miércoles, 3 de julio de 2013

De Vinilos y Otras Glorias DCCXXIV

Músico maravillosamente emotivo que en lo que pudo cuando él mismo se dejó creó deliciosas maneras de entender esto que llamamos Música.


Adrian Borland (Alexandria) 1989



Un creador que se refugió en la Música como una manera de evitar lo inevitable, esa Música que llevaba metida en vena y que le hacía ser un alma sensible destilando delicias dentro de ese Pop Rock que manejaba tan bien.
Todos sus problemas personales parecían pasar a un segundo plano cuando empuñaba su guitarra y se disponía a atacar esas creaciones que emanaban emoción y sensibilidad a raudales.
Este Alexandria es su disco debut en solitario tras una carrera de más de diez años como parte de algunas bandas que en esa época del post-punk en las Islas intentaron cambiar un poco toda la aptitud de la magia generada por los sonidos tras el fracaso de una idea que topó de frente con la realidad social más abrumadora.
Un disco de Pop Rock fresco, vivo, dinámico y encantador, canciones que se basan en los mensajes de las letras a partir de la voz tan peculiar de Borland y que poco a poco van completando el círculo de la Música con esos instrumentos que van entrando sin pausa, las acústicas jugando a su antojo con la suavidad de las cuerdas, composiciones de violines y cuerdas adormecidas, bases rítmicas casi en silencio para llevar el ritmo de los temas, sostenidos a veces y despegando en otras casi desde la nada más absoluta ("Beneath The Big Whell" es una absoluta exhibición de sensibilidad casi en silencio y la manera de hacer equilibrios con todos los instrumentos que demuestra en "Shadow Of Your Grace" con ese saxo que suplica y la guitarra... demoledor)
Rock de altas miras rozándose siempre con las acústicas, como bellezas que se sostienen en el aire y a partir de ahí te elevan hacia ellas, "Crystalline" o "Rogue Beauty" son llamaradas dentro de la calma casi generalizada del disco.
El vinilo es una delicia para disfrutar, apreciando lo que se iba y el intento de músicos por descubrir soluciones a lo que parecía agotado, temas de corte melódico para suspirar en un ambiente de búsqueda y apertura a la luz y en medio de todo el talento de Adrian Borland acompañado de una banda que interpreta las composiciones de manera delicada, exquisita y sin ningún atisbo de excesos porque no los necesitan.
Descubre a un creador que se vio superado por sus propios sueños, un músico que quiso serlo y mientras él mismo se dejó lo fue y ¡¡de qué manera!!

SIDE 1:  Light the sky;  Rogue Beauty;  Beneath The Big Whell;  Community call;  No ethereal;  Other side of the world
SIDE 2:  Crystalline;  Shadow of your grace;  Weight of stuff;  She's my heroine;  Deep deep blue


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