sábado, 29 de septiembre de 2012

De Vinilos y Otras Glorias DLVIII

Un artista único, un momento irrepetible en el mundo de la Música y los comienzos de uno de esos mitos que al final siempre son más de lo que parece.


Grin (1+1) 1972


Vaya por delante que amo a Nils Lofgren, su Música y lo que ha hecho como guitarrista. Vaya por delante que me apasiona su manera de tocar, de ser y de hacerlo en un escenario, y dicho esto me encantan los comienzos de esos genios que más adelante son y no se les suele apreciar en toda su extensión, que en este caso es mucha.
Nils Lofgren comenzó su carrera en solitario en el año 75, y antes de eso dejó junto a dos pedazos de músicos, Bob Berberich y Bob Gordon muestra de su talento y clase con el grupo Grin en cuatro álbumes de puro Rock'N'Roll, y recalco esto porque la segunda entrega en la carrera del grupo dejó en claro dos cosas que me gustan menos que más.
Primero (esto es lo que más me gusta) que Nils ya iba para crack, era un músico excepcional y hacía Rock de muchos quilates, y dos (y esto no me gusta tanto o casi nada) que si era un grupo llamado Grin, no sé por qué todo es él, sólo él y nada más que él, porque la exhibición de poner su nombre sobre el del grupo, ser la foto del guitarrista la única de la portada y punto y... sobra, o de no ser así, que hubiese comenzado su carrera en solitario antes.
Dicho esto, "1+1" es un excelente disco de Rock'N'Roll, con tremendos temas que aún hoy cuando se libera del grupo donde toca los hace en directo, con un poder y una frescura tremendos, y que no puede pasar de moda porque es la esencia de eso que se llama Rock.
Nils se sale, con la guitarra tremendo, brutal, exquisito, con la voz despachándose a gusto cuando le toca, porque estos menesteres los reparte con Gordon y Berberich que también cantan lo suyo, y como compositor dejando muestras de su talento en temazos que son parte de su historia y de la historia; además los teclados, especialmente el piano son suyos, para que no quede nada al azar, o sea, que es un crack, porque es genial, y si quedan dudas de su registro, atentos al título de cada cara.
Junto a él Bob Berberich en la batería da una lección de ritmo y acople a los temas, uno a uno, y Bob Gordon se sale con el bajo, contundente, brutal o no según el caso, y canta como los ángeles.
Diez temas en un disco completo, que se escucha sin esfuerzo, temas de siempre, composiciones con clase y una interpretación del trío maravillosa. 
Para mí el mejor disco del grupo, donde demuestran una solidez muy alta y ese poder que tiene el Rock cuando se hace con clase y talento.
En cuanto a lo comentado al principio, se retoma la idea de grupo en el interior, con una foto de cada uno en un momento de actuación ¡¡¡menos mal!!!
"1+1" para divertirse disfrutando de buena Música, ¡¡casi nada!!

Rockin' Side:  White lies;  Please don't hide;  Slippery Fingers; Moon tears;  End unkind
Dreamy Side:  Sometimes;  Lost a number;  Hi, Hello Home;  Just a poem;  Soft fun  







De Vinilos y Otras Glorias DLVII

Pura historia, y así nos lo tomamos, que para eso estamos a lo que estamos, con una maravillosa sensación de la mano de una banda... mítica.


Canned Heat (Vintage) 1966


Un disco curioso, según la leyenda y los libros las primeras grabaciones de Canned Heat, antes incluso de su álbum debut, allá por el año 66, aunque no se editó hasta el 70, cuando el grupo ya tenía un cierto nombre en la escena musical.
Como no podía ser de otra manera se trata de un recorrido por ese Blues eléctrico que tan bien desarrollaban, una maravillosa demostración de amor por esa Música y los que les influían, no en vano salvo dos canciones del grupo el resto de los temas son de grandes de toda la vida pasadas por esa forma tan particular de entender el Blues que tenía el grupo.
Temazos de W. Dixon, el gran John Lee Hooker, W. Jacobs, un par de versiones, una con armónica y otra sin ella del "Rollin' And Tumblin'"  y así hasta completar los diez temas del disco que con una duración excesivamente corta, apenas 24' demuestra que no estaba para salir al mercado pero sí para ir marcando la pauta de lo que eran antes de serlo definitivamente.
La banda que comenzó la historia, con el gran (en todos los aspectos) Bob Hite a la voz, esa manera preciosa de entonar el Blues desde ese corpachón, atando la armónica y dejándose la piel, como siempre.
Alan Wilson en las guitarras, slide y armónica, un clásico y un crack a base de esos solos endemoniados con la garganta y esos riff demoledores.
Henry Vestine en las seis cuerdas como solista, tremendo y eléctrico, una verdadera sensación para desgarrarte las tripas.
Stuart Brotman en el bajo y Frank Cook a la batería conforman el quinteto que comenzaba un camino glorioso para llegar a ser uno de los más grandes.
El disco es una curiosidad para disfrutar del grupo antes de ser el propio grupo, no es ni de lejos lo que llegaron a hacer, pero me resulta interesante escucharles cuando aún no habían confirmado ni tan siquiera un contrato discográfico y se intentaban hacer un hueco en la historia.
A partir de aquí, Blues, Blues y más Blues, o lo que es igual, Canned Heat y su esencia, que para quienes amamos este grupo es de lo que se trata.

Side 1:  Spoonful;  Big road blues;  Rollin' and tumblin';  Got my mojo working;  Pretty thing
Side 2:  Louise;  Dimples;  Can't hold on much longer;  Straight ahead;  Rollin' and tumblin'

De Vinilos y Otras Glorias DLVI

Nos encontramos de nuevo con un grupo que nos apasiona, por aquello de ir volviendo sobre los pasos de lo que nos hizo amar la Música, y a partir de ahí...


