domingo, 8 de julio de 2012

De Vinilos y Otras Glorias CDLXXII

Como estamos de guiños a un genio, pues me descuelgo con esto que quizás de otra manera no saldría tan fácil en este "Paseo..." aunque justo es de lo que más me llega.


The Rolling Stones (Sticky Fingers) 1971


No soy mucho de los Stones, reconociendo por supuesto que no puede ser casualidad la legión de seguidores que tienen y las décadas dedicados al Rock, influyendo en muchos y buenos, pero como para gustos hay colores a mansalva, pues el que suscribe no es muy de los Stones, y dicho esto vamos a lo que interesa.
Dentro de la discografía del grupo sí que me llega su etapa sesentera, donde creo que dieron un recital de buenas obras, y la más tardía y que aún me llega es esta "Sticky Fingers", un muy buen disco de Rock'N'Roll con canciones más que interesantes y por supuesto ese cambio en el sonido que les produjo la llegada a las seis cuerdas ya instalado en el combo de Mick Taylor, que se reinventó a sí mismo haciendo Rock como los ángeles, tras el paso por ese Blues eléctrico maravilloso.
Un disco en el cual los Stones inauguraban su propia productora, y se nota, con un empeño en hacer las cosas de otra manera, y se nota, y una especie de giro de timón para (también ellos) reinventarse, consiguiendo una sólida obra con canciones realmente buenas y en ocasiones míticas por todo lo que significaron, sin duda un conjunto de temas que sabiamente producidos suenan como auténticos mazazos de Rock, casi como nunca han vuelto a sonar.
Mick Jagger componiendo junto a su colega Keith Richards ocho de los diez temas del disco, y deslizándose por los sueños de más de uno y de una con ese "Sister Morphine" escrito con Marianne Faithfull, un tema que es tan especial como emblemático.
Jagger se encarga (¿había dudas?) de la voz y por primera vez acredita tocar la guitarra, una voz que no necesita presentación porque es una de las gargantas de la historia del Rock.
Keith Richards en las guitarras y olvidando que debía callarse para no hacer coros, pero bueno, se le va dejando.
Mick Taylor en las guitarras y la slide, el nuevo sonido de los Rolling, un portento, un genio en las seis cuerdas al servicio de una banda mítica. Con él cambiaron demasiadas cosas en el grupo, y quizás eso fue mucho para algunos, pero es indudable que el talento interpretativo de Taylor dejó huella y la impronta en la manera de recrear la Música del grupo.
Charlie Watts en la batería y Bill Wyman en el bajo y piano completan el mito.
Un disco de Rock'N'Roll sin aditivos, temas mágicos con toques maravillosos como el ya comentado "Sister Morphine", preciosas baladas que estremecen "Wild Horses", baciladas poderosas made in... "Brown Sugar", cabalgadas por las estrellas "Dead Flowers" y así hasta completar los 46'25'' de esta obra que en mi opinión les hizo llegar de nuevo al Olimpo.
La portada, un mito entre los mitos, y aquí más aún por la censura, aunque me parece simplemente gloriosa (la auténtica, claro está)

Side One:  Brown sugar;  Sway;  Wild horses;  Can't you hear me knocking;  You gotta move
Side Two:  Bitch;  I got the blues;  Sister morphine;  Dead flowers;  Moonlight mile





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