domingo, 9 de diciembre de 2012

De Vinilos y Otras Glorias DCXVII

Otro grande, que fue lo que quiso cuando lo deseó y no fue más allá porque no le dio la gana, y eso es tenerlo muy claro y pasarse por el forro lo que a uno le rodea (¡quien pudiera!)


Kevin Ayers (Shooting At The Moon) 1970


Se podrá decir lo que se quiera de Kevin Ayers, pero que en su época de esplendor y creatividad suprema actuaba en lo musical como un genio creo que no puede negarlo nadie. Otra cosa es que esa genialidad duró lo que duró, media década gloriosa y algún puñado más de ramalazos a las entrañas, pero eso ya es cosa de cada uno.
Tras una obra maestra de proporciones maravillosas, en esta segunda entrega en solitario se marca una joya de Prog. tan excepcional como atípico, una Música que raya el Pop-Rock con esos toques que este hombre hacía tan bien y le lleva por los senderos de esa brutal exhibición Prog.
Una banda de amigos y conocidos que junto a Ayers crean un universo de sonidos mágicos, que abducen por su belleza y manera de envolver al que lo escucha.
Es casi una obra conceptual, en la cual se unen composiciones estilistas y que poseen una definida estructura con otras de una anarquía absoluta y mágica que te hacen ir por senderos de emociones contenidas, nunca sabes por dónde puede salir la siguiente pieza, el momento del cambio constante, la armonía que se dispersa o se une sin pausa. Cuatro temas, dos por cara que a su vez se dividen en espacios donde todo es posible.
No hay lugar para nada que no sea la creatividad, canciones de humor negro se mezclan con críticas feroces y declaración de intenciones del autor, parodias de estilos al uso o en desuso.
Una cosa es la creatividad compositiva, que en el disco se percibe sobradísima por talento e imaginación y otra es poder plasmarla para que todo parezca lo que es, y en eso Ayers se rodea de unos músicos maravillosos, todos de la escuela Prog. que entienden perfectamente lo que se quiere y lo hacen real.
David Bedford en los teclados, acordeón y guitarra. Lol Coxhill en el saxo. Mike Oldfield en el bajo, guitarra y voces. Mick Fincher en la batería y percusión. Kevin Ayers se encarga de las guitarras y la voz.
Ayers nos guía en este "Shooting At The Moon" a través de sus propios sueños y nos envuelve con su voz primero para hacernos partícipes de historias que con la Música nos va induciendo, una manera personalísima y especial de crear donde la mente y los deseos deben estar a flor de piel, un viaje por las entrañas de la mente del que escucha que se transforma en lo que uno quiere, un prodigio de Música para soñar y hacer... pues eso.
Cuando la Música es arte y el Prog. se expresa en sus más altas formas de clarividencia, surgen joyas como esta, que no por manido debe dejar de decirse, porque es arte en forma de notas.

SIDE ONE:  May I;  Lunatics lament
SIDE TWO:  The oyster and the flying fish;  Shooting at the moon


2 comentarios:

  1. Un estilo y voz de una seducción total, maravillosa la experiencia de dejarse enredar y quedar atrapada en esta especie de sueño musical.
    Besos, todos.

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    1. No te enredes mucho, la Música no sabe de enganches, lo hace y ta está.
      Besos

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