The Pretty Things (Parachute) 1970


El quinto disco de los Pretty Things, en un camino a recorrer entre el más maravilloso Psycho y un descarado giro hacia un Rock más potente, más salvaje, más emotivo, es una tremenda descarga de Música de un calibre sólo comparable a lo mejor que se hacía por esa época, y eso es decir mucho.
Las guitarras te envuelven en una atmósfera absolutamente irreal, con las eléctricas atravesándote sin pausa perfectamente acopladas a esos cambios que nos devuelven a su Música de años atrás, cuando de nuevo las acústicas toman el mando y van cambiando excepcionalmente el tempo de toda la obra.
Sin ser, porque en ningún momento se dice o indica por ningún lado, una obra conceptual, la sensación de continuidad del disco es absoluta, no pierde en ningún momento la línea que sigue desde la primera nota, con temas bellísimos que te elevan desde lo más bajo, descargas emocionales que te agarran y no se sueltan y momentos deslumbrantes de Música en estado más puro, la banda lanzada a tope en esos temas que rayan el Hard más descarnado y la suavidad al tiempo cuando de nuevo bajan al suelo con los mortales.
A fin de cuentas el R'N'B, el Rock, todo lo que dominaban de la Psycho más descarada se dan cita en este álbum que no desaprovecha la experiencia acumulada para dejar bien claro que la banda se encontraba en lo más alto de su carrera, quizás el punto culminante tras media década de absoluta barbaridad musical.
Las voces que se salen de la garganta, esos coros brillantes y emocionantes, guitarras entrelazadas, rítmicas y solistas desmadradas, una sección rítmica que lleva la pauta como quiere, esa batería que va de replique en replique pateando el culo o marcando con la percusión los momentos más delicados, una perfecta armonía en temas que funcionan muchos de ellos casi como una suite continuada a modo de historia.
Composiciones excelsas e interpretaciones acorde con la calidad de los temas para conseguir un disco redondo, una entrada en la década setentera de un grupo que aunque había dicho mucho aún podía expresar mucho más.
"Parachute" es un disco que por sí mismo marca una época, una joya de la Música en general, el Rock en particular y de la sensibilidad hecha sonidos, para disfrutarlo, degustarlo y beberlo a sorbos con gusto.

Side One:  Scene One;  The good Mr. Square;  She was tall, she was high;  In the square;  The letter;  Rain;  Miss fay regrets;  Cries from the midnight circus
Side 2:  Grass;  Sickle clowns;  She's a lover;  What's the use;  Parachute



viernes, 28 de septiembre de 2012

Entelequia


Del latín entelechia, y este del griego ἐντελέχεια realidad plena alcanzada por algo.

1. f. En la filosofía de Aristóteles, fin u objetivo de una actividad que la completa y la perfecciona.

2. f. Irón. Cosa irreal

Crossroads


Gary


De Vinilos y Otras Glorias DLV

Terminamos este viaje onírico con la tercera entrega del grupo, una manera de cerrar el circulo maravillosamente visceral.


Neu! (Neu! '75) 1975


Tras un período de separación en el cual los dos músicos, Klaus Dinger y Michael Rother estuvieron inmiscuidos en otros proyectos, a finales del 74 comenzaron la grabación de esta su tercera obra, la última del auténtico universo Neu! para el que suscribe, que fue terminada a principios del 75.
Klaus Dinger continuaba con los momentos álgidos en la percusión, marcando esos ritmos tan característicos de sus sonidos, además de la guitarra, el órgano y los efectos.
Junto a él Michael Rother manteniendo ese nivel especial con la guitarra, auténticos aullidos de furia contenida cuando no marca punteos precisos que llevan el momento del tema. Además los teclados y efectos son suyos.
En este "Neu! '75" se incorporan dos músicos que comparten la culpa de los sonidos que el álbum nos deja, Thomas Dinger en la guitarra y fotografía y Hans Lampe en la batería.
Siendo como es indiscutiblemente un disco de Neu!, quizás esta tercera entrega es la que más se aleja del sonido extremo y radical del grupo, un poco más cercano a la Música Krautrock realizada por otros grupos de la época, aunque el sello de identidad no lo pierde, con esos toques de ambigüedad maravillosamente bizarra que impregna toda la trayectoria del grupo.
La sensación de viaje continúa, una especie de paseo por los sueños de quienes escuchan la obra, que al igual que las anteriores parece un collage de sonidos que terminan uniéndose de manera perfecta para sentir el todo envolviéndote.
Seis temas que suman 41'35'' de preciosa emoción, momentos más íntimos que en los anteriores discos de la mano de un piano que te acaricia, un susurro en forma de sonido gutural que te mece y algunos pasajes donde la sensación de vacío, como si levitaras, es un hecho (la maravilla de orgía sensorial que es "Leb Wohl" simplemente para morirse)
Aún perdiendo ese radicalismo que hace la Música del grupo especial, es un disco bellísimo, que te obliga a meterte en lo que te envía, a ser parte de la obra y dejarte llevar hasta donde tus sueños te dejen, que a mi entender le hace otra pieza más en el icono de esta maravillosa sensación a descubrir llamada Neu!
Es lo que hay, si te atreves a descubrir algo que puede llevarte lejos de este mundo, quizás hayas encontrado un vehículo para el viaje, de no ser así, saber que existe y que a pesar de todos los que lo niegan, esto es Música, maravillosa, original, emocionante.

