sábado, 27 de abril de 2013

De Vinilos y Otras Glorias DCXC

Cuando uno se da cuenta de lo que tiene y sobre todo le han dado, echar la vista atrás es un placer inenarrable, como lo que nos viene.


Bad Company (Bad Company) 1973


Desfaciendo entuertos, nos mostramos como somos trayendo a uno de esos grupos que me hicieron vibrar siendo un chaval y del cual tengo recuerdos memorables cuando aún acaricio sus vinilos, un grupo que fue y será parte de la historia mítica de una Música apasionante.
El Hard no se concibe sin esos artistas y grupos que dieron una dimensión más allá de lo que se pensaba al Rock Duro y pesado de donde surgió, con todas sus reminiscencias Blues y de Rock'N'Roll que son la base de lo que suena. Entre estos grupos que trasladaron sus talentos a la Música surgida del diamante se encuentra Bad Company, la unión de cuatro musicazos que agotadas algunas expectativas anteriores en sus carreras llegaron a confluir para sacar adelante una banda que es un icono para muchos de los amantes de estos sonidos.
Quizás debió de ser así, que de las cenizas naciera un nuevo pájaro como el Fénix para volar alto, muy alto, porque durante la segunda parte de nuestros maravillosos setenta Bad Co. entregó auténticas llamaradas de buen Hard, sublime y exquisito desde sus creaciones.
Este su primer álbum, el homónimo "Bad Company" (para algunos según la portada "Bad Co.") que deja claras las bases del grupo, una Música contundente, pesada, dura y vital, pero con el estilo y la clase de los cuatro músicos que lo componían, auténticas leyendas del Rock.
Compositores magistrales, especialmente esos dos monstruos sagrados llamados Paul Rodgers y Mick Ralphs, sus temas llevan la seña de identidad del grupo, perfectamente identificables con su estilo y su manera de entender la Música, acompañados ¡¡cómo no!! de esa voz sublime y especial de Rodgers, una de las más grandes gargantas del Rock, un vocalista excepcional y único que hace lo que le da la gana, un músico completo y enorme, que además compone y toca al piano, guitarras...
Junto a él la guitarra de Mick Ralphs, fina, elegante, técnica y visceral a la vez, seis cuerdas que enamoran en los solos y sobre todo ponen su sello en esos riff tan preciosos de los temas.
La base rítmica pura seda, poderío y elegancia, una manera exquisita de crear ese muro que todo buen Hard precisa, con dos monstruos sagrados que me apasionan, el gran Simon Kirke a la batería y Boz Burrell en el bajo, una delicia. Músicos de siempre, historia de la Música, un grupo para recordar en cualquier momento.
Su debut, abrasador, ¿su mejor disco? en gustos y para lo que quieras, pero un grande con temazos que se te clavan en la piel, la sensibilidad de la Música a través de composiciones bien hechas y mejor interpretadas, ensalzando el Hard hasta donde debe estar, muy, muy alto.
Leyenda e historia, el comienzo de algo que fué mucho, si se conoce, bueno es recordarlo, si no es así, la oportunidad para entrar en el universo Bad Company de la mano de una Música maravillosa.

Side One:  Can't Get Enought;  Rock Steady;  Ready For Love;  Don't Let Me Down
Side Two:  Bad Company;  The Way I Choose;  Movin' On;  Seagull

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