que siento por ella porque con su extraordinaria sensibilidad sigue erizándome la piel con cada uno de sus temas, pero fue con esa preciosidad de" Down by the Sally Gardens" con la que me un día me robó el corazón.
    No sé como deben cantar los ángeles, pero seguro que ella les da lecciones.
    Todo un placer celestial para esta simple mortal.

    Felices Sueños. Besos.

    .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Placer que se siente al leer tus palabras y lo que suponen. Disfrutar de la belleza no es fácil, se necesita un alma tan bella como la propia belleza y no dudo que la tuya lo es.

      Un Beso

      Eliminar
  2. Loreena Mckenit transmite toda la pureza que existe en el interior de una melodía, y lo hace con una sensibilidad que sobrecoge..
    Algo idílico sin duda, algo para sentir así, con el Alma.
    Besos.

    ResponderEliminar