Seite 1:  Isi;  See Land;  Leb Wohl
Seite 2:  Hero;  E-Musik;  After Eight

De Vinilos y Otras Glorias DLIV

Seguimos con nuestra trilogía en este universo tan particular como maravilloso, porque de eso se trata, que los que estemos al menos nos vayamos fuera de todo lo convencional (de vez en cuando)


Neu! (Neu! 2) 1973


Segunda obra del dúo alemán creador de sonidos espaciales, oníricos, emocionantes, en esta ocasión ayudados en la tarea por otros músicos que amplían la capacidad tanto creativa como interpretativa del grupo desde la producción.
Michael Rother sigue encargándose de la guitarra, un auténtico maestro sacando ese tipo de sonidos espectaculares que llenan con las seis cuerdas un espacio que parece querer comerte, aparte de los teclados, el bajo y efectos varios con la voz cuando tiene cabida.
Klaus Dinger en la batería, dotando de esos ritmos tremendamente continuos, machacones, cuando no lacerantes, además de usar el banjo japonés, la guitarra y los teclados.
El disco comienza donde acabó la primera obra año y medio antes, con una suite de 11'00 para abrir boca a base de viajes a través de los sueños, un disco que como el primero no se libró de los problemas de producción, desconocido durante mucho tiempo sin poder ver la luz desde los problemas de grabación, ya que el dúo se quedó sin dinero para terminarlo e improvisaron en la producción pudiendo acabar la obra, una maravillosa sensación bizarra de Música en estado puro, casi los orígenes de sonidos que te penetran y que al mismo tiempo te dejan ese halo de misterio por lo desconocido.
La idea de minimalismo se traslada por todo el álbum, desde los sonidos que crean un universo único hasta la manera de entender el arte en sentido global, con la portada y el interior casi hechos a mano, rectificaciones incluidas de tiempos y datos de la grabación, una obra de orfebrería hecha por artesanos ¡¡¡y de qué manera!!! para crear algo nuevo, especial, tremendo.
Soy un amante de la Música, me apasiona lo que puede aportar algo siempre que se suceda en la idea esa necesidad de calidad y clase, y Neu! me aporta una manera de "ver" la Música desde otra perspectiva, sin perder la sensación de creatividad e interpretación con kilos de calidad.
Al final, el resultado que nos queda son 41'54'' de experiencia sensorial que no es sino la continuación de un viaje alucinante que puede repetirse (afortunadamente en este caso) sin caer en el aburrimiento, porque cada espacio de los once temas que componen este "Neu! 2" es una visión distinta de lo que te va llegando.

Seite 1:  Für Immer;  Spitzenqualität;  Gedenkminute;  Lila Engel
Seite 2:  Neuschnee 78;  Super 16;  Neuschnee;  Cassetto;  Super 78;  Hallo Excentrico;  Super 

De Vinilos y Otras Glorias DLIII

Una vuelta de tuerca a este nuestro "Paseo Por Los Sueños" y nos adentramos en el mundo de lo especial, genuino y mental con tres eventos que pueden ser uno o... según se mire.


Neu! (Neu!) 1971


De la escisión del grupo Kraftwerk en sus comienzos nació Neu!, un estilo, una forma de entender la Música, una manera de ir más allá con los sonidos creado por dos iluminados, Michael Rother y Klaus Dinger, que se dice, se comenta, se habla fueron uno de los culpables de eso llamado Krautrock como concepto de Música especial y nacida de una zona determinada, en este caso de los teutones y su talento para la Música.
Su aventura como tal duró tres álbumes, de los cuales queremos dejar constancia porque al margen de lo que musicalmente significaron, algo que al que suscribe llena de todo lo que se pueda llenar, históricamente son pieza clave en la estructura de una sensación que marcó más de una década de sonidos y emociones.
Hubo un intento décadas después de unión entre los músicos para seguir con la idea, pero con todo el respeto que me merece que los creadores hagan lo que quieran con sus ideas, para mí Neu! son los tres vinilos que vieron la luz desde el 71 al 75 y que marcaron su forma de entender la Música y lo que creaban, un universo único y fascinante.
Ritmos machacones hasta la extenuación, enormes recorridos sonoros por los sentidos en esta primera entrega en la cual Dinger se encarga de la batería, el banjo japonés, la guitarra y la voz y Rother de hacer suyo esos sonidos especiales y casi oníricos con la guitarra, el bajo y los teclados.
Un impacto inmediato y brutal el de este primer trabajo, sentando las bases de muchas cosas que vinieron después, auténticamente influyente en grupos y músicos de renombre que descubrieron un filón en el cual desarrollar sus ideas y quizás esas maneras atípicas de entender la Música fuera de los cánones habituales conocidos.
Grupo y obra de culto, el álbum estuvo desconocido (en cuanto a lo que era su desarrollo comercial) durante mucho tiempo, un instante en un universo que vería aparecer esta extraordinaria circunstancia mental hecha Música para recrear lo que las ideas de la mente pueden abarcar cuando la genialidad se abre paso a través del infinito.
Neu! como disco es una experiencia sensitiva espectacular, una manera distinta de adentrarte en los sueños, donde cada tema te hacer viajar por encima de los propios sonidos, llevándote en brazos hasta donde no puedes imaginarte.
Seis temas para 45'32'' de Música en estado puro, quizás electrónica, quizás minimalista, quizás sueños, quizás... lo que quieras porque eso es esta sensación, capacidad para crear.

Seite 1:  Hallogallo;  Sonderangebot;  Weissensee
Seite 2:  Im Glück;  Negativland;  Lieber Honig

Nada Más...


No he sido mucho, ni siquiera un poco; no he dicho muchas cosas que pudieran servir para algo, ni siquiera para escupir sobre ellas; no soy ni seré porque vivo siendo lo que pretendo y casi nunca llego, ni siquiera esos sueños vienen cuando deben.

No he pensado lo acordado, ni siquiera lo he intentado; no he provocado el ánimo y la esperanza, ni siquiera sé qué son o donde se encuentran; no estaré en ningún libro de texto, ni en esos instantes en los que el rayo de sol acaricia por la ventana, hace tiempo que una oscura nube me impide verlo.

No sé del mañana, ni siquiera puedo vivir el instante, sólo siento que una extraña sensación recorre mi columna y me hace estremecer, un momento, una ráfaga, una manera de perderme, sea en el paraíso o ese abismo que nunca puedo ver, es Ella, me busca, me abraza, me lleva, me tiene... Música, Esencia, Alma

jueves, 27 de septiembre de 2012

Mick


Fly On Strangewings


De Vinilos y Otras Glorias DLII

Un poco de cambio que para no caer en aquello de... nunca viene mal, aunque si hago caso de un ex-amigo, si no me gusta el folclore y además cosas tan dudosas como lo que salen en las ondas no tengo amplitud de miras... ¡¡¡que se le va a hacer!!!


