sábado, 16 de junio de 2012

On The Road Again (Milano)


En esta pequeña e involuntaria gira siguiendo a Bruce por estadios diversos (involuntaria en mi caso, en el caso de mi querida musa demasiado corta incluso) llegó el turno de Milano, con el monumental San Siro esperando lo que fuera, y lo que fue se tradujo en uno de los más grandes eventos de Música de los últimos tiempos, y eso dicho para el que suscribe significa que se me heló la sangre en las venas.

Siguiendo con mi habitual manera de entender esto de los músicos, su historia, las histerias, los fans y las groopies, quién y de qué manera, que son cosas que son porque deben ser pero para mí son ajenas a la Música y sus creadores, me dispuse a escuchar y después, si venía a cuento, correrme, de modo que sentado pacientemente en mi estrecho asiento del "Comunale" esperé el regalo de media hora de retraso, bueno 35' en este caso (algo que sigo sin entender) para ver qué pasaba.
La gente ya empezó a irse de varilla cuando aún no había comenzado la Música, por lo que realmente me preocupé pensando que la sordera había tomado mis órganos auditivos, pero no, en pocos instantes me dí cuenta que la teoría "Escucha y después..." se entiende al revés la mayoría de las ocasiones, por lo que dejé que todo se deslizara por mis sentidos, que los sonidos me envolvieran y que esos temas eternos volvieran a hacerme el amor.

Sólo pedía que el show tuviera tantos temas clásicos como hacía poco, que Bruce quisiera otra vez y el resto, pues bueno, lo que fuera.
Dicen algunos entendidos que el músico siempre da todo lo que tiene. En el caso de Bruce no lo dudo ni por un instante, pero lo que no se puede dudar, amén de iluminados y listillos es que para cualquier músico tocar en según qué sitio no es lo mismo, y en eso Bruce no es una excepción. Él Ama la Música, el Rock y a sus seguidores, pero Ama Milano y en especial San Siro, y eso se notó desde la primera nota, el primer latido de su corazón, la primera estrofa que salió de su garganta, porque lo que se hizo en aquél escenario no tenía nada que ver con demasiadas cosas, y convirtió la noche del 7 de Junio en una experiencia casi mística a través de eso llamado Rock que para algunos que vivimos siempre en el filo emocional es simplemente ¡¡Vida!!
El poder de la Música superó todo el entorno, los decibelios subieron a un nivel en el cual todo te abrazaba, por fin sonó claro y nítido desde el primer minuto (salvo algún pitido del micro en tres temas centrales del concierto) las luces sublimes y sin excesos fueron parte de un espectáculo que unió Música, clase, genialidad y por supuesto la imagen de un músico irrepetible, único, sin nada parecido que se entregó aún más de lo que realmente su propio físico le exigía, y eso no es normal.

¡¡Que sí, que sí, que este tipo Ama la Música!! es la leche, algo brutal, tremendo, pero esa ciudad, ese estadio... le tiene enganchado, y a partir de aquí todo es más sencillo.
Desarrollo del último disco y vuelta a las viejas canciones, simplemente sublime, todo encajaba, una tras otra caían y seguían el rastro de la siguiente, temas eternos, historia del Rock, leyenda viva de lo que enamora y te enciende, y en medio de todo aquello la magia se apoderaba del escenario y los músicos iban entrando poco a poco en ese divertimento que tantas veces tienen cuando haces lo que realmente Amas marca tu vida.
Por fin Roy atacó su piano y dio una lección (por eso es el profesor) de cómo llevar el rock'n'roll más clásico a claves de Rock poderoso y potente. Nils siguió sin aparecer, pero esos duetos físicos con Bruce son impagables, como dos niños jugando con sus guitarras. Stevie siguió a su amigo en cada momento, volvió a hacerle esos coros que sólo y exclusivamente él puede hacerle en los temas clásicos que han recitado juntos tantas veces, simplemente genial escucharles, esas dos voces unidas en un micro, y además se marcó varios solos a la vieja usanza ¡¡casi nada!! Garry y Max dieron un recital de poder, y esa batería que parecía decirle a su jefe que no necesita percusión, que él se basta sólo, y ¡vaya que se basta! llevó varios temas él solito, marcando lo que quería, cuando quería y de la manera que le dio... un crack.
El resto de la banda, esa que ahora utiliza Bruce, estuvo a lo que debe (el sobrino de Clarence es que va muy sobrado, de modo que es parte y punto) pero hasta ellos tuvieron más protagonismo y lo sacaron con gusto, con mucho gusto y mucha clase, que es de lo que se trata.

