domingo, 14 de abril de 2013

Surcos del Siglo XXI - 56

Un auténtico luchador, un músico que no tiene nada que demostrar y que aún se atreve a dejar muestra de eso que le hace estremecer, y con él a nosotros.


Billy Bragg (Tooth & Nail) 2013


Que a día de hoy Billy Bragg se embarque en una aventura musical por encima de todo lo que ha dado durante treinta años y se permita entregar uno de sus trabajos más completos y memorables sin dejar esa lucha en la que lleva metido desde que empezó y que es santo y seña de su Música y su forma de vida me parece simplemente maravilloso, y por supuesto muy de agradecer.
El músico combativo de ideas revolucionarias de izquierdas que plasmaba en sus discos toda la furia social que llevaba dentro, recorriéndose el universo con su guitarra y su voz para dar a conocer lo que no debe ser y aún así es, deja paso en este "Tooth & Nail" a un creador intimista y genial que a través de la Música (mucho más cuidada, elaborada y trabajada) y ¡¡cómo no!! su voz y las palabras de fuego pero lanzadas desde el susurro y la poesía para conseguir un disco genial, maravilloso, tremendamente bello y emocionante.
No hay una sola nota que no enamore, un solo instante que no emocione y estremezca al escucharle casi sin querer decírnoslo, ni un momento más allá de la propia Música que no nos haga ver que estamos ante una obra maestra de la Música que traspasa lo social y político para convertirse en algo global desde las andanadas de sonidos que llegan hasta todo lo que envuelve el disco.
Acompañado de una banda (otro de esos momentos en los cuales el artista cambia y modifica su estilo de solitario impenitente) que acompaña los temas de manera magistral, se atreve con arreglos más allá del propio mensaje, absolutamente cuidados y exquisitos, preciosos y elaboradísimos y una producción a cargo de Joe Henry que da un toque especial y artístico de muy alto nivel.
Billy Bragg se encarga de la voz y las acústicas, pero esta vez no grita al viento sus proclamas, las recita a cada uno que las escucha como un susurro, un mensaje individual e íntimo, parece realmente que te las dice porque quiere que tú las escuches y nada más, y realmente llegan al alma. Junto a Bragg un grupo de músicos que no sólo están a la altura, sino que dotan a la obra de lo que en algunas ocasiones han adolecido las creaciones de este magnífico músico, y que son Jay Bellerose batería y percusión; Greg Leisz guitarra acústica, pedal steel, mandolina, dobro, mandola y weissenborn; David Piltch bajo; Patrick Warren piano, órgano y teclados.
No me atrevo a resaltar ninguno de los temas del disco, todos me parecen maravillosos y como obra una tremenda exhibición de clase y sentimientos, maravilloso y genial, una joya del Siglo XXI hecho por quien aún tiene mucho que decir a pesar de los pesares.

Side One:  January song;  No one knows nothing anymore;  Handyman Blues;  I ain't got no home;  Swallow my pride;  Do unto others
Side Two:  Over you;  Goodbye, goodbye;  There will be a reckoning;  Chasing rainbows;  Your name on my tongue;  Tomorrow's going to be a better day




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