Plastic Penny (Currency) 1969


Con tan sólo dos discos en su haber, este es su segunda obra que para mí es la mejor, Plastic Penny marcó a sangre y fuego mucho de lo que ocurría en la psicodelia de las Islas a finales de los sesenta, dada la calidad tan brutal de lo que hicieron.
Psycho-Pop-Rock en estado puro, una manera de desarrollar la Música realmente brillante y unas composiciones exquisitas a cargo de cuatro músicos (en este álbum) que lo bordan.
En una época en la cual la composición era casi el todo y la interpretación remarcaba la calidad de lo creado, Plastic Penny demostró una calidad incuestionable, de la mano de unos músicos realmente brillantes que fueron a posteriori santo y seña de muchas formaciones míticas en el espectro musical de los setenta.
Paul Raymond en los teclados, guitarras y voces da una auténtica exhibición con el órgano, que maneja como quiere, el piano y esa voz que parece salir de un sueño, suave, sensitiva, genial.
Mike Graham en las seis cuerdas mantiene los riff secos y rítmicos cuando no se lanza a solos descarnados en instrumentales realmente monumentales.
Nigel Olsson nos deja la impronta de un pedazo de músico que desde la batería hace lo que le da la gana, ritmos, contra ritmos y una manera de usar los timbales realmente apoteósica.
Tony Murray sacude las cuatro cuerdas con poderío, ajeno a la época y los cánones, una manera de entender su instrumento como un solista más, realmente abrasador.
Los cuatro por separado excelsos, en conjunto una auténtica exhibición de clase, sobre todo demostrada en esos temazos que se salen de madre por las jams que se marcan, especialmente la barbaridad de 8'15'' llamada "Sour Suite", donde cada uno tiene su espacio ¡¡¡y qué espacio!!! o esa tremenda descarga de 7'33'' titulada "Macarthur Park", con cambios continuos y melodías excepcionales.
El resto, pura Psycho de altísimo nivel, temazos instrumentales y voces que se juntan en las estrellas en un disco depuradísimo, más elaborado que su primera obra y con los músicos en estado de gracia, aunque fuera su última demostración. El tema "Currency" para llevarte a las estrellas, o por ahí arriba.
Un discazo para degustar de Música de calidad, grandísimas demostraciones de clase y un gusto exquisito por lo bien hecho, que siempre hay que buscar, porque es lo que da eso que sale de las entrañas y te llega hasta las tripas.
"Currency" es un disco para escuchar, saborear, buscar y tener siempre a mano, esos que nunca defraudan porque no tienen nada malo, y eso queridos es algo difícil de conseguir.

SIDE ONE:  Your way to tell me go;  Hound dog;  Currency;  Caledonian mission;  Macarthur park
SIDE TWO:  Turn to me;  Baby you're not to blame;  Give me money;  Sour suite;  She does

De Vinilos y Otras Glorias DLI

Como no podemos quedarnos quietecitos, eso que tanto gusta a cierta gente que pretende ser lo que no puede, seguimos con esto y nos adentramos en un camino, digamos para transgredir las leyes físicas... o algo así.


Mike Bloomfield / Al Kooper / Steve Stills (Super Session) 1968


Cuando los genios se juntan, los egos se aparcan y el talento sobrepasa todo lo que debe ser, ocurren cosas como esta, y a fe que deberían ocurrir muchas más, porque se trata de pura magia y puro éxtasis.
Del iluminado cerebro de Al Kooper salió la idea de esta barbaridad que para el que suscribe es una joya con mayúsculas (otra más ¡¡y qué!!) de la Música, especialmente del Blues y de cualquiera que tenga un poco de sensibilidad para apreciarlo.
Colaborador habitual de Mike Bloomfield, ese genio de las seis cuerdas que estuvo por encima de las estrellas demasiado tiempo y amigo de un tipo que me ha encantado siempre y que me parece demasiado poco idolatrado por mor de otros nombres relacionados con él, Steve Stills, creador inmenso, guitarrista excepcional, músico global, Al Kooper imaginó esta fantasía en clave de disco genial de la mano de los dos geniales guitarristas y de él mismo, creando una obra que es una barbaridad por encima de épocas, eras y años.
Nunca coincidieron en la grabación Bloomfield y Stills, por eso la cara A es del primero y la B del segundo, pero dejaron su huella en un disco que no tiene fisuras, con temas eternos creados por el dueto Kooper/Bloomfield y clásicos de toda la vida y una banda que les acompaña de nombres superlativos.
Una obra genial, donde el talento se desborda por todos lados, la sensación de simplicidad y a la vez grandiosidad lo envuelve todo, y en cada tema los músicos desarrollan todo su saber a modo de jams improvisadas que envuelven cada nota, cada instante, cada emoción que te llega desde lo más profundo.
Mike y Steve dan una lección magistral a las seis cuerdas, el uno con esa capacidad innata para transmitir todo lo que le llega desde la nada, el otro transcribiendo en dulzura los sonidos de las canciones, acompañados por esa exhibición constante de Kooper en los teclados, una tras otra, sin importarle qué maneja, si el piano, el "Hammond", los teclados... un genio libre en lo creativo y en lo interpretativo.
Junto a ellos Harvey Brooks al bajo y Eddie Hoh en la batería a la altura de las circunstancias, como soporte y solistas de una animalada que en sus más de 50' deja una obra impecable, perfecta, tremenda desde su propia idea de la imaginación por encima de lo marcado en un papel.
Un disco que lleva más allá la sensación de la Free Music, una manera de entender el universo musical única, y una manera de deleitar que abruma, porque esto es magia, seda, clase y sobre todo Música.

