miércoles, 3 de julio de 2013

De Vinilos y Otras Glorias DCCXXII

Vamos a adentrarnos en un camino un poco olvidado por el espacio temporal que ocupa pero que se llenó en su día con obras interesantes de gente que intentaba llegar... 


Michael McDermott (620 W. Surf) 1991


En los años noventa, finales de los ochenta en más de un caso, se fue desarrollando una corriente de músicos y Música que afortunadamente (y esto es una opinión del que suscribe) intentaban romper con la mediocridad que en los ochenta, tras la gloriosa experiencia sensorial de casi dos décadas, se había adueñado del mundo de los sonidos.
Uno de esos artistas nos visita con el que fue su primer trabajo y en mi opinión su más logrado, un disco descomunal de Rock elaborado desde las entrañas de unas letras que eran envueltas por arreglos realmente buenos y de calidad.
Michael McDermott se marcó un disco completo, redondo, en el cual los mensajes tenían la importancia que les daba esa voz aterciopelada que de forma suave nos invadía, con brillantes letanías contando historias al uso. Desde Chicago, cuna de muchas cosas y lo que queda por venir se lanzó a la aventura creativa y en su primer intento nos regaló esta preciosidad de disco que en sus 53' de Música va desgranando temas con una dulzura y suavidad que se deslizan entre el Rock más clásico y ese Folk que se atisba en ocasiones cuando toma su acústica y la acaricia de manera majestuosa.
Una banda solvente que transforma sin esfuerzo las composiciones en preciosas sensaciones auditivas sin ningún aspaviento que disturbe la marca de todo el disco, suaves melodías y alguna que otra galopada hacia las estrellas.
Michael McDermott va guiando cada tema a través de su voz de narrador de emisora de radio, escupiendo al viento las historias escritas, con esas cuerdas de acero que le cuidan desde la distancia y van adentrando en cada composición el resto de los instrumentos, mención especial a ese órgano que es como la seda que lo cubre todo.
Denny Fongheiser batería y percusión. Jack Holder guitarra, acordeón, órgano y teclados. Michael McDermott guitarras, voz y armónica. John K. Pierce bajo. Don Teschner violín, dobro y coros.
Un disco para saborear, disfrutar y entonar las melodías que van llegando, engancharse con maravillas como ese "Your Silence I Will Always Admire For Its Being" y sus 9'58'' de pura gloria, o esa tremenda exhibición que es "Trembling Hour" 7'17'' de orgía para los sentidos. 
Rock del bueno cuando parecía que no podía ser, porque la Música es infinita y por algo sigue haciendo que vayamos a las estrellas.

I:  A wall I must climb;  Fool's avenue;  Shadow of the Capitol;  Nº 49;  Your Silence I Will Always Admire For Its Being
II:  Sacred round;  620 W. Surf;  Murder in the first degree;  Death in the autumn air;  Mr. Simmons' Arkansas Christmas blues;  Trembling Hour

2 comentarios:

  1. Recién salido del horno. En cuanto ha aparecido la entrada la he leído y no he dudado ni un solo minuto en buscar el disco y saborearlo.
    Me ha sabido a gloria, tierno por dentro, potente en las letras, lleno de sabor.
    ¡Menudo desayuno!
    No lo dudeis, es delicioso y lo mejor... no engorda.
    Hasta el próximo
    Ciao

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    1. Un manjar exquisito para paladares que buscan degustar un poco de esas delicatessen que sólo entran por los sentidos.
      Ciao

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