sábado, 7 de julio de 2012

De Vinilos y Otras Glorias CDLXIX

Un grupo, un hombre, un nombre, la seña de identidad de demasiadas cosas que son, una a una, historia de la Música con mayúsculas, y eso queridos no lo puede decir cualquiera.


Love (Four Sail) 1969


No sé si pecaré de prepotente, o de saber más de lo que es, pero como todo lo que derramo sobre estas líneas es personal y me sale del alma, me atrevo, porque amo la Música, a decir lo que voy a soltar sobre esta Joya que quizás no se ha visto porque... pasa lo de siempre.
Cuando comencé la aventura "Love" y dejé que su Música acariciara mis sentidos, pregunté (como siempre) a quien realmente sabe de esto, y tras comentarme por supuesto ese "Forever Changes" que tiene un sitio de oro en mi colección, me aconsejó que comenzara con "Four Sail".
Nunca dudo de cierta gente, de sus emociones y sus sentidos, y en este caso tampoco me equivoqué al hacerle caso, porque queridos, queridas, niños, niñas y el resto, este disco es una auténtica barbaridad, una joya de esas que sólo se entienden a través de la piel, las entrañas y el alma.
Es evidente que el disco que lo antecede se comió gran parte de lo que es y significa, por desgracia porque eso ya es hablar de un sello a fuego en el mundo de la Música contemporánea, por eso y porque muchos cabestros lo han denostado sin ni siquiera pararse a descubrir qué había en sus surcos, entre los sonidos que emanan del negro vinilo como un sueño, porque este "Four Sail" es la continuación del sueño de un grupo mágico, y especialmente un iluminado más allá de cualquier norma.
Arthur Lee renueva la banda y es el único componente que queda del glorioso éxito anterior, pero une su talento a músicos excepcionales que consiguen plasmar en sonidos las ideas y creatividad de Lee, consiguiendo un disco maravilloso, con un sonido auténticamente Love, ese desliz entre el Pop, la Psycodelia y la suavidad melancólica del Folk que parece nunca estalla.
Un disco en el más puro estilo del grupo, con esa voz cálida, dulce y melodiosa de Lee que se te mete y absorbe (una manera de sentirse abducido de lo más placentera) junto a los coros y composiciones donde las acústicas te mecen, los ritmos te llevan... una auténtica delicia.
Arthur Lee se encarga, ¡¡cómo no!! de la voz, guitarra, piano y armónica, y junto a él tres excepcionales músicos para interpretar su talento, Jay Donnellan en la guitarra, Frank Fayad al bajo y George Suranovich en la batería excepto en tres temas donde se acredita a Drachen Theaker.
No se puede decir nada de las canciones que no sea ¡¡¡Escuchadlas!!! pura magia, comienzo un poco más guitarrero en "August" para ir saboreando la dulzura de lo que va pasando uno a uno en los diez temazos que componen el disco, simplemente sublime.
"Four Sail" es una joya, un disco para degustar eternamente, una maravillosa sensación de arte a través de los sonidos, algo que quizás, por demasiadas cosas, nunca se ha dicho, y tras esto ¡¡Disfruta y Siéntelo!! de no ser así, ya sabes, sólo es Música.
La portada, preciosa, pura psycodelia, fotos y dibujos para rematar la faena.

Side One:  August;  Your friend and mine - Neil's song;  I'm with you;  Good times;  Singing cowboy
Side Two:  Dream;  Robert Montgomery;  Nothing;  Talking in my sleep;  Always see your face



2 comentarios:

  1. Exquisitos! como me llevan desde la caricia a instantes frenéticos y de nuevo me devuelven a la seda.. una locura de emociones sin fin.
    Una gozada.

    Ya lo sabes Agilulfo, besos.

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    Respuestas
    1. ¿Seguro? ya sabes que no son... bueno eso. Pues sí, son exquisitos, maravillosos, geniales, magistrales...
      Besos,

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