jueves, 1 de noviembre de 2012

De Vinilos y Otras Glorias DLXXXV

Vamos a iniciar un recorrido por el génesis de algo que marcó más de una década y al que suscribe marcó y selló una manera de entender los sonidos más viscerales y emocionales hasta... ese infinito que nunca llego a alcanzar.


Amon Düül II (Phallus Dei) 1969


Señoras y señores (aquí no meto a los niños/as y otras especies porque puede resultar muy dañino) nos encontramos en las entrañas del Krautrock, en lo más visceral de lo que se dio en llamar este movimiento que por sí solo fue marca de un estilo, una manera de entender la Música y una forma de vida.
Amon Düül II nació de la maravillosa y radical Comuna de la Alemania Oeste, cuna de movimientos extremos de la contra cultura y de los más increíbles modos de entender la Música y otras formas de vida, una manera de decir No (y ya en esa época se decía) a lo establecido y lo que oprimía sin parecerlo, aunque en ocasiones se desviaran de lo estrictamente cultural y se decantaran por formas violentas de expresión, como los componentes de la tristemente célebre Baader-Meinhof o Fracción del Ejército Rojo, nacida de los mismos círculos contra culturales.
En el caso que nos ocupa la expresión era la Música, una manera radical, extrema y absolutamente libre de expresión y concepción, con enorme libertad para la creación y el desarrollo de los temas y la manera de plasmarlos en el escenario.
"Phallus Dei" es desde su título una llamada subversiva a lo que no debe ser y sin embargo es, una manera de conciencia en lo musical que trasgrede lo establecido y nos muestra la forma más anárquica y real de la Música como vehículo de expresión en un mundo que se desmorona y debe ser cambiado. 
Música visceral, salida de las entrañas de una conciencia clara y explícita, a través de unos músicos que desarrollan su manera de pensar y entender los sonidos como desean, con enorme sentimiento y carga política y social, para llamar la atención desde los ámbitos culturales (entonces existían, hoy ya lo dudo) universidades, círculos de bellas artes, reuniones intelectuales, con una Música creada por músicos comprometidos y para nada exentos de calidad, el germen y nacimiento (junto a otros grandes de la escena alemana) del Krautrock más abrasivo, más visceral y emocional.
Grandes suites que son catarsis demoníacas, como la enorme "Phallus Dei" y sus 20'45'' de orgía sensorial, o esa demencial interpretación maravillosa de "Luzifers Ghilom" y sus 8'02'' de viaje a los infiernos que se agradece. "Dem Guten, Schönen, Wahren" otro momento psicótico bárbaro, como la entrada "Kanaan" y sus connotaciones. Para lo que no es "Henriette Krötenschwanz" y sus 1'59'' de percusión mágica.
Los paridores de la idea y precursores de demasiadas cosas Dieter Serfas en la percusión, Peter Leopold batería y piano, Shrat bongos, voces y violín, Renate Knaup voz y percusión, John Weinierl guitarras y bajo, Chris Karrer violín, guitarra, saxo y voces, Falk Rogner teclados, Dave Anderson bajo.
Si quieres comodidad, busca en otro lado, si deseas que tus sentidos se estremezcan, déjate llevar por esta Música para ensoñadores.

2 comentarios:

  1. De vez en cuando me encanta hacer esta especie de "limpieza" mental, viene bien, escuchar algo que es diferente a todo, una experiencia musical que me devuelva al principio del fin, que me recuerde precisamente eso, lo infinito de la música..ahí comienza todo de nuevo.
    Fantástico.
    Besos.

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    1. Si se puede sentir hasta las entrañas, se puede hacer cualquier cosa con la mente.
      Besos,

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