sábado, 21 de septiembre de 2013

Surcos del Siglo XXI - 136

Una banda que trae recuerdos lejanos a estos instantes, momentos de toda la vida para algunos que vamos viviendo más de lo que nos apetecería y menos de lo que sería aconsejable.


Mordecai Smyth (Sticky Tape + Rust) 2011


Uno no puede abstraerse del viaje en el tiempo realizado por los sentidos cuando escucha a Mordecai Smyth, y no es que con otros grupos o solistas no pase, pero con este grupo ocurre como si de pronto las manecillas del reloj se fueran echando para atrás y se perdieran unos cuarenta y pico años.
Y es que la Música que nos proponen en "Sticky Tape + Rust" es un maravilloso freakbeat que en boca de uno que sabe mucho, pero que mucho, mucho de esto bien se podría considerar un cruce entre Syd Barrett, Kevin Ayers y Ray Davies y sabiendo lo que son, han sido y serán por la eternidad musical los nombrados pues llama la atención y mucho.
De entrada el sonido sesentero se hace sentir ¡¡y de qué manera!! para que te vayas poniendo las pilas y mires de nuevo el año de grabación del disco, los arreglos son una maravilla y el conjunto coral que no cesa en los temas es de una emotividad tremenda. Temas con ritmos y melodías espectaculares, muy llevaderas y con un sentido realmente precioso de la Música, una verdadera obra de arte en la concepción de los temas, las estructuras y la forma de componerlas. Al margen de la figura de Mordecai Smyth que lleva la batuta y no deja de realizar preciosas maniobras con la voz que son una delicia los momentos de ritmos se las traen, la base rítmica lleva de la mano a la banda, la voz (o voces según el caso) con esos instantes relajados que te acarician la piel y cuando se van deslizando a la Psycho más sesentera ya es de traca, dejando ese Pop al uso y moviéndose por caminos intrincados de melodías, emociones y cambios compositivos que tanto nos gustan, una verdadera gozada.
Desde luego para un enamorado de Kinks como el que suscribe el disco parece una revisión de sus temas o un homenaje en clave de Música del siglo XXI, maravilloso, fresco y elegante, pero en esos momentos en los que se ponen a indagar por debajo de la alfombra surgen los nombres señeros de la Psycho más salvaje y maravillosamente visceral, realmente un puntazo.
Toda la obra está concebida por Mordecai Smyth, creador de las canciones, las letras y los arreglos además de ser la voz solista, teclados, guitarra y sitar, pero la producción, impecable, elegante y finísima corre a cargo de otro miembro de la banda (y esto es un toque positivo que me encanta porque son dos visiones que llegan al mismo lugar) Mr. Heath encargado además de las guitarras, bajo y voces (según el disco también del arma secreta ¡¡¡vaya usted a saber!!!) Thaddeus Jones a la batería y Tabitha en el clarinete y saxo completan el combo.
Un disco precioso de una Música que no morirá nunca, nunca, nunca, nunca, nunca... porque es la esencia de tantas cosas que es imposible que ocurra; para disfrutar, gozar y saborear la Música de siempre hoy.


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