Side 1:  Albert's shuffle;  Stop;  Man's Temptation;  His holy modal majesty;  Really
Side 2:  It takes a lot to laugh, It takes a train to cry;  Season of the witch;  You don't love me;  Harvey's tune


viernes, 21 de septiembre de 2012

De Vinilos y Otras Glorias DL

Vamos a hacer un alto en el camino para degustar algo muy especial, que quizás no debiera estar ahora pero que viene bien como casi todo lo que sale de una manera sorprendente.


Bruce Springsteen (Live At The Main Point 1975) 1975


De entrada ir diciendo que esto ya no es lo que era (no me refiero a la Música, sino a los piratas) en mi época, cuando buscabas un disco pirata para emocionarte con eso que nunca podrías llegar a sentir, te encontrabas de todo, y sobre todo poco cuidado, pero ahora el tema se trata de otra forma, a base de pasta eso sí, pero se trata de otra manera.
Lo que tenemos entre manos es un cuádruple vinilo del mítico concierto que Springsteen y la E Street Band dieron el 5 de Febrero de 1975 en Main Point, y que está considerado (esto ya va con opiniones) uno de sus más grandes conciertos en directo, sino el mejor.
Hay varias cosas que me han animado a hacerme con esta barbaridad, al margen de ser Bruce en un momento mágico de su carrera y de lo que supone para mí como músico y artista; el concierto se encuadra dentro de la gira de presentación del "Born To Run", pero sin el disco en la calle, de hecho está grabado unos seis meses antes de que el gran público tuviera la ocasión de gozar y disfrutar de uno de los más grandes álbumes de Rock de la historia, y eso era un detalle que me fascinaba. 
Me apetecía saber cómo se lo montaban estos monstruos realizando canciones antes de ser conocidas oficialmente y su transformación posterior, y es simplemente mágico. La incorporación de Suky Lahav con el violín, colaboradora habitual de la banda, da un toque especial y sublime a temas eternos, tratados de una manera que nunca más se han repetido, como la estremecedora versión del "Incident On 57th Street" con la voz, el violín... y las estrellas, simplemente único, o cómo suena ese violín en la tremenda "New York City Serenade" 18' de seda al servicio del directo, algo monumental. Cada parte de la banda tocada por ese halo especial que le da Lahav suena distinta, algo para recordar.
Por otra parte la banda estaba recién recompuesta y quería saber qué era lo que les hacía especiales, y lo especial eran los músicos, canciones eternas y creer en lo que estaban haciendo, porque parece que llevaran 40 años juntos.
El show es monumental, la cumbre del Rock'N'Roll de la mano de un tipo que durante una década fue el vértice de esta Música y una banda excepcional que le seguía a ciegas para crear lo más grande que en esa época se hacía.
Un concierto épico, pura dinamita en los temas de siempre más allá de la propia Música, momentos íntimos que se meten en las entrañas y una voz que es el santo y seña del Rock. Con todo esto y más el concierto, si obviamos el sonido en algunas partes por ser pirata y lo que supone, es una joya y una oportunidad para redescubrir o descubrir sin más por qué Bruce Springsteen y la E Street Band son parte de la leyenda del Rock'N'Roll, y eso no es ninguna broma.
Por fin el concierto se presenta como debe, una caja que alberga a su vez un libro donde las distintas páginas son un disco, explicaciones, reseñas, historias y todo el desarrollo del concierto, fotos espectaculares de la época y el sentimiento de que todo rezuma autenticidad, las caras, la banda, la Música y por fin los discos presentados, que por cierto son de vinilo blanco transparente. 
Un repaso a sus tres discos de estudio, algún clásico para terminar, otra versión para morirse del "For You" con Bruce sólo al piano y los temas trabajados como largas jams que a mí me alucinan, porque creo que era la esencia de esta banda irrepetible.
La banda, pues ellos, o sea:
Bruce Springsteen guitarra, armónica y voz
Clarence Clemons saxo, percusión y voz
Garry Tallent bajo, voz
Roy Bittan piano, teclados
Danny Federici órgano, teclados, acordeón
Max Weinberg batería
Suki Lahav violín, voz
La cara B del cuarto vinilo son cuatro canciones del concierto en el Roxy el 17/10/1975 y creedme, la versión del "Thunder Road" ya suena distinta, además en el concierto de febrero su título es  Wings For Wheels (Thunder Road)
Una joya del Rock'N'Roll, a partir de aquí es cosa de cada uno.

SIDE A:  Intro;  Incident on 57th Street;  Mountain of love;  Born to run
SIDE B:  The E street shuffle;  Wings For Wheels (Thunder Road);  I Want You
SIDE C:  Spirit in the night;  She's the one;  Growin' Up;  It's hard to be a saint in the city
SIDE D:  Jungleland;  Kitty's Back
SIDE E:  New York City Serenade
SIDE F:  Rosalita;  4th of july, Asbury Park (Sandy)
SIDE G:  A love so fine/Shout;  For You;  Back in the USA
SIDE H:  Thunder Road;  Tenth Avenue freeze out;  Pretty Flamingo;  Backstreets


A Mi Amor, Ella sabe por qué





N.I.B.


jueves, 20 de septiembre de 2012

Epopeya


(Del gr. ETTOTTOIÎA)

1. f. Poema narrativo extenso, de elevado estilo, acción grande y pública, personajes heroicos o de suma importancia, y en el cual interviene lo sobrenatural o maravilloso.

2. f. Conjunto de poemas que forman la tradición épica de un pueblo.

3. f. Conjunto de hechos gloriosos dignos de ser cantados épicamente. 

Lonesome Dave


De Vinilos y Otras Glorias DXLIX

Ya que le hemos cogido el gusto a este tipo de Música, nos dejamos acariciar por un mito, ya visitante de "Paseando Por Los Sueños" pero no por ello falto de necesidad en este espacio.


