viernes, 1 de noviembre de 2013

Va A Ser Que Sí


Hace unos días no sé cuantos ni cómo me enteré, por aquello de la lectura de los tabloides y por que todos los medios se unieron en una visión global de la noticia para decirlo que Lou Reed había abandonado el mundo de los vivos.
Extrañeza entre algunos (que lo creían muerto hace décadas) y tristeza entre otros que no podían creer que ese espíritu fuese humano y que por tanto debía rendir cuentas de un final físico inevitable para el homo erectus.
Yo sabía que seguía vivo y me di cuenta de que se había ido un gran músico, en mi opinión y según gustos personales (los míos, esos que uso cuando escribo en este espacio) uno de los más innovadores rockeros de finales de los sesenta y principios de los setenta.

No pude dejar de comparar las palabras que me salían al recordarlo, vanguardia, vanguardista, transgresor, imaginario... con otro icono desaparecido al igual que su carro décadas antes en este lugar de culto a lo casposo, pero después de unas risas volví a la realidad del personaje, Lou Reed, rockero, músico.
Se podrá decir lo que se quiera, porque para eso estamos, y en muchas ocasiones se antepondrá lo personal y el personaje al músico, pero al que suscribe que se la suda quién era, lo que hacía o cómo vivía nadie podrá negarme resaltar ese momento en el cual quiso hacer lo que no se debía cuando de la mano de otros zumbados como él (aunque el escritor, compositor y genio era él y punto) dieron un salto al vacío haciendo que las catacumbas del Rock salieran a la luz con esa Música tan oscura como exuberante, tan de callejones y locales oscuros como fresca en la concepción de lo que ofrecían y en cuatro vinilos sublimes demostraran que el Rock podía ser otra cosa.

Lou Reed se reinventó como músico muchas veces, quiso y pudo hacer que todo se volviera contra él cuando iba a favor del aire que respiraba, un auténtico creador de sonidos que no estaban y eran demasiado fáciles para dejar de estar. Su Rock de notas machaconas y sabidas de memoria son el XYZ (podría usar las tres primeras palabras del vocabulario pero me sonaría a rechinar de trompetas y glorias no queridas) de tantas cosas que parece imposible que no se hubiera hecho, los sonidos de las canciones escritas y tarareadas millones de veces son tan simples como complejas, tan de ser como de deber estar y sin embargo fue él quien las dio, las adornó y las entregó para que se vieran desde la realidad de un Rock'N'Roll auténtico.
Un adiós a una década de prodigios musicales universales y el ¡¡hola!! a una etapa en la que comenzó, tropezó, siguió, se marcó detalles de oscuridad absoluta, emociones tan desgarradoras como sublimes y selló seis años de auténtico maestro con la reinvención del mito, el nombre y de nuevo el Rock'N'Roll, ese sello que nunca le ha abandonado.

No es Lou Reed el héroe de las seis cuerdas que nos hace soñar con agarrar un mástil y vibrar, ni la voz que aferrada al micrófono enardece a las masas mientras mueve su cuerpo para satisfacción de braguitas facilonas, ni siquiera ese solista que tras diez minutos de Música para las estrellas se va del escenario con su sello plasmado en la retina de quien le ve, no es nada de eso porque no tiene esa capacidad, sin embargo los comienzos de cada canción que han marcado una época sólo se pueden visualizar con su imagen de desgarbado huesudo apegado a lo que ese día tocaba, el momento del disfraz según el rol de su barrio y la mirada perdida más allá del escenario donde nadie podía llegar nunca.

Se ha ido un grande de la Música, un tipo que se atrevió a destrozar conciencias con una aberración metálica de cuatro caras, un poeta de las calles que cantó a las miserias, los miserables y a él mismo, el mesías de la basura fuera quien fuera el que buscara en alguno de los callejones de su ciudad, esa NYC que le dio inspiración, momentos de gloria y un lugar donde ser por ser de allí. Como pasa siempre que la dama negra llama a la puerta cuando uno ha sido y no un cualquiera su Música perdurará por encima del tiempo y el espacio y en eso les pese o no a muchos iluminados Lou Reed seguirá sonando a pesar de todo.  


2 comentarios:

  1. Alguien que supo aliarse y crear con Música de la manera con la que el lo hizo, es merecedor de ser calificado de grande sin duda.
    Tus líneas son una dedicatoria hecha con un respeto y una admiración que sobrecoge, Agilulfo.
    Besos.

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