Una Música creada para muchas cosas, aunque la mayoría de las veces se haya interpretado mal por los de siempre, que van demasiado sobrados.
David Lanz (Heartsounds) 1983
No es que tenga manía a las descripciones de la Música, pero no se puede negar que algunas la cagan, y siempre me ha reventado la petulancia y estupidez de ese término que intenta aglutinar a músicos que crean sueños, esa "Nueva Era" que me repatea el hígado porque ocupa tantas eras que no puede ser ni nueva ni antigua, es Música sin más y los popes del negocio que saben tanto me la traen.
En este peculiar estilo en el cual los sueños se mimetizan en sonidos espectrales que suelen salir de un instrumento o en contadas ocasiones un grupo de iluminados, que son lo que son y crean absolutas joyas de sensibilidad, se nos presenta este americano a contra corriente de casi todo por el lugar, la época y lo creado, porque David Lanz y su piano recorren el universo con momentos mágicos que te sacan de la conciencia del tiempo, y eso es impagable.
En las obras que le hicieron ser lo que es en la Música un aviso contundente y fiel, "Piano Solos", y ya está. Él al mando de su piano recorriendo las teclas para sacar excepcionales composiciones que son una caricia para la piel, sus dedos imaginando una seda donde realizar el vestido perfecto, y al igual que todo lo que se mueve a través de estas melodías, las notas van saliendo sin límites y envolviendo el aire que se respira, te penetran y hacen suyo a golpes de dedos marcados en el blanco y negro de la inmensidad del instrumento.
De este modo su primer trabajo se convierte en una declaración de intenciones del músico, que no desea nada más que ir desgranando los doce temas del disco que se pueden tomar como un todo o espacios independientes dentro de una obra compacta y fiel a su estilo.
El disco donde las composiciones son más limitadas en el tiempo pero que en ningún momento le hacen perder esa sensación de obra, porque las manos y el instrumento te dicen a lo largo de los más de 45' del disco quién, por qué y de qué manera.
Su debut en el mundo de los sonidos de la mano de este "Heartsounds" que es eso y nada más que eso, sonidos salidos de las entrañas para llegar a quien desee dejarse atravesar por ellos, el resto, como siempre, es otra historia que nunca me ha interesado, porque si creo en una Música sin fronteras, creo en una Música donde los sonidos no saben de épocas, eras ni espacios.
Side 1: Valencia; Homecoming; The Embrace; Gideon's Arrival; Star Gazer
Side 2: Dream field; Day star; Farewell Amparo; Heartsounds; Rosario; Sun Song; In a Holy Place
Estoy escuchando a David Lanz mientras leo la entrada. Como he dicho en alguna ocasión yo soy una iletrada musicalmente hablando y me dejo llevar por las sensaciones que me produce la música obviando los pormenores que se refieren a la clasificación que se pueda hacer de ella y demás zarandajas de los llamados "críticos y expertos" .
ResponderEliminarDavid Lanz es para mi, como Wim Mertens, un alma hablando a través de las teclas de un piano. ¡Y hay que ver qué locuacidad!
Hasta la próxima borrachera de sensaciones.
Besos a diestro y siniestro.
Recibo los besos gustoso ¡¡Vive el Cielo!! y comparto lo que ya sabes que pienso. Mucho iluminado y pocas emociones. Prefiero sentir, las iluminaciones ya me vienen solas.
EliminarMás Besos,
Siempre he tenido predilección por el piano. Y cuando alguien sabe acariciarlo como David Lanz es inevitable no emocionarse. Virtuoso del teclado consigue que escuchándolo te fundas en blanco y negro.
ResponderEliminarEste disco junto a Nightfall y Cristofori´s Dream ocupan un lugar privilegiado en mi pequeña colección. He echado mano de ellos en momentos muy delicados en mi vida y su ayuda a sido de lo más gratificante.
David Lanz, un piano, una copa y... lo demás ya es cosa de cada cual.
Delicadeza para soñar en estos días que llevamos el sueño un poco alterado.
Besos.
Sigue en los sueños con él, pura magia para los sentidos.
EliminarBesos,