Savoy Brown (... A Step Further) 1969


Uno de los grandes en la historia del Blues eléctrico de las Islas, un mito que a finales de los sesenta y durante la década (casi toda) de los setenta se mantuvo en la cumbre como uno de los iconos de esta Música maravillosa.
Cuarto disco del grupo, con la mejor formación de su historia y alguna incorporación que les hacía más grande aún, porque Savoy Brown es una demostración tras otra de buen Blues, desgarrador y visceral, con unos músicos tremendos que dejaban su ADN en cada una de las obras  de este período increíble y genial.
Otro disco más en el cual se despachan a gusto con constantes demostraciones de clase en temas demoledores que te llegan al alma, desde los instrumentales hasta esos momentos vocales con el increíble Chris Youlden en la voz, un registro como pocos, precioso, enorme, un crack.
Chris Youlden a la voz, Kim Simmonds en la guitarra solista y rítmica, Lonesome Dave con la guitarra y voces, Bob Hall al piano, Tone Stevens en el bajo y Roger Earl a la batería formaban una banda de ensueño que en este disco se deslizan por el más puro Blues, con momentos orquestales impresionantes que acompañan a la banda, como la preciosa "Life's One Act Play" donde la conjunción a la hora de unir banda y orquesta resulta sublime; instrumentales poderosos y abrasadores en momentos mágicos, "Waiting In The Bamboo Grove" es una demostración con esa guitarra que echa humo; desgarro emocional a cargo de Youlden (¡¡qué bueno era, joder, qué bueno!!) en ese temazo "I'm Tired" que se une al suspiro que es "Where Am I".
La entrada del disco con "Made Up My Mind" deja claras las intenciones, por si acaso te vas a otro lado.
La banda en estado de gracia en una segunda cara demoledora con un título "Savoy Brown Boogie" donde demuestran todo su talento, 22'02'' de clásicos unidos en directo en Londres allá por el año 1969, el 12 de Mayo, Música pura, descarnada, sin nada que ocultar, dando todo y entregando una exhibición de lo que es hacer estremecer con los sonidos.
Un álbum que se encuentra entre los que hay que tener, escuchar o revisitar para entender lo que este tremendo grupo fue durante una época de glorias y magia, un momento impresionante de músicos que son leyenda, a pesar de demasiadas cosas.
Si gusta el Blues, la Música y lo que conlleva, para morirse de gusto, el resto interesa más bien poco.


De Vinilos y Otras Glorias DXLVIII

Seguimos aprendiendo y dando de lo que aprendemos, que de eso se trata, porque no es sólo el placer de escuchar, la Música es universal, sin fronteras, sin límites, de todoooooooooos.


John Dummer Band (John Dummer Band) 1969


De la misma corriente de esos grupos británicos que se empeñaron en dar al mundo y a ellos mismos la Música maravillosamente emocional que es el Blues, desde el punto de vista eléctrico, nos visita otra animalada de disco realizado por un genuino grupo de esos, de los que se arrancan las entrañas cuando tocan.
Impresionante obra de John Dummer Band, Blues del bueno, de las raíces de todo, con un toque de Boogie y ritmo para hacer estallar cualquier mente no preparada para lo excelso, la maravilla y el momento en el cual te atraviesa eso que llamamos Música y que por ende es mucho más.
Una exhibición de buen hacer, composiciones propias y de grandes de toda la vida pasadas por el talento de estos músicos, seis en los créditos y cuatro en las fotos, que arreglan para llevarnos a las estrellas los temas que siempre serán eternos porque la Música, cuando tiene esta calidad, es simplemente magia.
John Dummer a la batería, Bob Hall en el piano, Dave Kelly en la voz, la guitarra y sobre todo el bottleneck que tan grande haría Duanne Allman y el kazoo, Adrian Pietryga con la guitarra, Ian Thumper-Thomson al bajo y Jo-Ann Kelly en la voz según qué temas (eso sí, cuando está no veas cómo te arrasa)
Una barbaridad de temas, guitarras incendiarias, bottleneck que apuran las notas más extremas, un bajo para golpearte y la batería pateándote el culo, el piano sin parar tema tras tema ¡¡¡qué animal!!! y esas voces, da igual quién cante, que te llevan hasta el infinito.
Blues puro y duro, de raíces, sacado del alma, para llegar y destrozarte cuando te agarra, sintiéndolo en lo más profundo, Música para soñar, hacerte de ella y ser por encima de todo el amante que necesita para gozar.
Blues tradicionales que se te agarran a la garganta, "Bullfrog Blues" en una versión salvaje, "Reconsider Baby" desgarradora con el piano del viejo bar rompiendo las teclas y esa guitarra...  "Riding At Midnight" y todos los fantasmas de los ancestros africanos saliendo de sus tumbas para ver dónde llegaron sus raíces, simplemente demoledora, y esa guitarra...; carreras con el diablo en momentos frenéticos como "Money & Fame", "Big Feeling", excepcionales cambios de registro que te llevan a otro lugar, "Memphis Minnie" una gozada, y así hasta acabar fuera de este mundo.
Un disco tremendo, brutal, excepcional y bellísimo, para disfrutar del buen Blues, de maravillosa Música y volver a sentir lo que sólo ciertas cosas dan.

1, One, A:  Few Short lines;  Bullfrog Blues;  Try me one more time;  Money & fame;  Reconsider baby;  Riding at midnight
2, Two, B:  Ain't gonna work no more;  Big feeling;  Memphis minnie;  Birds & Booze Blues;  Skin game

De Vinilos y Otras Glorias DXLVII

Cuando uno hace caso a eso que se llama sabiduría, y después se impregna de eso que se llama enseñanza, suele ir sobre seguro, por eso aprendo y llego hasta las estrellas.


