miércoles, 15 de mayo de 2013

De Vinilos y Otras Glorias DCCV

Un grupo con un futuro maravilloso... y eso, un futuro maravilloso que se convirtió en presente breve y vertiginoso.


C.K. Strong (C.K. Strong) 1969


Ni en sueños se me ocurriría desmerecer un ápice un mito de la historia del Rock como Janis Joplin, porque es lo que es y lo que dejó fue una secuela imborrable, pero cierto es que su fama y carisma no dieron el valor que tenían otras cantantes del mismo nivel y que mientras ella estaba viva no brillaron lo suficiente.
El gran grupo que traemos es un conjunto de excepcionales músicos junto a una voz sublime que en esos instantes no fue más y hubo de esperar en su posterior andanada para crearse un nombre a la altura de lo que vale. 
"C.K. Strong" es el álbum homónimo y único (por desgracia o no nunca lo sabremos pero queda ese regusto...) de una banda de Blues Rock Psycho de un nivel sublime, un tremendo trabajo en la mejor tradición del Blues "blanco" eléctrico y desgarrador que en esas épocas se empeñaba en hacer pública una Música que salía de los guetos para llegar al mundo entero.
Con una voz única, poderosa y estelar a cargo de Lynn Carey que arrastra todo lo que hace y toca, el disco se convierte en una maravillosa sensación de esa Música que sale del alma y llega a ella (en este caso a quien lo escucha) con temas creados desde la tradición más pura hacia lo que era el futuro de unos sonidos únicos, y una interpretación más que brillante y potente.
La voz, esa garganta de Carey está acompañada por dos guitarras que rasgan el silencio en los Blues cortados a degüello o en los que se mantienen con esos riff ardientes que abrasan a cargo de  Jeff Kewley y Geoff Westen.
La sección rítmica cumple más que bien y soporta a los solistas con solvencia, haciéndose notar en según qué temas de viejo regusto por el humo y el Blues de callejones solitarios, mantenida por Chris Brooks en el bajo y Ron Grinel a la batería.
Coros de lujo para una voz sublime a cargo de los miembros del grupo que la secundan de manera preciosa, melodías entre lo que fue y quería ser y un bloque compacto que nos devuelve el aroma de lo auténtico con esa carga precisa del Blues eléctrico, el Rock sin fisuras y las andanadas Psycho que te queman el alma.
Un disco sin desperdicio, para enamorarse y enamorar, una delicia para los sentidos y en todos los sentidos, algo que entra, se queda y la piel lo hace suyo sin esfuerzo, para saber lo que había y aún...

Songs:  Stormbird;  Baby let me out;  Affairs;  Trilogy;  Been so long;  Mean hearted man;  Rolling down the highway;  Daddy



2 comentarios:

  1. Irresistiblemente te llevan el alma aunque esta es una de las situaciones, en la que se puede entregar muy pero que muy a gusto...¡la recompensa merece la pena!
    Besos, Agilulfo.

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    1. Yo ya vendí mi alma hace mucho y aún estoy disfrutando, en mi caso ¡¡mereció la pena!!
      Besos,

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