lunes, 6 de enero de 2014

Surcos del Siglo XXI - 179

Un artista por el que siento una debilidad especial en un momento de giro radical en todo lo que se planteaba.


Steve Forbert (Be Here Again Live Solo 1998) 1998


No esconde nada en el título porque es lo que hay, un artista machacado por muchas circunstancias y que llegado un momento de su carrera se lanza a dar lo que tiene como sabe y sin nada ni nadie que esté detrás, sólo él, su talento y la guitarra.
El rockero americano que tan esplendorosamente comenzó su carrera allá por el 1978 vuelve a sus orígenes (con un primer ramalazo de furia en el 1994 y ahora éste cuatro años después) lanzándose a la carretera para renacer de sus cenizas con lo que mejor sabe, cantar actuando sobre un escenario delante de quien desee verle de nuevo.
La voz en momentos menos brillantes que antaño, las cuerdas de su acústica afinando para poder entonar esas historias de perdedores, ganadores a veces, cotidianas aventuras de terruño y nómadas enseñanzas de carretera por la garganta de un hombre que emociona cuando saca esas ganas de llegar y que tantas veces ha dejado.
La armónica suplica en los temas en los que saliendo de la garganta herida del que fuera uno de los futuros del Rock más urbano acompaña a las letras y la guitarra para mecernos en esos instantes tan deseados como tantas veces escuchados de los juglares que nos enseñan qué y de qué manera ocurren las cosas.
Trovador de ciudades y campos, sólo ante la audiencia y su propia sombra de genio inacabado Forbert se aferra a lo que es veinte años después de entrar como un tornado en el mundo de los sonidos, esa Música que le hace ser la memoria de demasiadas cosas.
"Be Here Again Live Solo 1998" es una vuelta a lo básico, el origen de tantos músicos que son ellos y por ellos, un concierto grabado en un auditorio donde nos presenta los viejos temas de nuevo y aúlla al viento lo que ya sabe que nunca será. Emocionantes instantes en esas canciones de siempre durante los 61'28'' que dura el disco (que no sé si el show) saliendo de la voz envejecida y torturada de un músico con la sangre aún hirviendo en las venas y en estos casos siempre te puede erizar la piel.
Para amantes de lo que hubo, de esas piezas sacadas del baúl de las desdichas que se convierten en himnos de la vida allá donde uno viva porque al final siempre son el reflejo de algunos de nuestros instantes.

SONGS:  What kinda guy;  Real, live love;  Some will rake the coals;  Good planets are hard to find;  Stardust;  Goin' to Laurel;  Don't talk to me;  Honey don't;  So good to feel good again;  It sure was better back then;  Everyone's got to have a dream;  Midsummer night's toast;  Jamaica farewell;  Complications;  Responsibility;  My time ain't long;  Rock while I can Rock;  Sea of love;  Thinkin';  Good night Irene;  Romeo's tune;  Moon man

1 comentario:

  1. Me he vuelto loca (no, creo que de eso llevo bastante encima) buscando este disco y no he conseguido encontrarlo, pero al menos he podido escuchar casi todas las canciones de otras grabaciones.
    Seguro que el disco es una maravilla de recuerdos y sensaciones.
    Hasta el próximo en que espero tener más suerte.
    Ciao.

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