Momentos íntimos, instantes mágicos con esas luces que te transportaban al infinito, y a las dos horas de concierto el rockero de Jersey giró todo y demostró que no era una noche más, porque como antaño tomó el piano, envió la banda a descansar y se marcó una versión de 7' de "The Promise" solo con su voz y su alma entregada a un momento que él mejor que nadie sabía especial.
Tres horas y cuarenta minutos de concierto, bises brutales con clásicos absolutamente inimaginables, el homenaje sentido a Clarence y un músico que no es de este mundo, porque si después de cuarenta años uno llora y se le congestiona la cara delante de sesenta mil tíos entregados de verdad es que algo tiene que le hace especial, y a fe que Bruce lo es, ¡¡qué cojones, claro que lo es!!
Parecía que no quería irse, de hecho creo que era así, la banda ni por un instante le dejó solo, esta vez no, las miradas cómplices con Stevie me llevaron a los 70, Max se reía de puro gusto esperando la próxima y por primera vez en la gira no cerró con el homenaje a su Amigo, era tal la entrega y lo que veía delante de él que se marcó otros dos temas para ya exhausto terminar una noche de Rock que para sí quisieran tantos iluminados, popes y listos de la Música (siento volver sobre esto pero Amo los sonidos demasiado para aceptar las mierdas que nos venden)

"He visto el futuro del Rock'N'Roll" no es una frase, es un hecho, creo que si cuarenta años después lo que sentí puede ser real pocas cosas pueden superar lo auténtico, y la autenticidad de Bruce es tan brutal que todo lo supera.
No sería de la misma manera, pero volví a sentir esa marca de fábrica llamada "E Street Band", escuché músicos fantásticos que ahora están con ellos y por encima de todo San Siro, Milan y el 7 de Junio se convirtió en una de las experiencias sonoras, emocionales y estremecedoras que he vivido allá arriba, en la tierra de los sueños donde sólo la Música me puede llevar, especialmente de la mano de estos tipos que son mis genios, a los que Amo por lo que crean y lo que han podido hacer.

En Milano escuché la Música, me emocioné con ella, me corrí de gusto y sentí que algunos que me han llevado a entender esto y ya no están me susurraban al oído lo que siempre ha sido... magia, esencia, seda.


4 comentarios:

  1. Me alegra que llegaras a ese momento de extasis. Seguro que valio la pena el retraso. Momentos asi seguro que se te quedan bien grabados.
    Un beso, hasta pronto.
    Ciao

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    1. El retraso nunca se justifica, porque no existe motivo, lo que viene después... "Primero escucho, luego me corro".
      Besos (uno)

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  2. Que envidia me ibas dando mientras te leia, hasta ese retraso lo hubiese olvidado y mira que odio esperar o que me esperen porque soy una persona bastante puntual, y si yo no hago esperar tampoco me gusta tener que esperar a nadie, esa espera valio la pena este o no justificada, la verdad es que a pocos conciertos he ido que empezasen puntual ¿ porque? simplemente esta claro que porque no les da la gana, pero creo que a eso les hemos acostumbrados nosotros por permitirselo, protestamos si, nos enfadamos, pataleamos ... pero no hacemos nada al respecto.

    Por desgracia por temas laborales no pude ir a ese concierto y mira que me moria por ir, pero esta vez tocó tener que fastidiarme y perdermelo aunque yo ya he estado en dos conciertos de Bruce

    Al menos me has hecho vivirlo, porque lo has descrito de tal modo que llego un momento que casi me parecio verlo

    besos( tambien uno, porque en canarias solo se da uno jajaja)

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    1. Querida, me alegro que te hayas acercado un poco a través de las palabras. Un beso muy fuerte (que valga por varios) y hasta la próxima.

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