sábado, 30 de marzo de 2013

Surcos del Siglo XXI - 52

Otra demostración a cargo de un grupo que no cree en los encasillamientos ni en lo que se debe hacer por aquello de encontrarnos viajando en pleno siglo XXI, y nos alegramos de que sea así.


Earthling Society (Zodiak) 2012


Un grupo modélico que a lo largo de su trayectoria, y ya van unos cuantos álbumes de buena Música, no se ha alejado ni un ápice de lo que cree que es la Música que debe hacer, a pesar de no encontrarse inmerso en la época en la cual el Psycho Prog. Espacial era una maravillosa manera de entender los sonidos cuando grandes como Hawkwind y compañía nos alegraban los instantes eternos de sus melodías, esas inmensas sesiones de sonidos sin final que parecían un encadenamiento tras otro de temas absolutamente sacados de cualquier parte del espacio exterior.
Earthling Society cree en esa Música y la crea de nuevo, en pleno siglo XXI con una clase y calidad que asusta, tomando como base las enseñanzas de los grandes de los setenta y añadiendo esa dosis de talento que les sobra por los cuatro costados.
Esta nueva obra, "Zodiak" es otro paseo por los sueños y la imaginación, no sé si en algún momento se plantearon parar para detener el tiempo en la grabación, porque la sensación es de un inmenso caudal de sonidos que parece no acabar nunca y que por algún motivo de pronto se detiene (porque debía ser así y ya está)
La capacidad de improvisación en pleno éxtasis cósmico parece infinita, los teclados sin final y sobre todo la guitarra, ya sea usada con efectos o de manera natural en esos solos que no se terminan nunca, jams eternas en una manera de entender la Música que me vuelve loco, sin necesidad de plantearse nada que no sea esperar lo que viene por el tiempo que sea, sin límite alguno.
Tres temas nos dejan en este trabajo, la cara A, inmensa, monumental, poliédrica, se la lleva el tema homónimo; "Zodiak" es una aventura esplendorosa, 25'15'' de locura espacial en un viaje fascinante hacia el centro de los sentidos, con esas seis cuerdas que no acaban nunca, sean lanzadas al vacío en una furiosa pugna con los teclados, sean detenidas en los espacios que el tema deja para la calma y la pausa del viaje. Acompañada de unos teclados que crean el ambiente perfecto, la base rítmica que empuja hasta la extenuación y la increíble capacidad para improvisar de todo el conjunto.
En la cara B un instrumental ajustado para que tomemos conciencia de la Música, "Silver Phase" da lugar a otra orgía sensorial de más de 21' llamada "The Astral Traveller" donde todo es posible, desde los comienzos cadenciosos de riff guitarreros hasta las galopadas inmensas.
Un disco fascinante para quien creemos y amamos la Música y este tipo de viajes, una experiencia casi mística que me enloquece y agradezco hasta la saciedad, porque no puede uno dejar de sentir y eso es maravilloso.
Fred Laird, Jon Blacow, Kim Allen

2 comentarios:

  1. Con estos sonidos fácilmente se puede perder la noción del tiempo y del espacio... una abstracción total.
    Besos.

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