sábado, 16 de noviembre de 2013

De Vinilos y Otras Glorias DCCCLV

Un grupo injustamente olvidado creador de algunas cosas de las que más adelante hicieron ver el mundo de los sonidos de otra manera.


The Moody Blues (In Search Of The Lost Chord) 1968


Segundo trabajo del grupo en el cual se congregan todos los elementos que dejaron en cierto modo incompletos en su debut, histórico y rompedor a nivel de listas pero un poco falto de todo lo que aquí ya sí tienen.
Una bellísima obra de Prog. Psycho tardío metida de lleno en el tratamiento de trabajo conceptual, elegante en los arreglos con un uso de instrumentos como la flauta, el sitar, la tabla... realmente brillante consiguiendo durante todo el disco un tono místico que va saliendo de vez en cuando en lo que se escucha, como una especie de movimiento oculto que nos sorprende según qué composiciones.
En un momento de absoluta libertad mental sorprende realmente la temática de algunos temas que estaban de plena actualidad, como las drogas sintéticas alucinógenas que contribuyeron a tantos viajes (reales, imaginarios, emocionantes o aburridos ya es cosa de los que los sufrieron o gozaron) resumidos de manera original en el tema "Legend Of A Mind"; también nos encontramos con temas que fueron un suceso en lo comercial y que denotan una calidad a tener en cuenta, como "Ride My See-Saw" o "Voices In The Sky", desviaciones místicas como "Om" o extravagancias entre lo divino y lo mundano que devienen en letras y músicas que viajan por la senda del esoterismo más extremo "Dr. Livingston, I Presume".
Mucho de lo que querían decir o expresar se encuentra en la portada del disco, desgarradora, tenebrosa, un viaje entre la vida y la muerte, lo que hay y lo que no queda, como esos momentos de Pop que son restos de lo que hacían y esa entrada de lleno en la idea de unificar la melodía con el clasicismo, nacimiento de algo que promete en el futuro y la decadencia de lo que va dejando paso.
Voces brillantes y elegantes, como durante todo el período glorioso del grupo con un conjunto coral que llega muy alto y esa garganta de Ray Thomas que sin esfuerzo expresa el viaje, el instante donde te encuentras; teclados que abruman acaparándolo casi todo entre acústicas y eléctricas sostenidas siempre imaginando una orquesta que surge tras los sonidos marcados por la banda.
Un disco para escuchar sin pausa como un todo que interpreta ese sentimiento de camino hacia donde la mente te lleve.
Ray Thomas voz, armónica y flauta. Mike Pinder teclados y voces. Justin Hayward guitarra y voces. John Lodge bajo y voz. Graeme Edge batería.

SIDE ONE:  Departure;  Ride my see-saw;  Dr. Livingstone, I presume;  House of four doors;  Legend of a mind;  House of four doors (part 2)
SIDE TWO:  Voices in the sky;  The best way to travel;  Visions of paradise;  The actor;  The Word; Om



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