domingo, 22 de diciembre de 2013

De Vinilos y Otras Glorias DCCCXCI

No soy quien para hablar de Música en cuanto a datos, créditos y cosas por el estilo, pero me mueve la pasión de lo que siento y en este caso por quienes me hacen comprender maravillas como esta.


Paul Adolphus (The Dawn Wind) 1973


Extremecedoramente bello, quizás con esto se podría decir casi todo lo que este álbum ofrece pero me parece que es reducirlo demasiado porque las sensaciones son de tal intensidad que me descubren caminos insondables en estos sonidos.
Folk Psycho excepcional para conformar una obra inmensa, una verdadera joya del estilo donde perderse a través de las composiciones de este australiano que vive en Japón desde el año 1968, más concretamente en Kyoto. Absoluto seguidor de los grandes valedores de la expresión del sentimiento a través de las acústicas y con la suave caricia de una voz muy particular en registros de altas notas y altísima calidad nos deja un puñado de canciones que son juntas como un sueño provocado para que nuestros sentidos no se detengan.
"The Dawn Wind" es una obra íntima, entregada desde lo más profundo por este músico que junto al mito nipón Mitsu Harada se encarga de transmitir en pinceladas hechas notas todo lo que sus composiciones pueden llegar a ser, que es mucho.
Las acústicas como centro de este universo sonoro mostrado con delicadeza y sensibilidad, flautas sobrecogedoras que resultan una caricia y el arrullo de las seis cuerdas, arpegios impecables mezclados con riff para profundizar en nuestros sueños, y para que todo sea la delicia que se supone el genio de Harada manejando el piano y el órgano con ese toque de lejanas tierras que ofrecen algo distinto porque sus emociones son muchas y elevadas.
Piano y órgano que nunca atraviesan el muro de la voz sugerente que nos lleva, la acompañan para que se apoye en ellos mientras la guitarra sigue elevándonos más y más hasta encumbrarnos por un camino directo a las estrellas.
Un disco que deja la puerta abierta para saltar esa línea que separa la realidad de la pura fantasía, momentos que la piel hace suyos y la mente transforma en lo que quieras, instantes de Música sin voces ni instrumentos ajenos a esa guitarra que manejada con maestría se propone hacerte el amor a golpe de sentimiento y ese toque oriental impregnado en todo el conjunto para que sepas que el universo nunca acaba donde creemos, sino más allá de lo que la Música nos indica.
Una joya para degustar con la calma que merece, hacerla nuestra y a partir de ahí...

Side A:  The dawn wind;  Good morning;  She might love me;  Butterfly;  It's raining;  The new year
Side B:  Looking at the world;  Golden shore;  Evening Wind;  Forest lore;  Zandala;  The days end




Porque los sentimientos no se miden, para Eduardo, que simplemente dijo "Sí". 
Un Abrazo, Genio

2 comentarios:

  1. Tratar la Música con esta delicadeza tiene estos efectos tan maravillosos de sensibilidad extrema.
    Una preciosidad que no se puede describir, hay que sentirla en la piel.
    Besos.

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