sábado, 4 de agosto de 2012

De Vinilos y Otras Glorias CDXCIII

De nuevo paseando por esos sonidos maravillosos que hicieron grande una Música poco conocida en este lado del Océano, un grupo que debía haber venido antes, pero por supuesto "nunca es tarde si la dicha es buena".


Savoy Brown (Blue Matter) 1969



Un mito dentro de la Música británica en general, y por supuesto dentro de esa corriente de grupos y artistas maravillosos que llevaron el Blues a las Islas y por ende a toda Europa, Savoy Brown es una de esas bandas que ha traspasado su propio nombre, y su líder y a quien va ligado dicho nombre, Kim Simmonds se considera un grande dentro de los grandes.
Para mí, la banda es ante todo eso, un pedazo de grupo con músicos excepcionales, especialmente en estas fechas en las cuales los componentes no tenían desperdicio.
"Blue Matter" es su tercer disco, tras dos primeros intentos un poco tibios, lograron arrancar de las entrañas un álbum excepcional, una manera de entender el Blues única, siguiendo, eso sí, los pasos de otros grandes de la época que elevaron a gloria esta Música.
Un álbum desgarrado, fuerte, potente, con sonidos extraordinarios de la mano de cinco musicazos que unieron su talento para crear esta joyita que rezuma clase por los cuatro costados.
Ocho temas demoledores para una duración no muy acorde con los tiempos en los que se editó, 49'27'' de puro Blues eléctrico, ecléctico, hecho con ganas y por ellos mismos, a pesar de sus influencias y lo que traían firman la mayoría de las canciones, que por otra parte marcan las señas de identidad del propio grupo, porque este sí que es un disco en el que se aprecia el estilo particular de una banda que ya es leyenda, y aunque para los entendidos no sea su mejor trabajo, para mí es histórico por ser ellos y lo que dejaron como legado.
La primera cara compuesta por cinco temas, grabados en estudio, tremendas descargas como ese comienzo demoledor con "Train To Nowhere", la barbaridad que es "Tolling Bells" o ese final de cara con un clásico como "Don't Turn Me From Your Door".
La segunda de traca, tres temazos grabados en directo para poder completar el disco ante la inminencia de la gira que se les venía encima, esencia del grupo, ese escenario que parece se les queda corto con las grandes jams en las que convertían las canciones, como esa burrada versioneada del gran Muddy Waters, "Louisiana Blues" 9'06'' de Blues sin aditivos, o "May B Wrong" que me pone las pilas una vez sí y otra también.
En mi opinión, la mejor formación que tuvo el grupo, con la voz maravillosa y carismática del gran Chris Youlden, que además toca el piano y las rítmicas; el gran Kim Simmonds encargándose de las guitarras (y de qué manera) la armónica y el piano; Lonesome Dave, un artista que me apasiona en las guitarras y voz; la batería golpeada de forma magistral por Roger Earl y en el bajo otro seguro de vida, Tony Stevens. 
Magia en forma de Blues, gozada en forma de Música, una joya por lo que significó y por ser el primer disco en el cual Savoy Brown fueron ellos mismos, una delicia para disfrutar y perderse.
La portada, también la primera de lo que fueron otro santo y seña del grupo, una maravilla gráfica.

Side One:  Train to nowhere;  Tolling bells;  She's got a ring in his nose and a ring on her hand;  Vicksburg blues;  Don't turn me from your door
Side Two:  May be wrong;  Louisiana Blues;  It hurts me too


2 comentarios:

  1. Maravillosamente desgarrador, una emoción tras otra tocando hasta el extremo la fibra mas sensible.
    ¡Precioso!
    Besos.

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