miércoles, 17 de julio de 2013

De Vinilos y Otras Glorias DCCXLIII

Uno de los más... usar un adjetivo equivale a equivocarse o saber que no lo estás diciendo todo, por eso es mejor dejar que la Música que se presenta nos lo diga.


King Crimson (Lark's Tongues In Aspic) 1973


Cuando se habla de King Crimson no creo que merezca la pena hacerlo del estilo, porque se sabe que el Prog. con mayúsculas aparece ante nuestros sentidos.
Un grupo maravilloso, único y más icono si cabe que muchos de los que fueron nombre y leyenda nos visita con una obra muy especial, para el que suscribe un "Ave Fénix" que nos devolvió la magia y el talento de unos músicos irrepetibles.
Tras dos joyas incalculables, la trayectoria de King Crimson parecía haber cogido un peligroso camino de cuesta abajo con otros tres discos que no mantuvieron el nivel excelso de sus comienzos, pero de pronto el genio de Robert Fripp se reinventó a sí mismo sacándose de la chistera una obra de arte en forma de Prog. aplastante y visceral, pero sobre todo un disco experimental en muchos aspectos que les devolvió a lo más alto.
"Lark's Tongues In Aspic" no sólo fue una revolución en lo musical, en cuanto a la banda se transformó absolutamente con la llegada de tres nuevos miembros que dieron un giro radical a la percepción de la Música y por ende a la interpretación de las creaciones.
El disco es una demostración de energía, inspiración y una sintonía musical a lo que ayuda la llegada de los tres nuevos miembros que se acoplan perfectamente y consiguen que la segunda obra maestra salga a la luz.
Un disco tan experimental como lleno de detalles que hacen gozar al escucharlo, con la guitarra de Fripp como líder y alma de la banda haciendo lo que quiere y le da la gana, la voz de John Wetton que surge de las entrañas de los temas y la Música que llena el espacio, acoplado en el bajo con ese portento a la batería llamado Bill Bruford que tras su paso por Yes descarga su talento en los ritmos.
Precioso el contrapunto de David Cross con el violín, la flauta, viola y teclados consiguiendo un original y equilibrado sonido que eleva el del conjunto a cotas muy altas. El percusionista Jamie Muir cierra el conjunto al que se une el talento como letrista de Richard Palmer-James.
Ya el comienzo del disco con ese alegato en plan sinfonía que es "Lark's Tongues In Aspic (Part One)" y sus 13'36'' de experimentación instrumental que no cesa de crecer y crecer evolucionando hasta el final de todo da una idea de la magna obra con la que te encuentras, un disco que es tan flexible en su estructura como la grandeza de las composiciones para ser transmitidas por los músicos de manera excepcional.
Una joya para gozar, sin más ni nada menos, una obra enorme de Música ensoñadora y tremenda de un grupo irrepetible y un instante difícil de alcanzar.

1:  Lark's Tongues In Aspic (Part One);  Book of saturday;  Exiles
2:  Easy money;  The talking drum;  Lark's Tongues In Aspic (Part Two)



4 comentarios:

  1. Es un disco de sensaciones. No se puede elegir para escuchar en cualquier momento. Desde luego tiene fuerza, te envuelve, te transporta y te hace levitar con ese violín que es pura seda.
    Hasta el próximo.
    Ciao

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La Música, y en especial la buena Música es un conjunto de sensaciones, emociones y lo que hace que se vibre al escucharla.
      Ciao

      Eliminar
  2. Buenas noches. Escuchando a uno de los "Grandes", es cuando te das cuenta lo fácil que resulta sentir esa conexión con la Música que hace que te sientas vivo.

    Felices sueños.
    Besos.

    ResponderEliminar