Black Cat Bones (Barbed Wire Sandwich) 1970


Cuando un tipo que sabe mucho de esto, pero mucho mucho mucho pone en su web que discos como este son de esas cosas que ocurren cada cierto tiempo y hay que aprovecharlas, no seré yo quien le lleve la contraria, especialmente cuando la sensación que te deja esta obra magna del Blues eléctrico británico es de haber recibido en tus sentidos una dosis de Música eterna, de esa que jamás pasará de moda porque se convierte en parte de tu piel.
"Barbed Wire Sandwich" es una obra de arte del Blues, un disco elaborado por artesanos que sabían lo que se traían entre manos cuando comenzaron a pulir la joya, desde el respeto a una Música excelsa que estaba calando en las Islas de aquella manera, y que por una serie de circunstancias se dejó caer en la creación de este álbum.
Perfecto, impecable, inmenso, cualquier adjetivo posiblemente se quede corto, porque todo se minimiza cuando realmente haces tuyo el sonido que emana del disco y lo sientes en tus entrañas, lo mamas y digieres para quedártelo.
Cinco músicos que se salen por donde los pilles, comenzando por esa voz excepcionalmente bella y melodiosa de Brian Short, que aúlla cuando debe y te mece cuando te lanza esos mensajes desde los albores del tiempo.
La guitarra que te arranca las tripas está a cargo de un tipo que me ha hecho feliz muchas noches con el grupo que le dio todo lo que fue, el gran Rod Price, que en esta etapa quema el acero para enroscarte a él y llevarte al infinito, cantando algún tema compuesto como la demencial "Good Lookin' Woman". 
Acompañando a esa guitarra demoledora otras seis cuerdas de riff eternos en las manos de Derek Brooks, el complemento ideal para lo que se te viene encima.
La sección rítmica da una lección de lo que es en el Blues eléctrico llevar el ritmo y meterte donde ellos quieren, con ese bajo brutal de Stu Brooks y la batería incendiaria de Phil Lenoir, algo para soñar.
Excitante, sublime, pura seda, Blues de millones de quilates creado, interpretado y grabado con clase, estilo y genialidad, temas eternos que te aman, como esos descarnados Blues clásicos abrasadores, "Death Valley Blues" te mata, "Save My Love"... o esos temas en los que la caricia de la guitarra y la voz susurrante te atrapa sin remedio, la bellísima "Feelin' Good" para morirse, "Four Women" increíble, la ya comentada "Good lookin' Woman"... 
Nada más que decir, escucha, disfruta y cree en la Música de seda, la que debería ser siempre, esa que de vez en cuando se cruza en tu camino y te hacer ser diferente.

Side 1:  Chauffeur;  Death Valley Blues;  Feelin' Good;  Please Tell Me Baby;  Coming Back
Side 2:  Save My Love;  Four Women;  Sylvester's Blues;  Good Lookin' Woman


miércoles, 19 de septiembre de 2012

Rod


Dead Flowers


De Vinilos y Otras Glorias DXLVI

Poder, poder y más poder, que es lo que en ocasiones necesito para abrirme paso a través de esos sueños que se convierten en gloria por de la Música, y que dure...


Fox (San Francisco Session) 1970


Discos seminales, obras que no entran en ninguna lista ni puñetera falta que les hace, momentos estelares de grupos que quisieron y nunca llegaron, por eso a veces me resulta gratificante encontrarme con estas piezas de museo que nada tienen que ver con emisoras, ratios ni nombres propios, sólo con la Música con mayúsculas, la Música hecha desde las entrañas, la Música como a mí me gusta, con calidad, buen gusto y sobre todo sentimiento.
Fox fue esto que traemos y nada más, un disco sublime de maravilloso Hard poderoso en formato de Power Trío, eso que muchas veces son dos palabras y ya está, pero que suele encerrar mucho más cuando los tipos que se meten en ello descargan toneladas de clase, y son tres... punto y basta.
Hard-Blues-Psycho para romper todas las defensas, tremendas guitarras desmelenadas, una sección rítmica que por sí sola son dos instrumentos solistas más y que además ayudan a que ese animal en las seis cuerdas haga lo que le viene en gana, ¡¡¡y vaya si lo hace!!!
Tres de los componentes de Day Blindness se fueron dejando caer por San Francisco y haciendo sesiones de grabación de las que salieron este conjunto de temas, seis para más señas que consiguen un disco abrumador, poderoso, arrasador, de los que me gustan cuando necesito que me pateen el culo, porque señores, señoras, señoritas y los que se apunten, a veces la Música debe patearte, abrumarte, caerte encima con todo su poder y clase, y a fe que este "San Francisco Session" de Fox te arrastra como si de pronto una manada de elefantes te hubieran pasado por encima.
Tres tipos que no querían especular, porque para eso ya están otras cosas, y se lanzan a lo largo de todo el disco a composiciones sin límites en las que atraviesan el acero sin ningún tipo de pudor. La guitarra de Gary Phil no toma prisioneros, riff demoledores, punteos que arrancan la piel, en momentos salvajes como en instantes realmente más elaborados en temas que cortan el aliento (y si no escucha "Sun City" y a ver cómo respiras); el bajo de Johnny V Vernazza no sabe de eso que debe ser ritmo o... es un solista más, cuatro cuerdas arrasando el aire, solos descomunales, graves, en pleno estómago, y su voz te muerde el cuello para que no te escapes. En cuanto a la batería de Roy García saca el sonido que hay que arrancar cuando tienes que cubrir la espalda a dos animales así, y entre repliques, ritmos y contra ritmos se marca una exhibición por todo lo alto, realmente tremendo.
El sonido a tenerlo en cuenta, duro, seco, descarnado, sonando a 70 a tope, como debe ser, pura suciedad con clase, primitivo, añejo... ¡¡¡Fantástico!!!
Quizás se me ve el plumero, pero estos seis temas de puro Hard brutal y concesiones son una andanada de aire fresco para los que amamos esto que te atraviesa el cuerpo y te deja... pues así ¡¡¡qué jooooooooooé!!!
No lo dudes,, si te va esta poderosa sensación, Fox te dejará ardiendo de deseo, y eso siempre es de agradecer.

Side A:  Susie S. Kalator;  Sun City;  I Can't Take It
Side B:  Keep On Livin' This Way;  I was alone;  Geraldine


De Vinilos y Otras Glorias DXLV

En lo que nos apasiona, algo menos conocido, fascinante y con ese regusto por lo complejo que tanto nos atrae.


