sábado, 13 de octubre de 2012


No firmo contratos que retengan mi Alma, soy libre cuando escucho las letras que me incitan a pecar. La Música sigue siendo mi única dueña, y querida, créeme, eso es algo que no se puede negociar.
No seré nunca el juglar que amenice la velada, reirán por malsanos pensamientos que otros hayan provocado, pero ella estará siempre en mi memoria, a pesar del camino polvoriento que nunca llega a su fin.
No intentéis venderme la razón como medida, mi locura es la cordura que falta en vuestros sentimientos, estáis muertos porque las notas no riegan vuestros sentidos, sin embargo yo las siento en cada latido de mi corazón.
El ritmo me viene dado, marca cada suspiro, el aliento que me ayuda de nuevo a subir. Será mi último concierto tomado de la mano, con las letras escritas en sangre y una lágrima resbalando por la mejilla observando tu silla vacía.

K.S.

5 comentarios:

  1. El privilegio de sentirse mimado por la Música, no se iguala a nada, nace dentro como un sentimiento diferente a todo lo demás y se lleva de por vida, y quizás quien sabe, más allá de ella.
    Disfruta por ello.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay privilegios que no se disfrutan, se viven sin más. Cuando es parte de tu alma todo se reduce a ser, querer, desear.

      Besos

      Eliminar
  2. A veces, las canciones se escriben con el Alma, y en esas ocasiones se siente como todo fluye, todo se desliza, todo empapa.

    Quizás, K.S., algún día, donde estés.

    ResponderEliminar
  3. !!Hombre!! K.S. !!Cuánto tiempo!!
    Gracias Agilulfo por traerlo a este sueño.
    Sé que siempre ha estado por aquí, pero hoy su presencia se palpa.
    Un placer volver a saber de él.
    Besos a los dos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Besos para ti, preciosa. Ya se lo diré a ese... duendecillo llamado K.S.

      Besos,

      Eliminar