De Vinilos y Otras Glorias CDLXVI

Traemos de nuevo un grupo muy especial, del que ya llegó un ramalazo y ahora llega "el ramalazo", o al menos el que hizo mucho de muchas cosas.

Queen (A Night At The Opera) 1975

El cuarto álbum del grupo está considerado como su obra magna, donde llegaron a la cumbre musical (obviamente a la cumbre de venta y éxitos llegaron más tarde y con otras cosas, como bien se sabe) y posiblemente sea así, aunque un pedazo de mi corazoncito se deja en esa  maravilla llamada "Queen II" que me emociona por muchas cosas, pero realmente este brutal disco con título de película inmortal contiene un puñado de canciones que son santo y seña del grupo, y eso le hace muy especial.

Parece como si todo lo aprendido en las obras anteriores reventara aquí para que cada pieza encajara en su sitio, con un sonido tremendo, una producción cuidadísima y por supuesto unas composiciones que se comen vivo lo que haga falta, de ahí que saliera la joyita que salió. 

Para mí, un antes y un después de Queen, aunque aún quedaban un par de álbumes tremendos hasta llegar a su doble en directo ya consagrados como una super banda, "A Night At The Opera" se desliza como un disco impresionante, inclasificable por la variedad de sus temas, la forma de interpretarlos y esa frescura que destila, con cada miembro del grupo en una forma excepcional.

Freddie Mercury con su voz llenándolo todo, en los temas propios y extraños, el piano arrollador (nunca lo tocó tan bien) y como compositor, sus mejores piezas están aquí. 

Brian May en esas seis cuerdas demoledoras, el ukelele y por supuesto en la voz, solista en varios temas suyos y haciendo esos coros que parecen un canto de ángeles.

Roger Taylor en la batería, salvaje como pocas veces (me encanta cuando es así) la voz al servicio de la banda como coros tremendos y esa salvajada de producción propia que se marca en "I'm In Love With My Car" cantando de manera espectacular.

John Deacon en el bajo, piano y voces para completar un grupo ya mítico (por demasiadas cosas)

Coros excepcionales, temas redondos, 43'10'' repartidos en 12 temas con auténticas joyazas que son parte de la historia del grupo.

"Love Of My Life" es una declaración de amor como pocas veces, esas acústicas que casi te acarician en la preciosidad llamada "39'". Salvajadas en clave rockera como la ya mencionada "I'm In Love With My Car" y esa diablura con ukelele incluido "Good Company" al más puro estilo hawaiano. El final con el himno inglés de toda la vida marca un poco lo que querían demostrar...

Una debilidad del que suscribe, tema de May y delicia de horas muertas, "The Prophet's Song", lo más cercano a cualquier cosa de Prog. hecho por el grupo, aunque la joya de la corona (y que bien viene la expresión) es por supuesto "Bohemian Rhapsody", una suite que es en sí misma una obra completa, una excepcional recreación con el grupo maravilloso, coros increíbles y solos descomunales, una barbaridad que el señor Mercury se marcó para gloria de su leyenda.

Un disco tremendo, lo mejor de un grupo que fue más por otras cosas pero que cuando no lo eran se manejaba en el universo musical con detallazos como este vinilo que hay que escuchar para valorarles antes de... lo de siempre.

La portada, puro Queen, soberbia, magnífica, tremenda.

Side One:  Death on two legs;  Lazing on a sunday afternoon;  I'm in love with my car;  You're my best friend;  39;  Sweet lady;  Seaside rendezvous

Side Two:  The prophet's song;  Love of my life;  Good company; Bohemian Rhapsody;  Good Save the Queen