domingo, 28 de octubre de 2012

De Vinilos y Otras Glorias DLXXXI

Vamos a cerrar el círculo de estos guitarristas que me apasionan sin ser esas super stars que otros llevan colgado del cuello con un tipo de lo más atractivo.


Rick Derringer (Spring Fever) 1975


Cuando aún no debía tener muy claro cómo encauzar su carrera en cuanto a la presentación de sí mismo, o lo tenía tan claro que lo que hacía era engañar al mundo, este guitarrista de puro nervio y amante del Rock Duro se marcaba discos con el nombre de Rick Derringer o Derringer a secas, según le daba.
Este "Spring Fever" es el segundo disco con su nombre y apellido, tras un comienzo un poco titubeante que no dejó muy claras sus intenciones, pero dos años después de aquello se marcó un auténtico trabajo de Rock como la copa de un pino, rodeado de gente solvente, músicos tremendos y con un saber hacer a las seis cuerdas de lo más consecuente.
Una andanada de buen Rock'N'Roll, con un despliegue de composiciones tremendas y una manera de interpretarlas preciosa; salvo dos de los temas todos están firmados por Rick Derringer y se siente la frescura de quien quiere demostrar todo y aún no ha dicho nada.
El propio Derringer se encarga de la voz, un timbre suave, nada violento ni áspero, sin forzar las notas llega de manera solvente a lo que exige en lo creado, aunque por supuesto donde se nota su talento es con las seis cuerdas, una manera particular y muy bella de atacar esa guitarra que en sus manos suena pero que muy bien. Solos sobrados y riff contundentes para temas que se dejan llevar y se escuchan sin ningún esfuerzo. También toca la steel y el sitar en algún tema.
Acompañan al guitarra en este trabajo John Siegler en el bajo y John Siomos en la batería, dos músicos solventes que al igual que otros de este tipo de formaciones ayudan a que la estrella haga lo que le dé la gana mientras le cubren las espaldas. 
Como añadido de clase y talento el gran Edgar Winter se encarga de los teclados, piano y saxo bordándolo en casi todo, como suele ser habitual.
Quizás no sea tan desgarrador y contundente como otros discos de guitarristas "asesinos" contemporáneos a Derringer, pero es un gran trabajo de Rock, fino, elegante y sin fisuras, con una producción muy cuidada y un sonido excelente.
Temas de Rock clásico se unen a baladas, marchas continuadas y galopadas sin final durante los cuarenta minutos de Música para disfrutar.
En cuanto a la portada, mejor no hablar, porque la foto de Derringer indefinido en condición y edad es para guardarla en la memoria, sin embargo la contraportada representa mejor al gran rockero.

Side 1:  Gimme more;  Tomorrow;  Don't ever say goodbye;  Still alive and well;  Rock
Side 2:  Hang on sloopy;  Roll with me;  Walkin' the dog;  He needs some answers;  Skyscraper blues 


2 comentarios:

  1. Cuando la gente sabe lo que se hace el resultado siempre es perfecto.Unas baladas preciosas arropadas por un rock clásico, del que tenemos grabado muy en el fondo de la memoria.
    Me ha encantado ese toque de mandolina.
    Volveremos a él, por supuesto.
    Hasta el próximo.

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