Dzyan (Dzyan) 1972


Quisieron ser diferentes, dentro de la corriente de la Música que llenaba las mentes de los que se apasionaban por los sonidos allá en las décadas de los 60 y 70, y por eso los teutones crearon su propia forma de entenderlos, y quizás por eso nació el Krautz Rock aglutinando lo que se hacía por aquellas tierras, y en medio de todo eso, que fue mucho y en ocasiones demasiado para poder enlatarlo de una manera tan sencilla se fueron paseando grupos que por efímeros no dejaban de ser tremendamente interesantes.
Dzyan es uno de esos grupos que se han podido recuperar con el tiempo y que a pesar de su corta existencia y tres vinilos grabados demostraron en su primer intento una calidad más que sobrada para manejerase por este mundo de las sensaciones llamado Música.
Progresivo puro y duro, con ribetes y deslices jazzy, Dzyan es sobre todo una banda de músicos que creen en la mente, y sobre ella actúan a lo largo de sus interpretaciones. 
Su primer trabajo, este Dzyan que para mí es lo mejor que hicieron y de una calidad incuestionable, es una obra conceptual que se va desarrollando a través de inmensas suites musicales con escasos momentos para detenernos a pensar en otra cosa que no sea las andanadas de Música que se nos vienen encima.
Continuos cambios, momentos de exhuberante musicalidad, calma chicha que une de nuevo con recorridos infinitos, todo ellos pasado por las manos de cinco músicos técnicamente buenísimos que no dejan de exprimir al máximo lo que pueden hacer.
Momentos de Rock espacial con dosis de alucinógenos musicales, desvaríos temáticos que se van uniendo entre sí con pequeñas piezas que mantienen la unión de toda la obra, que no deja de ser un viaje fascinante si puedes soportar los continuos vaivenes de lo que te van dando.
Los cinco miembros que como ya hemos dicho demuestran una capacidad impagable son:
Jochem Leuschner voz y percusión. Reinhard Karwatky bajo. Gerd Ehrmann saxo. Harry Krämer guitarras. Ludwing Braum batería.
44' de Música sin pausa, temas enormes como las suites "Emptiness" (9'39'') o "The Wisdom" (10'30'') y momentos para buscarse, un disco especial para esa Música que lo es en cada uno de los momentos en los que te llega.

Side One:  Emptiness;  The bud awakes;  The Wisdom
Side Two:  Fohat's work;  Hymn;  Dragonsong;  Things We're looking for;  Back to Earth 


De Vinilos y Otras Glorias DXLIV

Seguimos para que uno no se quede con lo extravagante y excepcional invitando a este nuestro "Paseo Por Los Sueños" a los genios de un período que por ciertas convicciones anteriores pasaban de largo sin dejarnos su impronta.


Kevin Ayers (Joy Of A Toy) 1969


Hay gente que nace dotada para hacer ciertas cosas, y además tienen la suerte de saber qué y lo hacen. En el caso que nos ocupa, hablamos de uno de esos genios que llevan la Música en las venas, uno de esos a los cuales los sonidos les resbalan por la piel cuando les surge de las entrañas, un tipo que sabe de esto lo que quiere y además ha hecho lo que le ha dado la gana, que no todos pueden según y cómo.
Kevin Ayers es un genio, a lo largo de su trayectoria como músico lo ha demostrado, y en los proyectos en los cuales ha participado ha dejado su huella indeleble.
La maravillosa escuela de Canterbury no hubiera sido lo mismo sin la aportación de este visionario excéntrico y original, que cuando quiso dijo basta a pesar de haber podido llegar donde hubiera querido, pero en lo que interesa, su Música y lo creado, durante más de un lustro su creatividad provocó joyas del período Progresivo imprescindibles.
Este "Joy Of Toy" es una animalada salida de la mente de un ser especial, alejado ya de la nave Soft Machine y dirigiéndose hacia sus propias convicciones, con esa vena romántica, pop y bohemia que le hacía ser la parte más alejada del planteamiento anterior.
Una joya de la Música que combina maravillosamente ese gusto melódico con divagaciones "free", con esa voz cálida, romántica, utilizada para esos temas que se mueven en las inspiraciones pop con un tratamiento claramente Prog. sin dejar esa base canterburiana que es la seña de identidad del músico.
La primera obra de Ayers se convierte en un ejemplo vivo de su excentricidad a través de los sonidos, con menos complejidad en cuanto a lo intrincado de los mismos que hasta ahora aportaba lo realizado, una Música de autor excelsa, inteligente y vibrante. 
Temas alegres, irreverentes, geniales a pesar de todo, un paseo por los sueños de un visionario profundamente romántico; baladas pop con orquesta en esa delicia llamada "Town Feeling", un guiño (salvando las distancias de estilo y mente) a un creador como Dylan en la irresistible "All This Crazy Gift Of Time", esa vena romántica llevada al extremo en las declaraciones de amor que son "Girl On A Swing", Eleanor's Cake" o "Lady Rachel". También hay tiempo para los viejos momentos, como ese toque a lo Soft Machine de "Song For Insane Times", acompañado por sus antiguos compañeros. Hay otro guiño a su infancia en Malasia con esa letanía experimental cantada en malese "Oleh Oleh Bandu Bandong", todo un repertorio para un disco diferente, envolvente, único y especial.
Como no puede ser de otra manera, los instrumentos a cargo de Ayers salvo algunas notas como la batería a cargo de otro crack, el gran Robert Wyatt.
Un disco excepcional, para perderse, divagar con uno mismo y disfrutar del talento de un músico muy especial, de los que hay que saborear para pensar que no todo es... lo que parece.

Side One:  Joy of a Toy continued;  Town feeling;  The Clarietta rag;  Girl on a swing;  Song For Insane Times
Side Two:  Stop this train;  Eleanor's Cake;  The Lady Rachel;  Oleh Oleh Bandu Bandong;  All This Crazy Gift Of Time