martes, 30 de julio de 2013

Trespass


Mi amor por la Música, los sonidos y todo lo que ello conlleva me ha hecho cometer un desliz con el título de esta supuesta entrada, ya que realmente el maravilloso aroma a Prog. que desprende la llamada de un disco que fue el giro de una banda mítica hacia el Olimpo de los dioses musicales no tiene nada que ver con lo que en realidad quería decir, comentar o pensar (cuando pienso) esa palabra que me viene sola de tanto ver y sentir, algo que sólo "Trepas" me sugiere y no lo que en realidad había puesto.

Y es que en realidad no sé si me estoy quedando bajito o de tanto Trepa como hay por ahí el mundo del submundo en la parte baja en la que me muevo se me está haciendo enoooooormemente baja, aunque mirándolo bien al final quedamos los que no trepamos bien porque nuestras habilidades manuales no nos ayudan bien porque no hay una tranca en condiciones a la que agarrarse.
No es una modalidad olímpica aunque bien podría alzarse con tan honroso título, no es deporte de fornidos y esforzados gimnastas porque realmente no se necesitan esas horas de entrenamiento ininterrumpidas para llevarlo a cabo, quizás se entreguen medallas cuando los que estamos abajo no lo vemos o el cuello ya no da para más, pero realmente ese esfuerzo en seguir la tranca que lleva al puerto donde los deseos más ocultos yacen esperando ser despertados merece un premio que nunca se les da más allá del culo prieto, el coño abierto o esa farándula que se mueve y no sabe dónde aposentarse.

"Trepad, trepad malditos" gloriosa película que ocultó su verdadero título en ese bananal de pista de baile donde todo era sudor y lágrimas con algún disparo en la sien del que ya no ve ni los olivos, título engañoso porque el Trepa no suda, ni sufre, ni ve el esfuerzo sin recompensa en lo que hace, sólo huele ese nauseabundo perfume de sus propias heces que se come una vez sí, otra también y le obliga a mirar hacia abajo para que nos llenemos los que no estamos en esa... altura.
Muchos y ya no caben, ellos y ellas, que el sexo varón va pidiendo paso a pesar de esos coños chorreantes que asemejan el placer en una mirada babosa que les desnuda para escarnio de quien realmente usa el  suyo para el placer de lo que es, lo que da y se recibe, lo que es sensualidad y no la venta de la carne que se arruga. 
Todos y todas en pos de lo que da ser un número, una letra, esa estirpe gloriosa de quienes no verán jamás cumplidos sus deseos pero insisten en vejarse y por ende intentarlo con los que no queremos para salir en la foto, codo con codo (metido en el costillar o el cuello del útero) al lado de ese florero que anima con sus ocurrencias malsonantes, chistes de zafio mal avenido y grosero y soez con quien debe callarse.

Trepa y anida en lo más alto, mide bien el momento y elige el instante en el cual llegar a vernos como iguales, porque no lo dudes lubricante de pollas encendidas y chochos asqueados de su propia existencia, cuando un Trepa de más calidad en el arte de atrapar la tranca te supere caerás en esa cloaca que te empeñas en no ver y que te cubre aún antes de comenzar tu ascensión al oscuro agujero de...


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